EN PRIMERA PERSONA: Patricia Jiménez, abogada

Secciones: Entrevistas
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“La justicia no es igual para todos”

Patricia Jiménez (Jerez, 1973), se licenció en Derecho por la Universidad de Jerez en 1997. Tras dos años como pasante se colegió y ejerció como abogada de familia, especializada en matrimonios y herencias, durante 20 años, pero la enfermedad de Leber le arrebató de repente la vista y truncó definitivamente su carrera como abogada. Desde entonces Patricia observa el Derecho desde la distancia, con un sentido muy crítico, volcada ahora en sus tareas como voluntaria en la ONCE y entregada a cualquier petición de asesoramiento que reciba. “La justicia -reconoce abiertamente-, no es igual para todos”.

¿Siempre fue usted una mujer de Leyes?

Siempre, desde que estaba haciendo BUP tuve claro que quería hacer Derecho.

¿Por qué?

Me gustaba el hecho de luchar y defender las causas, la justicia me llamaba mucho la atención. En principio me planteé hacer las oposiciones pero por circunstancias personales (en mitad de la carrera falleció mi madre y tuve que hacerme cargo de llevar la casa) se me complicó un poco el tema de los estudios. Y cuando terminé no tenía ganas de encerrarme para estudiar una oposición.

¿Qué le ha aportado el Derecho, profesional y personalmente?

Mucho, porque siempre he querido una mujer independiente y tener mi propia profesión. Si es verdad que a lo largo de la carrera te enfrentas a la realidad de las profesiones. Al principio tienes una fe ciega en la Justicia y después te das cuenta de que no es tan ideal porque en la Justicia hay unos jueces que son personas y hay algunos aspectos que a lo mejor te desilusionan. Pero a mí, mi profesión siempre me ha encantado.

La Justicia ¿es igual para todos?

Eeehh… para mí… debería de ser igual, pero no es igual. No es igual. En todos los lados hay, no sé si relaciones personales, si manipulación, si intereses,  pero no siempre es igual para todos la verdad. En la inmensa mayoría de los casos se llevan los temas de forma imparcial, pero los jueces son personas, y uno tira más para un lado, otro hacia otro.

Quizá está demasiado ideologizada la Justicia.

Yo creo que sí. Si hubiese más recursos económicos y humanos a lo mejor los jueces no tendrían tanta presión, ni tan poco tiempo para estudiarse los temas, sería distinto. Si llevas un divorcio de forma contenciosa, desde que lo inicias hasta el juicio va a pasar más de un año, entre medio hay niños, custodias, pensiones y el juez cuando llega, y tiene 300 casos que ver, no es lo mismo que dicte sentencia en dos días que en tres meses.

¿Quién más dinero tiene, tiene más posibilidades de defensa que alguien con menos recursos?

Pienso que no. A lo mejor el que más dinero tiene se va al despacho de abogados con más caché, pero luego los compañeros todos luchamos igual.

“En una ruptura nunca hay un solo culpable”

"Siempre recomiendo que se haga el testamento", afirma la abogada jerezana

¿Qué se aprende sobre el matrimonio, sobre la familia, después de dos décadas dedicada a litigar procesos sobre su ruptura?

Del matrimonio se aprende que cuando se llega a una ruptura es cosa de dos, nunca hay un solo culpable, siempre es cosa de dos. He aprendido también que, igual que hay buenísimas madres, también hay buenísimos padres. Otra cosa que he aprendido es que las personas juegan mucho con los niños. Siempre he sido firme defensora que a los niños hay que dejarlos aparte y me he enfrentado a mis clientas y clientes porque no me gusta nada la manipulación de los niños.

La realidad de las parejas de hoy, del concepto de familia, es muy distinta hoy a la de hace dos décadas. ¿Cómo ha evolucionado desde su perspectiva?

La Ley va un poco retrasada con respecto a la situación. Porque estamos deseando que salga la Ley para regular el tema de los allegados, de las parejas que luego viven con otra pareja que a su vez tienen hijos y conviven, pero esa Ley nunca llega. Ahora mismo se dan situaciones muy difíciles complicadas y de nuevo los niños en medio de todo.

Cree entonces que la Ley va por detrás de la realidad social que vivimos.

Sí, sí, en tema de familias sí, totalmente. Muchísimas veces tenemos que decirle a los clientes que esa situación no está regulada por la ley.

Las herencias son siempre el principal foco de tensión en las familias.

Yo tengo un carácter muy apacible, soy muy tranquila, pero siempre dan muchos problemas.

¿Y el testamento lo arregla todo?

Yo siempre recomiendo que se haga el testamento, tanto en personas jóvenes como en mayores, porque te da la opción de dejar las cosas bien claras y porque después siempre se respeta todo lo que hayas dejado escrito. Si eres soltero debes tener en cuenta que no te hereda tu pareja, aunque vivas con ella, si no hay un testamento que lo especifique, porque te heredan tus padres si están vivos o tus hermanos. Si estás casado es bueno porque si tus niños son pequeños puedes poner quien es el tutor de tus niños y el administrador de tus bienes. Y si eres mayor y quieres mejorar a algunos de tus hijos, también. Y una vez que se ha producido el fallecimiento a los herederos les soluciona mucho el papeleo.

En estos casos, tanto en divorcios como en herencias, la labor de mediación para evitar los contenciosos judiciales es muy importante, ¿verdad?

Sí. Siempre. Yo siempre he intentado llegar a un acuerdo y lo he recomendado, porque cuando las parejas se ponen de acuerdo es mucho mejor, lo van a respetar siempre al ser ellos mismos los que llegan al acuerdo. Todo es mucho más fácil.

Durante estos 20 años se ha dedicado siempre a la vía civil, ¿nunca le tentó la vía penal?

Las guardias penales me resultaban muy fuertes, tener que enfrentarme con los detenidos, que en el 90% de los casos son drogadictos, las necesidades que tenían, no me gustó nada.

“La mujer con discapacidad está más indefensa”

Jiménez admite que asumir la ceguera ha resultado complicado "pero he seguido luchando hacia adelante"

La enfermedad de Leber le sobrevino de repente afectando gravemente el nervio óptico y le demuestra que la vida cambia siempre en un instante. ¿Cómo fue ese proceso?

Asumirlo ha sido difícil. Tenía 45 años, mi vida era totalmente distinta a la que es ahora. Tenía mis obligaciones de despacho, como madre, la casa, era todo el tiempo. El problema de esta enfermedad es que no te avisa. Y, de pronto, de un día para otro, no veía bien. La adaptación ha sido un poco complicada y con muchísimo miedo. Los días en el hospital fueron de mucho miedo. Pero luego he sabido adaptarme. He seguido luchando hacia adelante. Con 19 años mi madre falleció de cáncer de mama, para mí fue un antes y un después en la vida, ahora he perdido la visión, voy a tener una nueva vida, pero estoy viva. Entonces he tenido esa concienciación, vivo una vida diferente, pero soy feliz, no me he venido para atrás.

La afiliación a la ONCE ¿le cambió la vida en algún sentido?

En todo. En la vorágine de médicos y dudas, un amigo con Leber me dijo que viniera a la ONCE, que me iban a ayudar. Y la ONCE me ayudó en todo.

¿Qué ha resultado lo más difícil, la adaptación al bastón, la movilidad, el uso de las nuevas tecnologías?

Para mí es complejo de gestionar la autonomía del coche, el poder desplazarme, el bastón ha sido mi salvación para poder caminar sola, pero tener que depender para poder ir a los sitios es importante. El tema de las tecnologías, tengo unas gafas de microscopio puedo navegar por Internet con el móvil y en el ordenador es bastante compatible.

Pero esta situación no es incompatible con el ejercicio del Derecho.

En principio no, lo que pasa es que para mí me resulta muy complicado poder llevar un ritmo de un trabajo normal porque yo necesito más tiempo para poder leer, que leo con las gafas de microscopio, pero me canso y me mareo. Nada más que con eso me planteo cómo llevar una vida profesional es un poco complicado.

La mujer con discapacidad, ¿está más indefensa que el resto de mujeres?

Yo creo que sí. De la violencia de género sí y ante el tema de las agresiones sexuales a mujeres con discapacidad sí. Excepto algún agravante que hay en el Código Penal, en el resto de las leyes no se contempla ayudas especiales y realmente una persona con una discapacidad necesita un apoyo especial.

¿Cree que el Estado de Derecho protege suficientemente a la mujer con discapacidad, siempre más vulnerable?

Pienso que no.

“La superemacía del hombre solo se erradica con Educación”

Patricia Jiménez se pregunta por qué hay tanto miedo en España a reformar la Constitución

¿Qué sociedad hemos construido para que la violencia vicaria sea una realidad hoy en día?

La educación es muy importante. Esto viene de muy antiguo, tenemos una sociedad donde el hombre siempre ha ejercido la supremacía y eso no lo tenemos erradicado hoy por hoy. Eso lo venimos arrastrando y creo que solo lo vamos a poder erradicar a base de Educación. Educación en valores, en la libertad, en la igualdad. A los niños desde pequeñitos educándoles que son iguales que las niñas y a las niñas educarlas que no deben consentir ciertas cosas. Creo que venimos desde muy, muy antiguo.

Las redes sociales, ¿están haciendo mucho daño?

Sí, sí, sí, están haciendo mucho daño porque están poniendo muchos estereotipos, mucho culto al cuerpo. No se trabaja tanto en cuestiones de igualdad como en ese culto a la belleza ni en que luego las relaciones de pareja sean sanas donde ninguno sea más que el otro ni tenga control sobre el otro y después vienen todos los problemas.

¿Cómo valora el actual marco jurídico que arropa a las personas con discapacidad en Andalucía?

Por regla general muchas veces tenemos muy buenas leyes, pero no se cumplen y en el ámbito de la Discapacidad entiendo que pasa lo mismo. También hay mucha burocracia administrativa, muchas competencias,

¿Cómo juzga que en la España de 2022 la Constitución siga refiriéndose a las personas con discapacidad como disminuidos?

Me parece fatal. Igual que ahora ha habido la Ley 8/2021 ha cambiado esos temas en el Código Civil y otras leyes anteriores lo han cambiado en el Código Penal, ¿por qué no reforman la Constitución? Es que no sé por qué en España hay como mucho miedo a reformar la Constitución en todos los aspectos. Ahí tenemos ahí un problema, que todo el mundo sabe, que tenemos una heredera y no un heredero, y sin embargo ¿cuándo van a cambiar el artículo? No sé por qué hay tanto miedo. En el tema de la Discapacidad, hemos cambiado leyes de Enjuiciamiento Civil y Penal que son de 1800. Y la Constitución que es de hace nada, como quien dice, da mucho miedo, pero se debería de cambiar ipso facto.

¿Qué le aporta su labor ahora como voluntaria en la ONCE?

Me da vida, me encanta ayudar a los compañeros, disfruto cuando me llaman y me preguntan algo sobre lo que pueda ayudar. He sido abogada de vocación y para mí no hay otra cosa más feliz que ayudar a los clientes y que estuvieran contentos. Era lo más importante y ahora cuando me siento con los compañeros me siento útil porque los estoy ayudando y es muy importante. Incluso me siento agradecida a ellos porque me hacen sentir bien.

A usted que le gusta el cine, ¿alguna serie de abogados que le haya atrapado?

A mí me encantó Anillos de Oro, me motivó bastante para decir mi futuro, y Ally McBeal.

| LUIS GRESA

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