EN PRIMERA PERSONA: Aina Fernández, fisioterapeuta
Aina Fernández (Chiclana de la Frontera, Cádiz, 1992), nació ciega de nacimiento, licenciada en Estudios Árabes por la Universidad de Cádiz y en Fisioterapia por la Universidad Complutense de Madrid, es una apasionada de la cultura árabe preislámica, del Paganismo, el matriarcado y del aprendizaje y el conocimiento en su más amplia dimensión. Con el tiempo, se ha especializado en el tratamiento del suelo pélvico, una patología silenciada durante siglos, y ahora inicia una nueva etapa en su trayectoria profesional con la apertura de una consulta online para tratar el dolor menstrual y la fertilidad. Es una mujer valiente, emprendedora y con las ideas muy claras, por polémicas que resulten.
“No tenemos conciencia de nuestro cuerpo”
Ser ciega de nacimiento no conlleva ningún proceso de adaptación a esa realidad. ¿Le ha supuesto muchos inconvenientes en su trayectoria?
Es un proceso de adaptación continuo. He sentido como adaptarme a varias circunstancias durante las diferentes etapas de mi vida, pero al final tengo la filosofía de que mi vida es como una aventura cada día, sobre todo cuando vivía fuera. Si me lo tomo así, la verdad es que el proceso es mucho más sencillo.
Una aventura cargada de obstáculos.
Sí se podría decir que sí, pero para mí son un reto. El lado positivo que le saco a los obstáculos es que son un reto.
¿Por qué eligió Fisioterapia?
Cuando terminé la otra carrera no encontraba nada de trabajo. Entonces, como siempre me había gustado el tema de la salud, estaba muy metida en ese momento en una escuela de danza oriental, me interesaban los mecanismos de la fisiología y del cuerpo, y me venía bien ese cambio de etapa en mi vida. Y realmente al final era lo que quería hacer.
¿Qué estudió antes?
Estudié Filología Árabe, lo que se llama estudios Árabes Islámicos. Lo estuve aprendiendo cuando estaba en el Instituto y me metí en esa carrera pensando que iba a aprender el idioma, pero no fue así porque en las universidades se trata como si fuese una lengua muerta como el latín o el griego. Realmente se aprende a traducir textos, pero para conseguir fluidez para hablar te tienes que ir a una escuela de idiomas.
De los Estudios Árabes a la Fisioterapia hay un salto muy grande.
Yo tengo formaciones, tanto del grado, como cursos que he hecho, que no tienen conexión. Me gusta diversificar, no me gusta encasillarme en Ciencias o Letras. Si puedo aprender de todo mejor.
“La ceguera es un valor añadido a la Fisioterapia”
Aina, con su perra guía Jarama, considera que las patologías de suelo pélvico "son patologías silenciadas porque son tabú"
¿La Fisioterapia es una formación muy adecuada para las personas ciegas?
Yo diría que sí. Es un trabajo que se puede desempeñar absolutamente con las manos. Incluso hay profesores que les hace a los alumnos cerrar los ojos antes de tocar al paciente. Terminé la carrera en 2022 y de momento he estado trabajando por cuenta propia, recibiendo pacientes en domicilio. Y la verdad es que bastante bien.
Ya no sorprende que una persona ciega atienda una consulta de Fisioterapia.
Yo creo que cada vez menos, de hecho, la gente lo ve como algo positivo, como si fuese una ventaja más de un fisio. Yo creo que la ceguera es un valor añadido a la Fisioterapia.
¿Qué le aporta?
Dos cosas importantes dentro de cualquier profesión sanitaria. Primero la escucha activa. Yo escucho muchos a mis pacientes y los escucho bien. Y me cuentan una serie de cosas que, según dicen ellos, no se las han contado a nadie. Y luego la conexión con el paciente a través de esa escucha activa y del tacto. Es una experiencia diferente, según me han dicho ellos.
¿Por qué se ha especializado en el suelo pélvico?
No estoy especializada en el suelo pélvico, pero sí tengo hechos muchos cursos. En mi caso ha sido totalmente autodidacta. Mi idea es hacer el máster. Y me he especializado en esto porque incluso ya desde que estaba en el Grado de Árabe, me interesó muchísimo el tema del dolor menstrual y fertilidad. Parecen muy diferentes, pero tienen mucho que ver. Si la Fisioterapia me daba esa posibilidad y aparte aplicar otras cosas en las que tengo formación, mi idea es hacer un tratamiento holístico, no solo aplicar las técnicas de Fisioterapia, sino saber de dónde viene el dolor. Por ejemplo, el dolor menstrual puede venir no solo por una un problema en las caderas o en los músculos del abdomen, sino por una mala posición del útero.
¿Cuáles son los factores que debilitan la musculatura?
Pues, por ejemplo, el hecho de que no se ejercite lo que se llama el core, es decir, abdominales y espalda. Eso es lo primero que hay que ejercitar. Si hay una debilidad en la musculatura del suelo pélvico y se ejercita lo que son abdominales, lumbares, puede resultar beneficioso y a veces no habría ni que ejercitar esa musculatura concreta.
¿Hay mucho desconocimiento?
Sí. Totalmente. Las patologías de suelo pélvico, tanto en mujeres como en hombres, son patologías silenciadas porque son tabú. Te pongo un ejemplo, mi abuela y todos los ancianos, sobre todo que han tenido partos, tienen incontinencia urinaria, que es un problema. Eso se podría solucionar total o parcialmente con que los médicos mandasen a los ancianos a un fisio de suelo pélvico, pero no lo hacen. O porque no lo saben, o porque no son conscientes de los beneficios que tiene. Es el médico quien tiene que mandar esa rehabilitación y explicarle a la persona que existe esa opción. Otra cosa es que la persona, por incomodidad, por creencias, por lo que sea, no quiera, eso es otra historia. Pero son patologías que son tabú en la sociedad, ya cada vez menos afortunadamente, pero siguen siéndolo.
Que los problemas del suelo pélvico sean solo cosa de mujeres es un estigma ya superado.
No. De hecho, yo siempre digo que los hombres también tienen suelo pélvico y puede dar problemas, no solo las mujeres, que sí son más conscientes. Y diría más. Si tienes un problema en suelo pélvico, tanto en el hombre como en la mujer, todo el cuerpo se descompensa porque es la conexión con el tronco y el resto del cuerpo. Entonces, a la hora de caminar puede ser un problema una cosa tan simple como esa. Y, claro, tú no sabes exactamente qué te pasa. Y es que no tenemos conciencia de nuestro cuerpo y esto pasa porque no estamos empoderados a nivel de salud. No sabemos qué nos pasa, siempre delegamos en otros, médicos, fisios, psicólogos, lo que sea, pero lo ideal sería que un paciente me viniera y me dijera; “Mira, me pasa esto y creo que puede ser de esto”. No que lo haya buscado en Internet, que lo sienta.
“Tenemos déficit en educación de salud”
"Que una Ley dé de baja a una mujer porque esté menstruando no es una forma de entender a la mujer", sostiene Fernández
Tenemos un déficit de educación en salud importante en nuestro sistema educativo.
Yo diría que sí y en todos los ámbitos de la salud. Tenemos déficit en educación, en salud física, mental y emocional. Y creo que eso sería una asignatura muy importante porque durante todas las etapas de nuestra vida tenemos diferentes necesidades a nivel de salud en los tres ámbitos. Una cosa muy simple, ya que estamos hablando de dolor menstrual; una chica que se pone con la regla en clase es lo peor que le puede pasar. Y el problema es que en nuestro cerebro es muy puñetero, en el sentido de que todas las experiencias negativas se quedan ahí. Es acumulativo. Entonces esa experiencia puede somatizarla y eso provocaría un dolor menstrual que estaría a nivel emocional.
Mina mucho la autoestima de la mujer.
Si. A mí lo que me sorprende es que el incluso dentro del Feminismo, se masculiniza a la mujer en el sentido de que se obvia la menstruación, se ve como algo incapacitante. Me da esa sensación, que a lo mejor no en todos los feminismos se hace esto, pero el hecho de que hayan querido sacar adelante una ley que dé de baja a una mujer porque esté menstruando, ¿por qué no das soluciones al problema antes de darle de baja en el trabajo y ya está?
Es una forma de entender el Feminismo.
Eso no es Feminismo. Es una forma de entender el Feminismo, pero no es una forma de entender a la mujer. Estoy separando el movimiento político de la persona. Yo decidí especializarme en esto porque es un grito de auxilio que dan las mujeres porque no saben cómo solucionar ese dolor, no saben qué pueden hacer, y solo les dan pastillas. Yo lo solucioné en mí misma y me gustaría aplicarlo en otras.
¿Cómo se cuida la musculatura perineal? ¿Qué recomendaría?
Primero, ejercicios de abdominales, Pilates, hipopresivos, lo que sea, porque es muy importante que lo que se llama la faja lumbar, que actúa como una faja, toda la parte del vientre y de la espalda, esté fuerte para sostener las vísceras que hay ahí, sobre todo en la mujer, porque está el útero y los ovarios, que eso pesa. Y la musculatura perineal se puede cuidar con los ejercicios de Kegel, por ejemplo. Las bolas chinas, que se colocan en la vagina, son para fortalecer, las recomendaría en muy pocas ocasiones, cuando el suelo pélvico realmente esté muy débil por un parto o lo que sea, pero lo que sí recomiendo mucho son los huevos de masaje. Son unos huevos de diferentes tipos de mineral dependiendo de lo que se quiera trabajar. Eso masajea. Y sirven tanto para una musculatura que esté muy debilitada como para la que esté muy fuerte, no es tan agresivo como las bolas chinas.
No hacer ningún deporte ¿influye mucho en negativo?
Una mujer no puede ser sedentaria. De hecho, hay un error muy común, que es que no hacemos deporte hasta que no nos pasa algo, o te duele mucho la regla o te quedas embarazada. El error está ahí, si tú tienes dolor menstrual, no puedes hacer deporte. Tienes que hacerlo antes para fortalecer esa musculatura. Cuando te quedas embarazada lo mismo, no puedes empezar a hacer deporte cuando te quedas embarazada, no sería lo ideal. Lo ideal sería que hubiera hecho deporte antes.
¿Y la higiene y la alimentación, qué importancia tienen?
Nosotros solemos comer sin darnos cuenta -porque también tenemos un déficit en educación nutricional-, alimentos que nos inflaman, como los cereales, el azúcar, el arroz, la quinoa. No estoy estigmatizando ningún alimento, que a cada persona le inflama una cosa, yo como de todo, pero intento comer cosas que no me inflamen. Y eso fue un cambio brutal en mi vida, porque tenía muchos dolores menstruales y cuando dejé de comer cosas que me inflamaban un 80% de las veces no los tenía. Entonces creo que es muy importante el tema de alimentación y conocer tu cuerpo. Volvemos a lo mismo, hay que conocer nuestro cuerpo. El tema de la higiene también es importante saber hacerlo. Por ejemplo, yo recomiendo -otra cosa polémica-, que se dejen de usar compresas y tampones normales. Sobre todo, los tampones llevan muchos químicos blanqueantes. Eso provoca más dolor porque el cuerpo considera que hay algo extraño y que además es nocivo. De hecho, existe una cosa que se llama el síndrome de shock tóxico, que lo tienen muchas chicas al ponerse un tampón, que es como una reacción del cuerpo, como si fuese parecido a una reacción alérgica. Y eso es un problema. Yo recomiendo la copa menstrual, sobre todo porque tiene muchas ventajas y una de ellas es que cuesta 27 euros y te dura 10 años.
¿Es más apasionada de la cultura árabe o de la oriental?
¿Qué es la oriental? En mi adolescencia sí que era muy apasionada de la cultura árabe. Me parece mucho más interesante lo que había antes del Islam que en la actualidad porque les ha coartado mucho. De hecho, en la época preislámica, en la Península Arábiga, la homosexualidad estaba bien vista. Era muy normal. Ahí existía la filosofía del carpe diem, eran nómadas, y disfrutaban la vida como si fuera el último día.
También soy muy apasionada del tema del Paganismo y el concepto de diosa madre, porque tiene mucho que ver con el tema del dolor menstrual y lo que pasó cuando pasamos del matriarcado al patriarcado. No estoy hablando de política ni nada, son épocas históricas, ojo, que te etiquetan enseguida. La cultura árabe preislámica de la Península Arábiga venía de un matriarcado, te estoy hablando de antes del Neolítico. En esa época se sabía que una mujer paría, pero no quién era el padre.
¿Qué le seduce más entonces de esa cultura?
Que había una diversidad importante, era una cultura muy rica, cada tribu tenía su manera de ver las cosas. Además, esa forma de verlo era muy abierta. Creo que hoy deberíamos imitar ese modelo porque eran muy tolerantes.
“La mujer sale empoderada de mi consulta”
Fernández anima a las mujeres a conocer su cuerpo y les invita a comenzar por escribir un diario
¿Y qué no le gusta de la sociedad de hoy?
Uy, pues no me gusta la polarización que hay. No todo es blanco o negro. Cada uno podemos tener nuestra opinión. Para mí la historia es cíclica, incluso diría que pendular, porque vuelve, y esto puede ser un ciclo más. Ahora mismo la sociedad está muy polarizada. Estamos divididos como en grupúsculos, y sobre todo en lo que son redes sociales. Se dice que dar tu opinión es un deporte de riesgo, y es verdad. Te encasillan en una serie de tópicos y cada persona es diferente, no puedes encasillar a nadie, y eso no me gusta. Aparte de que cada vez hay más conflictos en activo, más guerras en el mundo, que vienen también de la polarización. Al final nosotros, el pueblo, tenemos a los gobernantes que elegimos, eso es lo que hay, si no sabemos elegir con cabeza, pues es lo que tenemos.
Usted ha impartido talleres de Aromaterapia en la ONCE de Chiclana y ahora en febrero inicia otro de automasaje de digitopuntura. ¿Son alternativas eficaces y recomendables?
Pues la Aromaterapia es la aplicación de aceites esenciales, sobre todo para problemas a nivel emocional. Para mí ha sido un descubrimiento porque se pueden tratar muchas cosas con aceites que sean de buena calidad, que estén certificados, que hayan salido de unos laboratorios, que estén bien cuidados y se sepan cosechar. Tanto la Aromaterapia como el automasaje ayudan al empoderamiento de la salud en la persona. Tú sabes lo que tienes, si te lo puedes tratar o si tienes que ir al médico. El 85% de las dolencias que tenemos en casa se podrían tratar de manera segura y natural, sabiendo hacerlo evidentemente, sin tener que acudir a Urgencias y saturarlas tanto en niños como en adultos, de forma personal, consultando con alguien. Eso sí, nunca hay que automedicarse, jamás.
Volvemos a la falta de educación.
Sí, tenemos una falta de educación tremenda. En parte por el sistema sanitario que tenemos. Es gratis, pues voy. Me dan una pastilla, me la saco gratis, pues me la tomo. A mí me sorprende mucho que muchas mujeres, sobre todo de 40 o 50 años, lleven una caja de Lexatin en el bolso. Es un ansiolítico muy fuerte, se tendría que administrar en monodosis, es que además es adictivo y es muy peligroso. Los medicamentos basados en el opio, como los ansiolíticos y antidepresivos, son un problema en Europa.
La sanidad universal y gratuita es un derecho básico.
La conciencia es que todo es gratis. En Francia y en Alemania los médicos optan antes por mandarte a un acupuntor o a un homeópata, eso en España está muy mal visto. Y sería un freno para las Urgencias.
Ahora da un paso más en su carrera con la apertura de una consulta online para mujeres para tratar el dolor menstrual y la fertilidad. ¿Tiene usted vena emprendedora? ¿Asume mucho riesgo? ¿Qué expectativas tiene?
Sí, la verdad es que asumo mucho riesgo, pero no tanto como si fuera una consulta física porque no tengo tanto gasto. Estoy muy ilusionada y muy enamorada del proyecto. Entiendo que puede fracasar, sí, pero creo que es algo necesario hoy en día porque hay mujeres que se sienten más cómodas sin que las vean y las toquen. Es que el suelo pélvico es una cosa muy controvertida, porque hay gente que no quieren que les toquen en los genitales o esa zona. Se puede asesorar a una persona. Mi idea no es tanto que aprenda, o que le mande una serie de ejercicios y se apañe, yo lo quiero es que la mujer conozca su cuerpo primero. Eso es fundamental. Hay muchas mujeres que no conocen su cuerpo.
¿Qué mensaje trasladaría a sus potenciales pacientes?
Que den el paso, aunque no sea conmigo, me da igual, a investigarse ellas mismas y a conocer su cuerpo. Y eso se consigue escribiendo un diario, qué cosa más sencilla, es escritura terapéutica, suele ser lo primero que les mando, escribir un diario, que se sorprenden mucho. La mujer es un ser cíclico, cada mes sangra, pero aparte de eso tiene una serie de patrones que se repiten cada mes dependiendo de la fase hormonal en la que esté, ovárica o uterina. Conocerte a ti misma es una tarea muy interesante.
¿Y cuál es su idea fuerza, su marca de la diferencia?
Mi marca personal es que yo voy más allá de la Fisioterapia, porque como tengo formación en otras cosas, lo uno todo y creo que puede ser un tratamiento muy beneficioso y enriquecedor para la persona que esté conmigo. Todo lo que hago, todos los tratamientos, los he experimentado y me he formado. Eso es lo que me diferencia, que no solo le voy a mandar una tablita de ejercicio simplemente, sino que voy a trabajar con ella muy a fondo. Y siempre lo aviso, duele. Duele mucho porque se liberan emociones, traumas que puedas tener, es todo un mundo.
La mujer sale empoderada de su consulta.
Totalmente, además, empoderada de verdad, no solo a nivel mental, sino en todos los sentidos. Yo diría que sí.
| LUIS GRESA
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