Hay que romper el silencio

Moderado por la presidenta del Consejo Territorial, Isabel Viruet, en el encuentro participaron Angel Mora, director general de Violencia de Género, Igualdad de Trato y Diversidad de la Junta de Andalucía; Ángeles Sepúlveda, médica forense  y ex directora general de Violencia de Género de la Junta de Andalucía y socia fundadora de AMUVI (Asociación de Ayuda a Mujeres Víctimas de Género), Pilar Sepúlveda abogada, experta universitaria en Victimología, Malos Tratos y violencia de Género y vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), y Charo Rincón, responsable de la Unidad de Familia y Mujer UFAM Protección de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla. Y lo cerró la presidenta del Observatorio de Igualdad de la ONCE, y vicepresidenta del Consejo General, Patricia Sanz. Directivos, como el delegado territorial de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, Cristóbal Martínez, consejeros territoriales, cargos intermedios y profesionales de distintos ámbitos de la Organización y del Grupo Social ONCE escucharon y participaron activamente en el debate que continuó a las intervenciones de los ponentes.

“Luchemos contra la violencia de género, pero hagámoslo ya porque hay muchas mujeres que necesitan nuestro grito”, comenzó diciendo Isabel Viruet para abrir el debate. “Y necesitan una sola voz de esperanza para mostrar fortaleza a quienes necesitan salir de ahí y quienes tenemos que estar a su lado”.

“Eres un ejemplo de que querer es poder”, le dijo . Ángel Mora expresó todo el apoyo de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía al colectivo de mujeres con discapacidad que sufren, a su juicio, una doble desventaja por ser mujeres y tener una discapacidad. “Podremos acabar con estas agresiones porque desde la administración vamos a hacer mucho hincapié y en esta lucha tenemos que estar todos unidos”, dijo.  

Mora destacó que la Junta de Andalucía está llevando a cabo diferentes actuaciones como jornadas de sensibilización, cursos online, adaptación y elaboración de documentos de lectura fácil, vídeos divulgativos, informes sobre señalización cognitiva en centros de la Mujer, y formación en accesibilidad cognitiva y violencia de género que ayudan a combatir esta lacra. “Siempre nos vais a tener al lado en la Consejería para lo que necesitéis”, subrayó.

“Hay que cambiar la sociedad”

En representación de la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Judicial, Charo Rincón defendió que la prevención y la atención a la víctima es siempre la prioridad de la policía “desde una escucha activa y con empatía”, destacó. “Cada víctima necesita un trato distinto y más las personas con discapacidad que son de alto riesgo”, dijo. La UFAM hace campañas de sensibilización en colegios, centros sociales y hasta en prisiones con los agresores para intentar que cuando salgan no reincidan en sus actos.

A diario llegan a la UFAM de Sevilla una media de entre cinco a ocho denuncias. Una llamada al 112 o al 091, desencadena el proceso. “Es complicado que vayan solas a denunciar”, reconoce Rincón. A partir de ese momento comienza el trabajo de asesoramiento, toma de declaraciones para pasar toda la información a la autoridad judicial, investigación del presunto delito, y acompañamiento a juicio.

Para la miembro de la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial y del Foro Justicia y Discapacidad, Pilar Sepúlveda, la mujer con discapacidad sufre una triple discriminación, por mujer, por tener discapacidad, y por la visión que la sociedad tiene de ella. “Esa falta de confianza en sus posibilidades, ese rol asignado que la encorseta, los perjuicios que tiene que soportar siendo la víctima más vulnerable, si hay algo duro es ver a una mujer con discapacidad sufriendo violencia de género”, reconoce con rostro serio. En su opinión, es imprescindible el empoderamiento de la mujer con discapacidad. “Hay que cambiar la sociedad #8211sostiene Pilar Sepúlveda-, que tenga otra visión muy diferente de lo que es una mujer con discapacidad, empoderarlas a mujeres y niñas porque a veces solo mermamos su seguridad con las actitudes que mantenemos”.

Una opinión que comparte la ex directora general de Violencia de Género de la Junta de Andalucía y socia fundadora de la Asociación de Ayuda a Mujeres Víctimas de Género (AMUVI), Ángeles Sepúlveda. “Tenemos que continuar y ni un solo paso atrás”, afirma enérgica. En su papel de médica forense ejerce una labor pericial, “somos como los peritos médicos al servicio de la administración de Justicia, tanto en el ámbito penal como en el civil”, explica gráficamente.

Sepúlveda añade más gravedad potencial aún al perfil de la mujer con discapacidad. “Pueden ser víctimas de cualquier delito, pero no solo tienen esa triple discriminación, es que son especialmente vulnerables por su situación para ser pasto de violencia por las personas más cercanas y que más las cuidan, que son en la mayoría de las veces sus maltratadores”.

En este sentido apuntó como una situación que se está dando de forma creciente la llamada sumisión química. “Es un modus operandi que estamos encontrando, a través de alguna pastilla que hacen caer en una situación que pierden su voluntad para someterse al abuso”, denuncia. Y señala como barrera principal el miedo a dar el paso adelante para denunciar. “La barrera principal es la social, las propias profesionales no siempre sabemos hacer un abordaje a la discapacidad, uno de los grandes desafíos que tenemos es conocer bien todos temas que pueden dar lugar a cualquier alteración o secuela en una mujer con discapacidad porque además muchas mujeres han quedado discapacitadas como consecuencia de los malos tratos que han sufrido”, explica Ángeles Sepúlveda. “La barrera no es la discapacidad #8211concluye-. Es todo lo que nos encontramos que no siempre nos permite gozar nuestros derechos. Y la violencia de género que nos impide ser iguales y libres”.

Para cerrar el debate la presidenta del Observatorio de Igualdad de la ONCE y vicepresidenta del Consejo General, recordó que de las 41 mujeres que han perdido la vida en España en lo que va de año solo seis presentaron denuncia y solo una de su entorno cercano. “Sigue habiendo mucho miedo a denunciar y desconocimiento de cómo poder hacerlo”, lamentó Patricia Sanz. “Algo no estamos haciendo bien, o no lo estamos haciendo en los sitios adecuados, o debemos acercar más la información para complementarla”, añadió. Sanz lamenta que haya tanto silencio en torno al maltrato. “El entorno lo conoce y sigue habiendo mucho silencio #8211dijo-. El principal camino es ayudar a denunciar, que se atrevan y lo puedan contar. Y que conozcamos los datos de víctimas de violencia de género de mujeres con discapacidad, para hacer frente con determinación”, concluyó.