Sevilla acoge un encuentro profesional sobre la autonomía personal como clave ante la vida
Expertos de los Servicios Sociales de la ONCE subrayan el papel central de las familias para crecer en autodeterminación e independencia y la importancia de trabajar desde la infancia
Cerca de un centenar de expertos del ámbito educativo y los Servicios Sociales de la ONCE de toda España han participado en un encuentro profesional sobre la autonomía personal los pasados 27 y 28 de noviembre en la sede del Centro de Recursos Educativos de la ONCE en Sevilla. Las jornadas han subrayado el papel central de las familias para crecer en autodeterminación e independencia y la importancia de trabajar desde la infancia. “Una sociedad inclusiva debe pensar en todos desde el inicio”, afirman.
El objetivo de este encuentro era facilitar la puesta en común, el intercambio de experiencias y la reflexión sobre la situación actual de los profesionales que atienden a personas con ceguera, deficiencia visual grave o sordoceguera. Desde un enfoque multidisciplinar se expusieron experiencias y buenas prácticas en la adquisición de autonomía personal en la ONCE y se habló de la autonomía desde diferentes perspectivas externas y desde un testimonio motivacional.
Maestros, técnicos de rehabilitación, psicólogos, trabajadores sociales, promotores de braille, profesores, coordinadores de animación Soiao Cultural y Deportiva, pedagogos, entre otros profesionales del ámbito educativo y de los Servicios Sociales de la ONCE, han tenido un marcado protagonismo en este encuentro que inauguraron el pasado día 25 la consejera general y coordinadora de Políticas Sociales y Consejos Territoriales, Ana Díaz, y la directora de Autonomía Personal, Tecnología y Accesibilidad y del Centro de Tiflotecnología e Innovación (CTI), Mari Carmen Millán. El delegado de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, Cristóbal Martínez, y la presidenta del Consejo Territorial, Isabel Viruet, asistieron también a la inauguración.
En la clausura, el viernes, participaron el director general adjunto de Servicios Sociales para Personas Afiliadas, Andrés Ramos, y el director de Educación, Empleo y Braille, Francisco Román. Y en representación de Andalucía asistieron también el delegado de la ONCE y el vicepresidente del Consejo Territorial, Fermín Navarro.
David Casinos Sierra, atleta paralímpico, afiliado a la ONCE, bajo el título “Si no encuentras tu camino, ¡háztelo!”, realizó una charla motivacional en la que contó cómo la autonomía personal desempeñó un papel fundamental en la percepción de sí mismo como persona con discapacidad capaz de desenvolverse por sí misma y el ajuste a su nueva realidad tras quedarse ciego.
En una de las mesas redondas –‘Construcción de la autonomía: diálogo entre la filosofía, la psicología y la sociología’, intervinieron José Miguel Valle, filósofo, docente e investigador con una larga trayectoria en las interacciones humanas, con una profunda reflexión sobre la ética, la inteligencia emocional y la bondad; Agustín Huete, doctor en Sociología por la Universidad de Salamanca con especialización en investigación sobre personas con discapacidad, en ecología humana y sociología de la empresa y Sacramento Pinazo, doctora en Psicología por la Universidad de Valencia, con una amplia experiencia en psicología social, envejecimiento activo, gerontología y atención a la dependencia.
En este encuentro los profesionales debatieron y reflexionaron en pequeños grupos y compartieron en el plenario diferentes experiencias con sus compañeros en torno a múltiples perspectivas o ámbitos de la autonomía personal: trabajo con familias, transición a la vida adulta, currículo escolar, tecnología y competencias digitales, modelos de intervención profesional, vida cuotidiana, consecuencias de la sobreprotección, interculturalidad, habilidades sociales, o intervención con personas con sordoceguera, entre otros aspectos.
La familia, fundamental
En este marco, los expertos definieron la autonomía como la capacidad de tomar decisiones sobre la vida propia (autodeterminación) y las acciones que se precisan para ejecutar esas decisiones (independencia). “La autonomía es transversal y constituye una herramienta de la autoestima -destacaron-. Cuando nos sentimos autónomos, nos sentimos mejor con nosotros mismos. En este sentido, es importante celebrar los logros alcanzados”.
También se destacó el papel “fundamental” que ejercen las familias para propiciar la autonomía. “Son muy importantes las dinámicas o jornadas donde participan usuarios y familias, puesto que se fortalecen vínculos, las familias interaccionan, se retroalimentan, aprenden modelos”, sostienen. También juzgan importante respetar los límites de las familias y no forzarles. En definitiva, implicación activa de las familias en la búsqueda de la independencia sin sobreprotección.
A juicio de los profesionales, hay que tener en cuenta que hay familias con discapacidad con hijos sin discapacidad a los que también hay que dotar de herramientas para propiciar su autonomía. En sentido destacan que todos los roles profesionales son importantes en el desarrollo del proceso de autonomía y consideran “imprescindible” una buena coordinación de dichos profesionales, emplear un mismo lenguaje y no dar mensajes contradictorios.
La autonomía debe trabajarse desde la infancia, adquiriendo hábitos y adaptándose a los diferentes ritmos. Es otra de las ideas fuerzas que sale de este encuentro nacional. Se debe trabajar para la autodeterminación y autoeficacia; es importante la socialización; las experiencias fuera del entorno familiar favorecen la autonomía y la toma de decisiones; la educación sensorial es fundamental para reconocer el entorno; y hay que tener en cuenta la autonomía como área transversal en el desarrollo curricular y contemplarse en los diferentes documentos de centro.
“En general, los modelos educativos actuales no están favoreciendo la autonomía”, reconocen, a modo de conclusión. “Los sucesivos cambios de profesionales en los centros educativos no favorecen la continuidad y consolidación del trabajo en materia de autonomía con el alumnado y se debe primar la calidad a la cantidad”, subrayan. En este sentido consideran mejor adquirir pocos objetivos que trabajar muchas cosas y no adquirir ningún objetivo y a justar el programa a la persona y no la persona al programa.
Pasar a la acción
Los profesionales de los Servicios Sociales y Educación de la ONCE consideran necesario “pasar a la acción” y no conformarse solo con la teoría. Y reconocen que, al partir de un modelo de persona con discapacidad visual idealizado, esto genera presión en los profesionales y los usuarios. “Debemos transicionar de un modelo multidisciplinar a un modelo interdisciplinar y para ello poner a la persona en el centro, atender a sus intereses, valores y proyectos de vida”, afirman.
Abogan además por evitar la sobreprotección de los profesionales, algo que ocurre cuando se hace más de lo que tocaría hacer. “Es importante la sensibilización y la formación de los profesionales y la divulgación de proyectos y acciones llevadas a cabo tanto a nivel extorno como de ONCE”, explican. En su opinión, la tecnología no suple al resto de factores que conllevan la accesibilidad. No solo leer un rótulo con las TIC, también en braille. Información accesible en diferentes códigos. “Una sociedad inclusiva debe pensar en todos desde el inicio”, reclaman. Y consideran también importante conocer cuál es el concepto de autonomía del usuario para partir de esa base en la intervención y tener en cuenta la multiculturalidad a la hora de trabajar la autonomía.
“Este tipo de encuentros son super enriquecedores para compartir, crear sinergias y mejorar en pro de la calidad del servicio que prestamos a los afiliados”, destacó tras la clausura Andrés Ramos, que estuvo acompañado por el delegado de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, Cristóbal Martínez, y por la presidenta del Consejo Territorial de la ONCE, Isabel Viruet.