Los 1.757 estudiantes ciegos andaluces han vuelto a clase con (nueva) normalidad

Para garantizar su plena inclusión en el entorno educativo, más aún en las actuales circunstancias, 118 maestros y maestras itinerantes (430 en España), de la Junta de Andalucía y de la ONCE, que constituyen los equipos específicos de atención educativa a la discapacidad visual, han trabajado para adaptar la atención educativa, no solo de forma individual para cada alumno y alumna, sino con el fin de poder cubrir las necesidades surgidas como consecuencia de la Covid-19 en todo lo relativo a su inclusión en las aulas. Entre estas adaptaciones, la ONCE ha impartido a los maestros de la entidad un curso centrado en desarrollar y reforzar las competencias digitales para el apoyo de la escuela a distancia.

De estos 118 docentes andaluces, 52 son maestros de la ONCE (nueve de ellos afiliados) que ofrecen la misma atención educativa a sus alumnos, con ayuda de sus necesarias adaptaciones. Todos ellos forman parte de los Equipos Específicos de Atención a las personas con discapacidad visual que dan apoyo a los alumnos en sus centros educativos ordinarios, en base a los convenios de colaboración entre la ONCE y las diferentes Administraciones Educativas.

Con todas las garantías

Para Eva Pérez, directora del Centro de Recursos Educativos de la ONCE en Sevilla, desde donde se coordina toda la atención educativa de estos 1.757 alumnos andaluces, el curso 20/21 comienza con mucha incertidumbre, para toda la comunidad educativa, que por primera vez se enfrenta a una situación de este tipo, pero ante la cual, nuestra Institución está poniendo todos los medios a su alcance para garantizar la atención educativa del alumnado con discapacidad visual.

“En esta nueva normalidad, queremos transmitir un mensaje de tranquilidad hacia nuestros profesionales, alumnado y familias, ante este escenario tan cambiante”, afirma Eva Pérez. “Sabemos la inseguridad e intranquilidad que genera, ‘estar en primera línea’, apoyando a un alumnado que necesita, acercarse y tocar, el mundo que le rodea, para experimentar y aprender #8211reconoce que la directora del CRE de Sevilla-. Pero también sabemos que estas dificultades se superan contando con las medidas de protección necesarias, con la coordinación y asesoramiento a los centros educativos y las familias, con una información y formación continua, y sobre todo con la experiencia y profesionalidad de nuestros Equipos Educativos”.

Para abordar con garantías este curso, el CRE va a asesorar a los Centros educativos en sus protocolos, establecer en los centros de ONCE los planes de contingencias que sean necesarios para preservar la seguridad en todas las atenciones específicas que requiere nuestro alumnado (atención temprana, actividades deportivas, programas de tiflotecnología y autonomía, etc.. ), va a incrementar las acciones formativas en competencia digital para profesionales, alumnado y familia  y a reforzar los medios tecnológicos.

“Es importante que ahora, más que nunca, todos trabajemos para mantener y garantizar la inclusión del alumnado con discapacidad visual, y exigir la accesibilidad universal, para no quedar excluidos, en ninguno de los posibles escenarios educativos, presencial, semipresencial y telemático”, advierte Pérez.

Refuerzo digital

Más del 40% de los 7.273 estudiantes con discapacidad visual recibirá durante este curso una formación semipresencial según las instrucciones dictadas por las Administraciones Públicas Educativas, en respuesta a las normas sanitarias implantadas en los centros.

Para garantizar que estos estudiantes sigan el curso, maestros y maestras de la ONCE, de los Equipos Específicos reciben en estos días un curso de formación dirigido a desarrollar y reforzar las competencias digitales para el apoyo de la escuela a distancia, así como para adaptar los recursos necesarios.

Dicho curso se centra en repasar conceptos básicos de herramientas ofimáticas; usar diferentes navegadores en internet buscando la máxima accesibilidad; conocer diferentes plataformas educativas; manejar varias plataformas de conexión por audio o videoconferencia; facilitar estrategias para revisar la accesibilidad de los recursos educativos digitales; proporcionar distintos recursos TIC que facilitan la elaboración de recursos educativos digitales accesibles; proporcionar pautas y estrategias de formación a distancia con los alumnos con discapacidad visual y mejorar la productividad de los profesionales mediante herramientas TIC.

La tarea del maestro o maestra consiste en valorar al alumnado y elaborar una propuesta de intervención aplicada individualmente. Esto requiere la coordinación con otros profesionales, tanto pertenecientes a la ONCE (Técnico de Rehabilitación, Instructor en tiflotecnología y braille, Psicólogo, Pedagogo, Monitor de ocio y tiempo libre, Coordinador de Animación Sociocultural y Promoción Deportiva, Trabajador Social, y/o los especialistas en las áreas de especial dificultad como Matemáticas, Música, Educación Física, Ciencias, Tecnología, etc.), como pertenecientes a las administraciones (orientadores, maestros en pedagogía terapéutica, tutores de aula o especialistas, etc.).

En función de las necesidades del alumnado, la atención prestada puede variar: desde el seguimiento, asesoramiento y orientación al Centro Escolar donde se escolarice el estudiante, a una intervención directa con el alumnado para garantizar su inclusión tanto dentro como fuera del aula (espacio donde estos profesores pueden también actuar), tanto en aspectos académicos como relacionados con la verdadera inclusión social de estos alumnos y alumnas (recreo, deporte, ocio y tiempo libre).

Durante este curso 2020/21, los 1.757 alumnos y alumnas ciegos y con discapacidad visual de Andalucía, entre los que se incluye el alumnado con sordoceguera u otras discapacidades asociadas a la visual, se reparten, por nivel educativo, de la siguiente manera: 297 escolares participan en la Educación Infantil; 348 están escolarizados en Educación Primaria; 249 han llegado a la Educación Secundaria Obligatoria; 70 cursan Bachillerato; 103 se preparan en la Formación Profesional; 154 se enfrentan a la Universidad; y 531 están inscritos en otro tipo de enseñanzas.

Por Comunidades Autónomas, el censo de los 7.273 alumos ciegos o con discapacidad visual grave que hay en España, se distribuye así: Andalucía, junto con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, 1.757 estudiantes; Aragón, 214; Principado de Asturias, 123; Islas Baleares, 148; Canarias, 297; Cantabria, 59; Castilla-La Mancha, 317; Castilla y León, 365; Cataluña, 1.166; Extremadura, 127; Galicia, 342; La Rioja, 44; Comunidad de Madrid, 1.142; Región de Murcia, 315; Comunidad Foral de Navarra, 80; País Vasco, 145; y Comunidad Valenciana, 632.