Fosforito recibe el homenaje de la ONCE a sus 70 años de cante: “He dado siempre el alma”

El maestro Antonio Fernández, Fosforito, decía a su llegada al teatro Isabel la Católica que en esta vida ha recibido todos los premios “menos el Cuponazo de la ONCE”, y se mostraba feliz por el reconocimiento que le da la Organización Nacional de Ciegos Españoles. “Todos los premios tienen mucha importancia por el cariño con el que se da, tiene una ternura y un afecto porque se hace a una labor de mil y pico de años que llevo”, decía con sorna. Fosforito reconocía que en el escenario lo ha dado todo. “Yo he dado el alma siempre”, decía. “Cuando estoy agustito acude el duende y estoy dando el corazón a la gente, esa es la mayor satisfacción. Ese ha sido el motor que me ha movido más de 70 años de cantaor”.

A su juicio, el flamenco ha estado siempre reconocido. “Otra cosa es valorado #8211matiza-. El flamenco es el alma de Andalucía. Como decía Antonio Mairena es la razón incorpórea, una cosa inexplicable pero que está ahí vivo, es el Cristo de nuestras tierras”.

“Para Granada es un honor tener esta Bienal, demostrando que hay un magnífico presente y un mejor futuro, en el marco del trabajo que está haciendo la ciudad, que aspira a ser Capital Cultural de Europa”, afirmó Francisco Cuenca, que reivindicó Granada como una ciudad de arte, de cultura y de flamenco. Cuenca fue el encargado de entregarle a Fosforito la escultura que certifica el aplauso institucional de la ONCE a su trayectoria, un momento de máxima emoción, que tuvo como testigo en el escenario al delegado territorial de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, Cristóbal Martínez, como máximo responsable de la Bienal.

Desde 2004, la ONCE celebra en Granada su Bienal Flamenca en colaboración con el Instituto Andaluz de Flamenco -en esta ocasión por primera vez en el teatro Isabel La Católica-, coincidiendo con los años de celebración de la Bienal de Flamenco de Sevilla, para descubrir nuevos talentos en el mundo del toque y del cante y dar oportunidades a los artistas con discapacidad. Y, efectivamente, la ONCE ha vuelto a descubrir nuevos valores.

La cantaora Vanessa González, de El Viso del Alcor, dedicó su premio como nuevo valor del flamenco de la VII Bienal Flamenca de la ONCE al maestro Fosforito y cantó alegrías y granaínas acompañada por el guitarrista Fernando Rodríguez, de La Puebla de Cazalla. El director general adjunto de Servicios Sociales para Afiliados de la ONCE, Andrés Ramos, entregó el primer premio de la noche y subrayó la apuesta que hace la ONCE por el flamenco como un instrumento también de inclusión en la sociedad en una tierra tan flamenca como Andalucía.

Por su parte, la directora del Instituto Andaluz del Flamenco, Maria Ángeles Carrasco, entregó el premio en la categoría de guitarra a David Campaña. El de Bormujos tocó acompañado por Antonio Montes, de Albaida de Aljarafe una farruca y una soleá. Carrasco agradeció a la ONCE su solidaridad “y el trabajo tan maravilloso que hacen por el flamenco”.

Después vino el turno para el artista revelación con discapacidad, Sergio Molido. “Estoy tan agradecido tanto al flamenco como a la ONCE que poco más puedo decir”, afirmó Molido, vendedor de la ONCE en Málaga, en la barriada de Los Girasoles. Lo dijo antes de tocar una granaína y una seguidilla, acompañada por Álvaro Rodriguez, que dedicó también al maestro Fosforito. Le entregó el premio el delegado de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Guillermo Quero. “No hay mejor seña de identidad para identificar la cultura de Andalucía que el flamenco #8211afirmó Quero-, pero esta, es una  tarea compartida por todas las áreas, de la Educación, del Turismo y la Cultura” y agradeció a la ONCE su compromiso y su trabajo diario con la cultura.

El cierre de gala, fue también de lujo, con el bailaor y coreógrafo sevillano José Galán, precursor del flamenco inclusivo, Premio Solidarios ONCE 2016, que sumó un gran éxito de movilización como coreógrafo con el flasmob que abrió la pasada Bienal Flamenca de Sevilla. En Granada sumó el mismo éxito entre el público de la Bienal al que cautivó con su fuerza expresiva sobre las tablas del teatro Isabel la Católica.

Un aplauso aparte mereció también el presentador de la Gala, el periodista y flamencólogo, Manuel Curao, director del Portal Flamenco en Canal Sur Radio, que supo poner cada palabra en su palo correspondiente con maestría, como él sabe hacer. El Portal Flamenco dedicado a la Bienal Flamenca de la ONCE es, posiblemente, el mejor recuerdo que quedará para siempre en la memoria de esta Bienal.

El legado que Fosforito regaló a la Bienal

La reflexión que Fosforito regaló al público de la Bienal Flamenca de la ONCE sobre el cante y algunas letras suyas fue un tesoro que el maestro quiso dejar como legado de su arte a Andalucía, a la historia más brillante del flamenco de Andalucía. Una de ellas la recitó saboreando, recreándose en cada palabra, acariciando cada letra como un poeta pausado. Una que empieza diciendo; “Tu corazón y el mío han acordao, el no vivir ninguno por separao”. ¡Óle!, le interrumpieron desde el patio de butacas. Y maestro impartió su lección magistral.

“Aunque cuando cantas por solea, malagueñas o seguidillas, ya en el temple, notas los latidos de tu corazón que se desboca, sientes con qué fuerza fluye la sangre empujandote el alma a la garganta, embarga la emoción. Y en ese escalofrío buscas dentro de ti y solo encuentras desamparo. Desamparo #8211explicó- ante ese mundo de recuerdos que acuden a tu mente con tantas penas vividas arañando las entrañas. En esa calentura es cuando tu propio cante envuelve y lo mismo te arrastra al éxtasis que al dolor más profundo #8211continuó diciendo-. A todos los que el veneno del cante nos entró sabemos lo díficil que es este minsiterio, cuanto sacrificio hace falta para mantenerse ahí”.

Y Fosforito continuó su magisterio en medio de un silencio sepulcral. “La grandeza de lo jondo cuando suena estruja el alma, remueve los adentros y lo mismo te hacer llorar que explotar en éxtasis de alegría #8211sostuvo-. Porque cuando el cante está amacerado, irremisibilemente estremece y duele aunque éste sea un dolor gozoso que como un borbotón te inunda las entrañas y te acerca a Dios. Como barro de alfarero me siento yo en tus manos de tanto como te quiero”. Y en ese instante, el Isabel la Católica se rindió al maestro y en pie explotó de júbilo y admiración.

Dos años quedan para la próxima Bienal Flamenca de la ONCE.

La Bienal en imágenes