EN PRIMERA PERSONA: Virginia Castellano, directora de Educación, Empleo y Braille

Secciones: Entrevistas
Virginia Castellano cree que los Servicios Sociales son una inversión a corto, medio y largo plazo

    “La discapacidad no tiene que ser una excusa”    

Virginia Castellano (Málaga, 1974) ha vivido la educación inclusiva prácticamente desde la cuna. Sus padres crearon la primera Asociación de Padres de Niños Ciegos en Málaga ASPAIDEF cuando nadie en España hablaba de educación inclusiva. Y en ese contexto se ha ido formando una mujer, economista, que simboliza en primera persona lo que significan hoy los Servicios Sociales de la ONCE para tantos miles de personas y de familias. Desde el pasado mes de enero, es la nueva directora de Educación, Empleo y Braille de la ONCE y tiene ante sí el reto de actualizar el modelo de prestación de servicios para responder a las nuevas necesidades que plantea hoy la sociedad.

¿Cuándo surge la discapacidad visual en su vida?

Nací con la discapacidad visual. Mis padres se dieron cuenta de que tenía algún problema en la vista muy pronto, cuando tenía yo un año, o año y medio.

¿Y en qué medida ha condicionado su vida?

La discapacidad dificulta el día a día, eso es innegable. Debes agudizar el resto de los sentidos y el ingenio para estudiar, para coger el autobús, para ir al supermercado, ...para actividades cotidianas. Es muy importante contar con apoyos y adaptaciones, y con gente desde pequeño que te haga sentir que puedes, y yo he tenido la suerte de tener todo eso. No tengo la sensación de haber dejado de hacer cosas por no ver. Estudiar lo que he decidido, viajar, salir... Claro que hay dificultades, es a veces agotador, y lo pasas mal, sobre todo cuando eres más joven y quieres ser como el resto, pero no debe bloquearte. Siempre hay un día mejor.

La iniciativa de sus padres de poner en marcha una asociación de padres de niños ciegos en Málaga en los años 70 ¿se debe a usted?

Si, yo soy la culpable -se sonríe-. El modelo educativo cuando yo era niña era diferente al actual. La tendencia que había en ese momento era a derivar hacia los colegios de la ONCE,  pero mis padres querían mantenerme en mi entorno, que fuera al colegio con mis hermanas, y que participara de las mismas actividades que ellas, que estuviera en definitiva en casa. Por eso se movieron mucho para entender cómo me podían ayudar, qué estrategias tenían que aplicar conmigo, qué técnicas de estimulación visual (todos los días yo tenía media hora de ejercicios “de la vista”), cómo me podían adaptar el material, es decir, cómo tenían que gestionar mi discapacidad. Contactaron para ello con profesionales de toda España, hablaron con la ONCE, con la Junta de Andalucía para que se involucrara también en la discapacidad en el ámbito educativo, y con padres que tenían hijos con problemas visuales. De ahí surgió la Asociación, para dar soporte a esas necesidades: adaptación de los libros, atención educativa, orientación a los profesores de los colegios... Yo estuve muy vinculada a esa asociación, y a la ONCE también.

¿Qué valores destacaría de los que le han inculcado sus padres?

Uno de ellos el esfuerzo. La discapacidad no tiene que ser una excusa para quedarte por detrás, sino al contrario, tienes que esforzarte muchísimo más para llegar al mismo punto que una persona sin discapacidad, debes conseguir lo que tú quieras con esfuerzo, no puedes acomodarte. La creatividad ante los problemas, el buscar siempre alternativas. Y la familia;  es un valor importante para mí.

“La sobreprotección hace más daño que beneficio”

Castellano en un aula del CRE

Castellano se declara orgullosa de poder influir en momentos importantes de la vida de las personas  ciegas

Con la visión general que tiene, ¿cree que los padres se involucran lo suficiente en la enseñanza de sus hijos?

Claro que sí. Doy por supuesto el amor de los padres hacia sus hijos, y la inquietud por su bienestar. Se involucran en su enseñanza, lo que sucede es que a veces no conocen cómo hacerlo. El tener un hijo o una hija con discapacidad, puede provocar cierta tendencia a sobreprotegerles, y eso podría ser perjudicial y tener el efecto contrario al que se busca. Hay que trabajar por parte de la ONCE mucho con las familias para ayudarles a normalizar la discapacidad.

¿Diría que la educación inclusiva es el mayor éxito de la ONCE?

Uno de ellos desde luego, aunque todavía queda por hacer. Vivimos en una sociedad, no podemos estar aislados de la misma,  porque en ella se va a desarrollar el resto de tu vida.

Nuestro trabajo es formar al profesorado, informar a las familias, sensibilizar a  los niños y a los jóvenes, para convivir con normalidad y aceptar a las personas que son diferentes a tu lado, y reforzar y apoyar al alumnado cuando es necesario en determinadas habilidades o competencias para facilitar su proceso de inclusión. Es muy importante en cualquier caso la labor de concienciación e información hacia toda la sociedad en general y en ese camino vamos.

¿Por qué se decidió por Economía?

Yo no tenía nada claro lo que estudiar, con 17 años no conoces realmente en qué va a consistir el trabajo de economista, o la rama de ingeniería, periodismo...al menos yo no. La verdad es que me influyó bastante mi hermana mayor, con quien tengo mucha afinidad, y que también había hecho económicas. Me aconsejó esta carrera porque es muy amplia, y cuando no tienes muy definida tu vocación, te permite elegir diferentes ramas, como contabilidad, marketing, laboral, finanzas... y así lo hice. Me gustó mucho la carrera, me ha dado muchas herramientas para usar en mi día a día.

¿Qué aporta una economista a los Servicios Sociales de la ONCE? ¿Muy escrupulosa con el gasto?

Hombre, es importante que economicemos bien como gestores. El dinero de servicios sociales viene de muchas horas de venta de productos de juego.

Esta carrera sobre todo, me ha ayudado a organizarme mejor, identificar lo importante, ir al grano. La verdad es que fue muy intensa, y me obligó a estructurarme muy bien por el volumen de información que tuve que aprender. Económicas me ha ayudado a centrarme en lo importante.

Usted, los Servicios Sociales ¿los imputa como gasto o como una inversión?

Es una inversión, claramente, sí, sí -se ríe-. Es una inversión a corto, medio y largo plazo.

Gestionar la Educación, el Empleo y el Braille en la ONCE ¿da vértigo?

La verdad es que sí, no vengo directamente de esta área, lo he tocado de manera tangencial, pero tengo experiencia en gestión, y estoy aprendiendo cada día mucho, me es muy gratificante, y me siento con muchas ganas de afrontar este reto y tratar de mejorar en lo que pueda estos servicios.

¿Qué le resulta lo más gratificante de todas las áreas que gestiona?

Para mí es una responsabilidad muy grande que asumo con mucho respeto, coordinar estos servicios, y saber que puedo influir en momentos muy importantes de las personas, como son los primeros años, cuando te estás formando y configurando tu forma de ser. Y también, cuando estás buscando un empleo, que te va a permitir vivir de forma autónoma, o cuando necesitas acceder a un nuevo código de lectoescritura, como el braille.

¿Cuál ha sido su trayectoria hasta llegar hasta aquí?

Empecé fuera de la ONCE, en el ámbito del análisis financiero y marketing. Entré en ONCE en el año 2000 como técnico de empleo llevando Programas Europeos en Dirección General, luego pasé a la asesoría de Servicios Sociales, posteriormente he sido la responsablee la Dirección Técnica de Bienestar Social, Prestaciones y Voluntariado y desde hace dos meses,  coordino la Dirección de Educación, Empleo y Braille.

“Hay que ir hacia la inclusión con mayúsculas”

Virginia Castellano junto a una pizarra

"Vamos a tener que pelear y estar más formados que nunca para poder estar a la altura", sostiene

Uno de los retos que se ha marcado la ONCE para este nuevo mandato es actualizar el modelo de Servicios Sociales para que dé mejor respuesta y más rápida a las necesidades del colectivo de afiliados. ¿En qué va a consistir esa revisión del modelo?

Se va a realizar un macroestudio trasversal de todas las áreas de servicios sociales para conocer y ajustarnos a las necesidades actuales y futuras de las personas afiliadas, profundizando en los colectivos más vulnerables, como personas ciegas, sordociegas y/o con necesidades específicas de atención (menores, personas mayores y jóvenes, con otras discapacidades añadidas, en situación de soledad no deseada, estudiantes, demandantes de empleo, personas con pocos recursos, etc.)

Por otro lado, respecto al ámbito educativo, hay que ir hacia la palabra inclusión en mayúsculas, hacia un modelo en el que sobre todo orientemos, sensibilicemos y formemos de cara que para que nuestro colectivo más joven pueda integrarse en sus clases y en su vida de forma normalizada. Esto incluye formación a nuestros profesionales y creación de red multidisciplinar en temas como son la orientación académica laboral; ocio, deporte, recreo y tiempo libre, habilidades sociales, atención familiar...

Como responsable de Empleo, ¿qué mensaje trasladaría a los empresarios que todavía no terminan de confiar en el talento de las personas con discapacidad?

Les diría básicamente que prueben. Las personas con discapacidad hoy en día están formadas, preparadas para afrontar una experiencia laboral, tienen todo el apoyo de la ONCE, cuentan con adaptaciones al puesto de trabajo y pueden perfectamente desarrollar una actividad laboral. Lo que les diría es que prueben la experiencia y que no tengan miedo. “A los empresarios les pido que prueben y que no tengan miedo”

Y el valor del braille en pleno siglo XXI, ¿cuál es?

Es algo muy, muy nuestro, que no se debe perder jamás. Permite tener un sistema de comunicación de lectoescritura, acceder a la información y transmitirla. Es algo que debemos cuidar, enseñar, mantener y difundir.

¿Le preocupa el contexto económico y social en el que nos desenvolvemos para afrontar las metas que se han marcado?

El contexto económico es complicado. Para las personas con discapacidad va a estar más difícil que para las personas sin discapacidad. Y vamos a tener que pelear y estar más formados que nunca para poder estar a la altura.

Después de una pandemia, y con todas las incertidumbres que nos rodean, ¿cuál cree que es la principal fortaleza del Grupo Social ONCE en este tiempo tan cargado de incógnitas?

El Grupo Social ONCE es ya un referente nacional, y mundial. Su fortaleza pienso que es su modelo basado en las personas y el mantenernos unidos y apoyar al sector de la discapacidad en general, y al tercer sector. Hemos desarrollado muchísimas actuaciones para afrontar momentos difíciles como la pandemia y situaciones económicas complicadas. Parte de ellos los hemos integrado en el ADN y nos van a ayudar a mantener esa línea de actuación y afrontar el futuro con la experiencia acumulada.

¿Qué deberes se ha autoimpuesto para este nuevo mandato de la ONCE?

Mi fin principal es desde luego atender de la mejor manera posible al colectivo al que va dirigida mi área: el alumnado, las personas que están buscando trabajo o formación, o las que necesitan aprender braille.

Debemos afrontar igualmente algunos retos, como el relevo generacional en nuestra plantilla sin perder conocimiento, la implementación progresiva del nuevo modelo educativo, la promoción y enseñanza del braille, etc.

Y Málaga ¿qué lugar ocupa en su vida?

Uy! Un lugar muy importante. Es el lugar donde nací, donde recargo pilas y siempre vuelvo. El mar, la gente, el pescaito, el sol, es para mí un bálsamo, es donde tengo parte mi familia y le tengo mucho cariño.

 

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