El niño que llevamos dentro...
No hay Navidad sin cuento. Pero este no es un cuento más de Navidad. Es diferente. No va de príncipes ni de hadas, tampoco de héroes de aventuras, ni de aprendices de magia. Aunque sus protagonistas tienen mucho de todo eso. Uno de ellos, Cristóbal, un niño de la Úbeda renacentista que ya desde muy pequeñito llevaba gafotas grandes para paliar su déficit visual. Era el segundo de cuatro hermanos y se quedó ciego a los 16. La otra, Isabel, una niña de Carratraca, un pueblecito hermoso de la Serranía de Ronda, la mayor de tres hermanos, que apenas diferenciaba la claridad de la sombra ni distinguía colores. Dos infancias unidas por unas Navidades blancas. | LUIS GRESA