"Voy a contar la historia de cien años de mi vida"
El paisaje de su Zaragoza natal nada tiene que ver con la aldea que describió el universo imaginario de García Márquez. Chipiona tampoco es Macondo. Pero los suyos han sido verdaderamente otros 100 años de soledad. Y como el coronel Aureliano Buendía y toda su extensa familia, pareciera como si María Pilar Oral estuviera predestinada a padecer la soledad a lo largo de toda su vida. A los dos años murió su padre, a los nueve su madre, a los 71 su marido y la semana pasada su perrito Domino. Sin hijos ni familia, ciega desde hace 13 años, Pilar afronta el último tramo de su vida con una lucidez impresionante, indignada con la clase política española, horrorizada por el virus y entusiasmada por devorar los libros que le proporciona la ONCE. Es una mujer noble, orgullosa y, aunque no lo quiera reconocer, fuerte y valiente, muy valiente. | Por LUIS GRESA