Y los más peques del CRE se fueron a la granja...

El Centro de Recursos Educativos de la ONCE de Sevilla volvió a contagiarse de ilusión y alegría. Un grupo de 32 alumnos y alumnas, con edades comprendidas entre los 6 y los 9 años, procedentes de distintas provincias de Andalucía y Extremadura, participaron del 10 al 12 de marzo en unas Jornadas lúdico-deportivas bajo el lema ‘Ven a jugar’. Y el 7 de marzo, el CRE retomó, después de tres años, un excursión de atención temprana con la participación de otros nueve niños del segundo ciclo de Educación Infantil en la Granja Escuela Cuna de Espartinas.   

Un niño reconoce y acaricia un conejo de la granja

Nueve niños del segundo ciclo de Educación Infantil, acompañados por sus siete maestras y una mediadora, participaron el pasado 7 de marzo en la tradicional excursión de Atención Temprana, que no se celebraba desde hace tres años por culpa de la pandemia. En esta ocasión, el lugar elegido fue la Granja Escuela Cuna en Espartinas (Sevilla).

La salida en el autobús nos costó un poquito porque esta vez, los papis se quedaban en casa, y ya éramos mayores para hacer una excursión solos. Pero una vez montados, comenzamos a cantar y nos pusimos muy alegres. ¡¡¡Hasta hubo adivinanzas!!!

Las plantas fueron protagonistas de la visita a la granja de los más pequeños

Allí todos pudimos conocer “en directo” a los animales de la granja, cómo son, qué comen, donde viven, los sonidos que hacen, si están o no suaves...

Primero nos hicieron una presentación muy divertida, donde a ritmo de la música de Juanes, cantamos una canción sobre el reciclaje y el cuidado de nuestro planeta.

Luego, acompañados de la monitora Belén, fuimos dando un paseo conociendo los diferentes espacios hasta sentarnos en la mesa donde íbamos a “Hacer pan”, sí sí…como habéis escuchado…. pan!!! Necesitamos varios ingredientes que algunos no conocíamos, pero que pudimos tocar y probar. Como algo mágico con nuestras manos y mezclando un poco de harina, agua, levadura y sal, cuando nos quisimos dar cuenta, todos habíamos hecho una bolita de pan, al que pudimos darle la forma que quisimos, antes de meterlo en el horno. Alguno de los peques se quedó con las ganas de añadirle un poquito de jamón al pan. Nos pusimos perdidos de harina, como los panaderos profesionales y… cuidado que, si se caía algo al suelo, los patos, que jugueteaban por nuestras piernas, pronto lo engullían. ¡No hacía falta barrer!

Los niños pudieron también hacer sus prácticas para elaborar su propio pan

Tras esta divertida tarea, se nos abrió el apetito, y Belén nos preparó unas tostaditas de pan con aceite y unas manzanas que nos supieron a gloria.

La granja era muy grande y teníamos todavía mucho que conocer. Estuvimos viendo a patos, gallos con grandes crestas, gallinas poniendo huevos y pavos reales preciosos, e íbamos de un sitio a otro algunas veces, en tren…pí pí pí… era más divertido ir cogido de los amigos para movernos por el terreno.

Llegamos a la casita de los conejos, que los había de todos los colores… ¡Hasta rojos! Y pudimos coger y tocar al conejo Roberto. Era muy suave y soportaba nuestros meneos de mano en mano.  Luego en los establos vimos los burritos, la vaca, las cabras y las ovejas. Pudimos darles de comer y nos hacían muchas cosquillas en las manos.

El contacto con la naturaleza fue una fuente de disfrute para todos los participantes

Luego llegamos al huerto donde los olores y texturas se multiplicaron. Hasta pudimos comer algún fruto y alguna hierbecita. Allí estaba el Espantapájaros Francisco, que se encargaba de asustar a los pájaros.

De lejos se oía a los burros, que si te acercabas a verlos posaban con sus grandes orejotas. Al lado, se podía ver a un precioso caballo que mientras relinchaba se bañaba en barro, rascándose el lomo.

Y para terminar tantas emociones, nos relajamos un poquito y recogimos las mochilas para volver al autobús donde el conductor Daniel nos esperaba para dejarnos tocar el claxon antes de emprender el camino de vuelta.

¡Pero se nos olvidaba algo! Recoger nuestro pan recién sacado del horno.

¡Qué divertido fue todo!

La vuelta se nos hizo muy cortita porque ya llevábamos ganas de abrazar a nuestras familias y contarles, todavía llenos de harina, nuestro día de Excursión de la ONCE en la Granja Escuela Cuna. Los participantes están de acuerdo. ¡Todos quieren repetir la experiencia!

'Ven a jugar!

Y del 10 al 12 de marzo, un grupo de 32 alumnos y alumnas, con edades comprendidas ntre los 6 y los 9 años, procedentes de distintas provincias de Andalucía y Extremadura, participaron del 10 al 12 de marzo en unas Jornadas lúdico-deportivas bajo el lema ‘Ven a jugar’. Para muchos, era la primera vez que dormían fuera de casa y que viajaban sin sus padres y madres, pero todos estaban con muchas ganas de pasarlo muy bien.

Para muchos, era la primera vez que dormían fuera de casa y que viajaban sin sus padres y madres, pero todos estaban con muchas ganas de pasarlo muy bien.

Foto de familia de los participantes en la aventura de los piratas

En las primeras horas de la tarde del viernes, tras la merienda, se fueron todos juntos al pabellón cubierto. Allí con música en directo, realizaron juegos de presentación, animación y socialización. Todos tuvieron que presentarse, saludarse, dar palmadas, bailar, cantar, jugar, divertirse … disfrutar de unas horas llenas de emoción y nuevas amistades. También realizaron una aventura en el País de los Piratas, donde tenían que encontrar un preciado tesoro. Para finalizar la fiesta de bienvenida, terminaron con una coreografía, donde mostraron sus habilidades como grandes artistas.

Aventura y naturaleza

Después de esta intensa tarde de actividades lúdicas, llegó la hora de la ducha para posteriormente bajar al comedor para la cena. Antes de dormir, tuvieron su tiempo de ocio, en el que los participantes pudieron elegir entre diferentes alternativas: cuentacuentos o showdown, entre otras actividades.

El sábado por la mañana, tras el desayuno, todos estaban preparados para realizar una excursión muy especial. Visitaron una granja escuela, en la que pudieron de nuevo experimentar el acercamiento al mundo animal y la naturaleza, a través de los distintos animales y actividades que allí realizaron.

Así pudieron adentrarse en un recinto lleno de conejitos, ovejas, vaquitas, a los cuales pudieron sentir y acariciar, cogiéndolos incluso en sus manos los más atrevidos. No podían faltar los caballos y potros, a los que acariciar el lomo y cepillarlos.

Pero en esta granja, además de los animales, pudieron tener la experiencia del ciclo del agua, de los peces y flora. Toda una aventura llena de naturaleza.

Un niño comprueba la naturaleza a través de las plantas

Al medio día, regresaron a la sede del CRE, donde tras el almuerzo, comenzaron a disfrutar de un ratito de tiempo libre, antes de comenzar con los magníficos talleres preparados para este sábado tarde.

Los alumnos y alumnas se distribuyeron en tres grupos para llevar a cabo los tres talleres que teníamos preparados para esa tarde. Taller 1: Juegos con música, Taller 2: Juegos tradicionales y Taller 3: La fábrica de los juguetes.

En el primer taller, la música fue la verdadera protagonista, que pudieron escuchar, interpretar y vivenciar, jugando, dando palmas y cantando, mediante juegos e instrumentos musicales. Durante el segundo taller, nuestros alumnos pudieron jugar con los juegos de la calle de toda la vida, gallinita ciega, pillapilla, … diversión asegurada, donde todos disfrutaron de lo lindo.

Y por último en el tercer taller, tuvieron que fabricar un coche de carreras, con material reciclado: tapones, globos, cartón, cañas… Y lo más impresionante, una vez elaborados los vehículos, estos funcionaban, se movían rápidamente y además solos. Toda una tarde inolvidable.

| Equipo Pedagógico del CRE de Sevilla