Un aplauso por los Vendedores del Año más difícil

CÁDIZ | Francisco Iván Ortega (Algeciras)

El vendedor del año en Cádiz, Francisco Iván Ortega, comenzó a vender en 2003, un año después de ser padre, en frente del Estrecho de Gibraltar, en las localidades de Tarifa, Tahivilla y Facinas, y ahora vende en el puerto de Algeciras. Afrontó el confinamiento con miedo e incertidumbre, pero confiado en que la situación volviera a ser lo que fue.

En su barriada, lo conocen bien porque cuando acababan los aplausos de las 8, él animaba la calle con un altavoz Y música bailable para levantar el ánimo. Durante esos meses echó en falta a sus clientes, pero la vuelta resultó más que gratificante. Premios ha dado muchos y de diferentes cuantías, pero el más importante fue el cupón que resultó agraciado con 35.000 euros en un sorteo de diario.

A Ortega la celebración del acto del Vendedor del Año en la provincia le resultó "perfecta y muy emotiva". Entre los diez vendedores de la provincia elegidos en las distintas áreas fue el seleccionado para representar a la dirección de Cádiz entre los mejores de España.

"No esperaba este reconocimiento la verdad, me llevé una gran sorpresa", admite. A su juicio, la clave del buen vendedor está en "el sacrificio, la perseverancia y el saber estar", según sus propias palabras. "Yo solo cumplo con lo que me piden, que es lo principal en este trabajo, pero un reconocimiento así siempre es bueno porque te recarga las pilas", dice con humildad.

DELEGACIÓN TERRITORIAL | María Fernández (Utrera)

En el ámbito de la Delegación Territorial de Andalucía, que incluye las provincias de Sevilla y Huelva, la ONCE ha elegido como Vendedora del Año a María Fernández Cabral, vendedora en la localidad sevillana de El Cuervo, que depende de la Agencia de Utrera.

Comenzó su andadura en la red de ventas en 2013. En su primer mes lo hizo ambulante en la localidad de Lebrija y al poco tiempo se le asignó un punto de venta en el interior del Supercarmela de la Avenida de la Cruz de mayo, donde permaneció hasta 2016, año en que se traslada a El Cuervo, localidad donde reside y trabaja en la actualidad. Allí primero vendió de forma ambulante y ya, desde el 2018, ocupa el quiosco situado en la Avenida de Jerez.

Un mes de diciembre, cercana ya la Navidad, una chica al pasar cerca del quiosco se encontró una moneda de 2€ con la que decidió comprar un Rasca del Tutti Frutti, ¡con la suerte de que le tocaron 1000 euros! La chica, sorprendida, no terminaba de creérselo, abrazó a María llorando y contándole que era lo mejor que le había sucedido porque ni ella ni su marido contaban en aquel momento con ningún tipo de ingreso y ni siquiera tenían para comer esa Navidad.

María, 33 años, se declara “muy orgullosa, súper feliz y súper contenta” del reconocimiento que le ha dado la ONCE. “Nunca me he llegado a imaginar que se me reconociera de esta manera”, admite. A su juicio la clave del éxito de un vendedor es hacer bien el trabajo, tratar con respeto y educación a los clientes, ayudar a los compañeros “y ponerle mucho empeño”. “Lo primero es que te guste tu trabajo #8211afirma-. Dedicarle todo el tiempo del mundo y siempre intentar hacerlo lo mejor posible”. La vendedora reconoce que se crea mucha complicidad con los clientes. “Aparte de ser vendedora de la ONCE siempre digo que soy un poquito sicóloga porque e tenemos un trato muy cercano con los clientes y les preguntamos por la familia y te hacen cómplice de su día a día”.

GRANADA | Julián Quesada (Úbeda)

En Granada (ámbito de las provincias de Almería, Granada y Jaén), el Vendedor del Año es Julián Quesada, vendedor en la localidad jienense de Úbeda. Su andadura como trabajador en la ONCE comenzó en 2008.

Recuerda Julián una ocasión en la que un cliente invirtió una importante cantidad en productos de la ONCE, no recuerda cuánto, y que no le tocó, ni lo jugado. El cliente, se mostró muy decepcionado y triste tras haber perdido todo. Julián le trató de animar explicándole en qué había invertido realmente su dinero y la gran cantidad de servicios sociales que ese gesto diario permite ofrecer a las personas ciegas o con discapacidad visual grave. Le comentó que el dinero va y viene, pero que el hecho de estar vivos y bien de salud es lo más importante. Y con ese argumento sensibilizó al cliente en torno a la razón de ser de la ONCE, y la fuente de ingresos que supone la venta de productos de lotería para sostener un modelo social que es único en el mundo.

A su juicio, para ser un buen vendedor hace falta ser simpático y agradable con los clientes. “Hay que comprender a la gente sin obligar a que compren”, resume. Julián reconoce que comparte “muchísimas cosas” con sus clientes que le cuentan sus problemas aprovechando el tiempo que comparten durante la venta.

“Se arma un vínculo importante con la persona, aquí nos conocemos todos al ser un pueblo más pequeño, y nos ayudamos unos a otros”, dice. Una buena exposición del producto también cuenta para que la venta resulte más atractiva, añade. “Yo creo que me han elegido vendedor del año por hacerlo bien”, dice orgulloso.

MÁLAGA | Margarita Montoro (Córdoba)

Margarita Montoro, elegida vendedora del año en la zona de Málaga y Córdoba, es afiliada a la ONCE y comenzó su actividad laboral en la venta en 2018. Tiene 56 años, es natural de Córdoba, está casada y tiene una hija de la que se siente muy cómplice.

En la venta, sus clientes reconocen que se desvive por ellos, y fruto de ese vínculo y esa relación que crea con ellos, Margarita reconoce que lo pasó mal durante los meses más duros del confinamiento y el parón que sufrió las ventas debido a la declaración del estado de alarma.

Sus compañeros más directos la consideran una vendedora afable, cariñosa y dispuesta a ayudar siempre a sus colegas y a transmitirles positivismo en todo momento e incluso en los peores momentos. “Brilla por su afán de superación, lo que le ha permitido alcanzar sus objetivos comerciales sin ser un impedimento para ello su escaso resto visual”, dijeron en su presentación. Para Marga, formar parte de la ONCE es un regalo y unas de las mejores cosas que le han pasado en la vida. De ahí su sentimiento de gratitud con la Organización.

Montoro, que ha vendido en los últimos meses en el barrio cordobés de Sagunto, no podía dormir cuando le comunicaron que había sido elegida como vendedora del año. "No sabía si tirarme del pelo o de la coleta", se ríe ahora. "Todavía no sé por qué me lo han dado, porque tengo gente muy buena a mi alrededor, será por mi esfuerzo y por trabajar bien, pero no lo sé", reconoce.

A su juicio, el éxito de un vendedor de la ONCE reside en la simpatía, en tratar bien a la gente. "Ese es mi pensar si #8211explica-. Desde luego tener buenas ventas, que no le falte el cupón al que se lo tengo que llevar, pero el trato humano con la gente es lo fundamental. Hay que hacer mucha amistad con la gente, hay que ganarse a la gente. Mis clientes se merecen este premio más que yo porque gracias a ellos estoy aquí. Y hay que tratarlos como personas no como clientes, con amistad y con simpatía ante todo".  

Los cuatro disfrutaron de un fin de semana en Madrid para participar en la gala de los Vendedores del Año de toda España, que presidió el director general de la ONCE, Ángel Sánchez, en el hotel Ilunion Pío XII, el viernes 18 de junio, en la que fue su XIV edición ya. “No resulta fácil ser elegido como vendedor del Año en cada centro #8211reconoció el director general-. Pero serlo año en el año de la pandemia resulta absolutamente extraordinario”, dijo. Los participantes pudieron disfrutar, entre otras actividades, de una visita guiada por la ciudad de Madrid ‘Del Vanguardismo Arquitectónico del Siglo XXI al Centro Histórico de la Ciudad’.