Las familias en el centro de la inclusión

Los profesionales de la ONCE que intervienen en la tarea de ayudar a las familias en su proceso de adaptación a la situación derivada de la pérdida de visión consideran que las familias deben ocupar el centro estratégico de su atención, como mejor garantía para la inclusión en la sociedad de las personas ciegas o con baja visión. Medio millar de estos profesionales participaron, los días 10 y 11 de marzo, en el Encuentro Profesional ‘Familia, la puerta a la inclusión’ organizado por la ONCE en Sevilla.

“En España la familia tiene una fuerza muy importante y hay que ponerla en el centro de la atención que abre la puerta a la inclusión”, dijo el director general adjunto de Servicios Sociales para Personas Afiliadas de la ONCE, Andrés Ramos, en la clausura de las Jornadas, que tuvieron lugar en la sede del Centro de Recursos Educativos de la ONCE en Sevilla.

Ramos destacó el papel que desempeñan los profesionales a la hora de transmitir serenidad a las familias ante la irrupción de la discapacidad en sus vidas. “La discapacidad lo remueve todo, rompe la cotidianeidad y los profesionales deben serenar a los papás, desde el respeto a la familia, escuchar de igual a giual, ganarse su confianza y estar a su lado”.

El 46% de los afiliados a la ONCE tienen más de 65 años. Ramos destacó en este sentido el interés estratégico de la ONCE por luchar contra la soledad y pidió a las administraciones y a la sociedad civil que dedique recursos e integren a la soledad en sus planteamientos. “Si no, no serán útiles”, advirtió. 

Las conclusiones del encuentro reconocen que el trabajo multidisciplinar multiplica los resultados y que la ONCE está “a la vanguardia social de los cambios que exige la sociedad y de los nuevos modelos de familia”, según destacó el jefe de la Unidad de Prestaciones de la ONCE, Francisco Tello. “Tenemos una gran adaptación a todo tipo de familias que puedan surgir y tenemos que empatizar para comprenderla y atenderla mejor”, subrayó.

La vicepresidenta de Servicios Sociales y Participación del Consejo General de la ONCE, Imelda Fernández, y la directora de Educación, Empleo y Braille, Ana Isabel Ruiz, inauguraron el encuentro junto a la secretaria general de Familias de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Ana Mata, la directora general Participación y Atención a la Diversidad y Equidad de la Consejería de Educación, Almudena García, y la directora  del CRE de Sevilla, Eva Pérez. Mientras que la clausura corrió a cargo de Andrés Ramos y la delegada territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía en Sevilla, Ana González, junto a la directora ténica de Bienestar Social, Prestaciones y Voluntariado de la ONCE, Virginia Castellano, y la directora pedagógica del CRE de Sevilla, Carmen de Miguel.

Los riesgos de la sobreprotección

En la mesa redonda que inauguró las jornadas, el doctor en Trabajo Social en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla,Valentín González, alertó sobre los riesgos que tiene la sobreprotección tanto a nivel parental como institucional. “Es una forma de desprotección también y genera riesgos, miedo y ansiedad”, advirtió.

A su juicio, la sobreprotección acentúa el mecanismo de anulación de la autonomía y provoca miedo. “Nunca hemos tenido una generación de tantos niños con tanto miedo”, ha dicho. “Al estar tan sobreprotegidos no están expuestos a la adversidad y eso genera miedo y ansiedad”. González animó a las familias a ser “un poco menos padres”, a relajarse en la protección de sus hijos y a dejarles jugar con juegos libres, espontáneos y no estructurados. “Están tan sobreestimulados que cuando están solos se aburren”, lamentó tras reivindicar la lentitud en la forma de vida, en tiempos de cambios tan vertiginosos y tan dominados por el móvil, “metáfora ahora del cordón umbilical”, dijo.

Junto a Valentín González participaron en esa mesa la profesora de la Universidad de Sevilla, Sara Fernández, que ha trabajado 35 años como trabajadora social en la ONCE en Sevilla, y Alfonsa Rodríguez, doctora por la Universidad Complutense de Madrid. “Hay que recuperar espacios de equipo y de reflexión conjunta, porque la mejor manera de intervenir es en equipo compartiendo valores y criterios. Y todos a una, trabajar con las familias”, opina Fernández. A su juicio, trabajar la inclusión es trabajar con los padres. “Cómo los padres vivan una situación, repercute en la vida feliz del niño. No es una opción trabajar con los padres o no, es que hay que trabajar y mucho desde el principio”, explica. “Hay que intentar que la sintonía sea plena, por eso importante ponernos de acuerdo en los objetivos, cuanto más cercanos estemos mejor nos va a ir”.

Un centenar de profesionales entre maestros, psicólogos, técnicos de rehabilitación, instructores de braille, educadores y trabajadores sociales de la ONCE procedentes de todas las comunidades autónomas participaron de manera presencial en las jornadas ‘Familia, la puerta a la inclusión’, mientras que otros 400 siguieron el encuentro vía online.

Esta nueva cumbre de los Servicios Sociales de la ONCE a nivel nacional cumplió con su propósito de generar un espacio que permitiera la puesta en común, el intercambio de experiencias y la reflexión sobre los procedimientos de intervención que se vienen aplicando en la atención a familias y sobre el papel y coordinación de los diversos profesionales que intervienen en la atención de las personas con discapacidad visual y, más específicamente, en la atención familiar.

Las Jornadas de Atención Familiar contaron con diez grupos de reflexión simultáneos, que se celebraron por las mañanas con diferentes ponentes y participantes. Entre otros aspectos abordaron la importancia del inicio de la atención; los procedimientos, recursos y herramientas prácticas para una intervención eficiente; la crisis sobrevenida, el conflicto y la exclusión social, cuando otras dificultades condicionan la atención a la familia; la mediación familiar; la intermediación entre la familia y el centro escolar; el ajuste a la discapacidad en la familia, los equipos interdisciplinares; la participación familiar en las actividades de ocio, cultura y deporte, oportunidades y amenazas; el papel de la familia y las redes de apoyo, conflictos, frenos y facilitadores de la evolución; la atención familiar cuando existen otras discapacidades concurrentes a la visual; y la atención familiar en diferentes entornos, rural/urbano, escolar/institucional, domiciliario/residencial.

Además, hubo 28 presentaciones rápidas de temática libre relacionadas con la intervención en atención familiar. En siete minutos los distintos profesionales expusieron sus experiencias para intercambiar las buenas prácticas en ese ámbito.

El próximo encuentro a nivel nacional de los profesionales de la ONCE tendrá lugar en Madrid en mayo y abordará la soledad en el colectivo de personas ciegas o con baja visión desde todas las perspectivas.

Álbum gráfico del Encuentro Profesional