Merendamos y el cuerpo meneamos

El martes 8 de noviembre por la tarde, celebramos en nuestro CRE la actividad de Atención Temprana, ‘Merendamos y el cuerpo meneamos’, donde nos encontramos, con la llegada del otoño, para compartir un rato de convivencia entre niños con discapacidad visual y sus familiares.

El objetivo de este encuentro familiar es propiciar la convivencia entre las familias, para lo que se organizó una pequeña merienda en el comedor seguida de una actividad basada en la psicomotricidad.

Como especialistas en estas edades tempranas, elegimos este tema, pues continuamente reflexionamos y planteamos nuevas formas y recursos metodológicos que puedan facilitar una mejor exploración y mayor disfrute del espacio a través del movimiento.

Se crearon varios espacios seguros para las diferentes edades con juegos y actividades sencillas en donde todos pudieron participar con sus papis y hermanos, disfrutando un montón.

Había diferentes niveles de dificultad en la ejecución para que todos los alumnos invitados pudieran participar y disfrutar lo máximo, propiciándose la interacción padre-niño, el placer del movimiento y, al mismo tiempo, la creatividad e imaginación.

La merienda comenzó en el comedor, donde nos encontramos, saludamos, compartimos y charlamos mientras comíamos algo de merendar que nos habían preparado los compañeros con mucho cariño.

Al cabo de un rato, el sonido de “un Gong” nos congregaba en el patio exterior, donde con el grito de “a cantar”, conseguimos formar un círculo grande cogiéndonos de las manos.

 Una vez todos juntos y con la atención en el mismo sitio, nuestra compañera Mamen hizo la presentación de los juegos y de la canción que iba a ser el hilo de unión de la tarde, titulada: “El reloj”. A continuación, nos acercamos a los espacios dispuestos y libremente cada familia comenzó el recorrido por los diferentes rincones:

Rincón de ‘La ciudad blandita’

Rincón de ‘Construyo y ensarto’

Rincón de ‘La Casita’

Rincón de ‘Cruzar el río’

Rincón de ‘Creatividad’

Rincón ‘Pintamos nuestro cuerpo’

Fue muy divertido, pero el reloj de verdad fue marcando las horas y el tiempo pasó muy rápido. Llegó el momento de la despedida. Así que, otra vez formando juntos un gran círculo, volvimos a cantar la canción del “Reloj”. Nos dimos un gran aplauso por lo bien que lo habíamos hecho y nos “tiramos” besos enormes.

En definitiva, con la participación de las familias, pudimos llevar a cabo con éxito nuestra entrañable “Merienda”, en la que todos disfrutaron mucho, de una actividad muy movidita y divertida.

| Equipo Pedagógico del CRE de Sevilla