Gabriel Salguero, Encarnación Ortega e Inés Torralba ganan el Concurso Literario de la ONCE

En ‘El círculo’, Salguero describe la vida como una repetición de ciclos en la que la relación de un hijo con su padre en una residencia da pie a desnudar la frialdad de las relaciones humanas y sus consecuencias y cómo se repiten generación tras generación como si fuera un círculo vital. Salguero ha incorporado también vivencias personales en su texto para novelar su argumentación, aunque advierte que el contexto social en el que se desarrolla la trama no tiene nada que ver con el coronavirus por más protagonismo que adquiere la residencia como lugar de espacio vital y también de soledad.

“De alguna manera transmite que cada uno recoge lo que siembra #8211resume gráficamente-. Un hijo no tiene tiempo para su padre, pero luego será él el que no reciba el tiempo que añora de su propia hija, porque la vida es como un círculo”, explica. El granadino ha acogido este premio “con enorme satisfacción” porque le tiene “un especial cariño” ya que obtuvo el primer premio en la misma modalidad en 2011 y eso le ayudó a impulsar su trayectoria literaria. “Es un aliciente y un gran empujón para seguir escribiendo”, subraya.

Para Salguero, afiliado a la ONCE por su discapacidad visual grave, esta distinción se suma ya a una larga lista de premios literarios en Granada, Sevilla, Salamanca o Madrid. En 2011 ganó este mismo concurso en la categoría de Relatos Cortos, en 2017 ganó en Poesía y en 2018 el de micro relatos y en 2013 quedó finalista de los Premios Tiflos de Cuentos a nivel nacional. Durante 31 años, Gabriel Salguero (Granada, 1953) fue gerente y apoderado de una de las principales inmobiliarias de Granada. A los 15 años le advirtieron de que podría quedar ciego a los 25 pero no fue hasta los 57 cuando su visión comenzó a fallar de forma severa. Y ese cambió en su vida le condujo a una frenética actividad cultural y literaria que ha contado siempre con el apoyo imprescindible de su familia.

"La poesía me sirve para desahogarme"

El poema que ha resultado ganador en la categoría de poesía no lleva título. Su autora, Encarnación Ortega (Málaga, 1961), afiliada a la ONCE y vendedora en El Rincón de la Victoria, no ha querido ponérselo. Escribe “desde jovencilla” tanto poesía como relatos que tienen mucho que ver con sus experiencias vitales. “La poesía me ha ayudado para desmitificar los problemas y me sirve para desahogarme. Siempre que escribo, lo hago para desahogarme”, explica. Apasionada a la arqueología, estudió un módulo de museografía de Málaga Prehistórica, y trabajó en la Cueva del Humo, en el complejo arqueológico de La Araña, y como guía en las Cuevas del Tesoro antes de quedarse ciega por una retinosis pigmentaria.

Encarnación escribió el poema antes del confinamiento, aunque su texto ha cobrado mayor valor tras la experiencia que ha supuesto la pandemia para todo el mundo, ya que describe “una sensación muy amarga en un momento determinado y no tener fuerzas para salir adelante”. “Me ha salido muy triste, pero yo soy optimista, muy vitalista y una luchadora”, aclara. “Todo es una lucha constante por sobrevivir.”. Ortega ha recibido el premio con entusiasmo. “Es una gran satisfacción y me hace una ilusión tremenda porque a mí me gusta mucho escribir. Siempre les doy a mi marido y a mi hija a leer lo que escribo y ellos me dan su opinión, aunque esta vez me ha salido un poco triste”, se ríe.

Homenaje a la mujer africana

El Concurso cuenta también con una categoría para microrelatos que ha ganado la cordobesa Inés Torralba por su texto ‘África’, una mujer muy sensibilizada con la situación de la mujer en el continente africano. Dos de sus tres hijos son de Etiopía, conoce bien la realidad social de discriminación que sufre la mujer allí y ha querido rendirle su particular homenaje en 140 caracteres. “África es la representación de la mujer que trabaja, que sufre y que arrastra con todo porque es así, y realmente es eso”, reconoce Inés que lamenta que la discriminación de la mujer africana se vea siempre desde la perspectiva occidental.

Inés Torralba es jubilada tras décadas como funcionaria en la administración de Justicia y en 2015 obtuvo el primer premio en la categoría de relatos cortos con su texto ‘El Petirrojo’. “Este premio me motiva muchísimo porque soy una aficionada #8211explica- y escribir ha sido como un clavo ardiendo porque cuando estás relegada de tu profesión, poder escribir me motiva muchísimo, y que me reconozcan que eso está bien, te ayuda a sentirte bien”.

El segundo premio de Relatos Cortos, ha sido para Antonio David Aguilera, de Málaga, por ‘Un lunes especial’, que quedó tan solo a medio punto del primer puesto según la calificación del jurado, y el tercero para Alejandro Luna, de Jerez, por ‘Mensaje’. En Poesía, el segundo premio ha sido para el almeriense Pedro Soler, por ‘A Gema, Romancillo’, que también a un solo punto de diferencia del primer premio en esa modalidad, y el tercero para la sevillana Conchi Andrada por ‘Mi primer timonel’.

La declaración del estado de alarma en España por la pandemia del Covid-19 provocó la paralización de los plazos de entrega de los trabajos aspirantes y de la fecha prevista para la reunión del jurado, pero, inmersos ya en la nueva normalidad, y amplió el tiempo para la recepción de los textos y el jurado falló hoy su veredicto a través de videoconferencia. Los escritores Manuel Valderrama, autor entre otras obras de ‘El hombre de perfil’ y ‘Ególatra’ y la novelista Aurora Delgado, finalista del Premio Nadal por ‘Curva’, formaron parte del jurado.

“Escribir es gritar en silencio”

Convocado por el Consejo Territorial de la ONCE en Andalucía, el concurso pretende motivar la participación de todas las personas que integran el Grupo Social ONCE con habilidades literarias, a la vez que ser una plataforma que les permita mostrar y compartir las inquietudes, la imaginación y la originalidad de sus trabajos. “Ha sido una edición muy reñida por la calidad de los trabajos presentados  hasta el punto que algunos de los ganadores lo han sido por medio punto en la valoración del jurado”, explica la presidenta del Consejo Territorial de la ONCE, Isabel Viruet. “Y demuestra, una vez más, el talante y la creatividad literaria que hay detrás de muchas personas ciegas o con discapacidad visual grave que encuentran en la lectura y en la escritura formas de expresión, de desarrollo personal y de libertad”, sostiene Viruet.

En esta 17 edición se han presentado 47 obras escritas por afiliados a la ONCE de las ocho provincias andaluzas. Este año la temática de las obras era de libre elección del autor en las categorías de Relatos Cortos y Poesía, mientras que en la de Microrrelatos los trabajos deberán ajustarse al tema monográfico de ‘Día de la Madre’ en cualquiera de sus variedades.

Dados los condicionantes de aforo que impone el cumplimiento de la normativa de prevención contra el Covid-19 marcada por las autoridades sanitarias, la ONCE celebró el acto de entrega de premios de forma virtual, a través de las redes sociales, el pasado 21 de julio. El acto arrancó con la actuación de ‘El Ciego del Rapper’, el almeriense Raúl Martinez, que compuso un rap específico para la ocasión alusivo a la forma de escribir que tienen las personas ciegas, contó con las intervenciones de la presidenta del Consejo Territorial, de los escritores Manuel Valderrama y Aurora Delgado, como miembros del jurado, y de los tres primeros premiados y se cerró con la actuación musical del saxofonista jienense, Frankpa Sax, afiliado a la ONCE, acompañado al piano por Marian Martínez, que interpretaron todo un himno como epilogo, ‘Let It be’, de Paul MacCartney.

Como regalo para los ganadores, el Premio Tiflos de Novela 2020, el granadino José María Espinar, participó en el acto con un encendida provocación a descubrir el placer de la escritura. Espinar pidió a los espectadores que siguieron el acto a través de Facebook de ONCE Andalucía o de Facebook y Twitter de ONCE que escogieran una palabra, y luego otra, y otra, y las fueran enebrando en un relato, en un poema, en una historia. “No tengáis miedo a vuestro silencio porque escribir es gritar en silencio”, sostuvo Espinar. “Y gritamos algo tan hermoso como la necesidad de compartir nuestras emociones. Contar algo nunca es breve. Lo más pequeño, visto con la lente del corazón, se convierte en un universo. Dejad que  manden los sueños por un momento y escribid. ¡Qué de bueno hay en medio de estas cosas!. ¿O yo, o vida; respuestas; que estás aquí; que existe la vida y la identidad; que prosigue el poderoso drama y que tú puedes contribuir con un verso!”.