EN PRIMERA PERSONA: José Jerez, vendedor, un ángel de la guardia para una familia ucraniana
José no da la talla de superhéroe. No al menos, en el imaginario de quien se concibe un personaje alto, de cuerpo robusto y capa dispuesta a salvar el bien del mal. Su silueta, más bien menuda, en apariencia frágil, y un rostro moreno castigado por el Levante que suele pegar con fuerza en San Fernando, anticipa en cambio a un persona rápida en acción, con cara de bonachón, y una bondad infinita que le convierten, sin pretenderlo, en una figura fuera de serie. José Francisco Jerez (Málaga, 1974), vendedor de la ONCE desde un año antes de que estallase la pandemia, es padre de seis hijos, y desde el pasado mes de marzo, padre adoptivo de otros tres ucranianos. Nunca vio ‘Con ocho basta’, la familia más feliz de las series televisivas de los 70, pero la suya ha pasado de 8 a 12 de golpe, al dictado del corazón, el de él y el de su mujer y, sin querer, se han convertido en dos auténticos superhéroes, aunque no lo quieran reconocer. | LUIS GRESA