FIRMA INVITADA: Domi del Postigo, presidente del Consejo Audiovisual de Andalucía
Aterrizando en la pista CAA 2022
De trenes que pasan, que paran y se cogen o habitualmente se pierden está llena la vida. Para el recién nombrado en Consejo de Gobierno presidente del Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) cuando ahora me enfrento a estas letras, el tren que me llevó hace casi 40 años al mundo de la comunicación y el periodismo me dejó hace apenas dos semanas y media en un aeropuerto desde el que podía volar a la altura de un cargo electo. Para un niño de barrio, es volar vivir el sueño de ser elegido por abrumadora mayoría en el democráticamente sagrado salón de plenos (en realidad una capilla del siglo XVI) del mismísimo Parlamento; el sueño de haber jurado días después como consejero en mi nombre en voz alta, pero en el íntimo nombre de mis humildes padres ya fallecidos, por mi conciencia y honor, cumplir con las obligaciones del cargo (“los cargos con su cargas, hijo”, decía a veces mi madre) …
Haber dejado atrás y casi de la noche al día mi voz en la radio, mi firma y mi presencia en los medios de comunicación a los que he dedicado mi vida, para aceptar el honor de presidir el consejo de autoridades que debe defender a la sociedad de los posibles abusos que a través de esos medios y su vertiginosa reinnovación tecnológica puedan cometerse, es algo que trato de aparentar que no sigo digiriendo. No sé si con éxito. La necesaria ritualización administrativa del estado de Derecho cuando funciona al más alto nivel, algo de lo que estoy siendo todavía sujeto en estos días y a lo que no he tenido tiempo no ya de acostumbrarme, sino de no asombrarme -y todavía me falta la toma de posesión en San Telmo- me resulta fascinantemente abrumadora.
Claramente, sigo aterrizando. Sólo entrar en el despacho de la presidencia del CAA, al que aún me cuesta referirme como “mi despacho”, es como una turbulencia en pleno vuelo. Tras tanta emoción en el formidable edificio del Parlamento andaluz, el antiguo hospital de las cinco llagas, en la Macarena, probablemente el más hermoso de los edificios institucionales de toda España, este malagueño está aterrizando ahora en Triana, en el edificio que ocupan las personas que componen la relación de puestos de trabajo y los consejeros y consejeras del CAA, en la calle Pagés del Corro 90.
Que ese domicilio se conozca aún más por la sociedad a la que se debe; que el órgano de extracción parlamentaria que es el CAA, cuya ley de creación de 2004 está al más alto nivel jurídico con rango estatutario, se centre en la demostración permanente de su necesaria utilidad, con el máximo nivel de transparencia y trabajo (la mejor vacuna contra las lejanías y los descréditos políticos entre los administrados y las administraciones que pagan), está entre las obsesiones de este modesto pasajero del destino que aún vuela aterrizando en el cargo, con absoluto respeto y valoración, de quienes me antecedieron en esta responsabilidad.
Y así escribo estas líneas que tan generosamente me ofrece publicar el boletín de la ONCE (con cuya comunidad seguiré relacionándome aún más, preocupándome en la defensa de la imagen del colectivo de la discapacidad en Andalucía y su accesibilidad a los medios de comunicación desde este nuevo destino) y a cuya generosidad me debo desde aquel día que en sus instalaciones en Sevilla se me entregó el Premio CERMI Andalucía.
Así escribo estas líneas, feliz, humilde y prudentemente embarcado en este viaje por las alturas, aún aterrizando en la pista CAA 2022 el pasajero que vivía y trabajaba mirando y vigilando desde abajo a quienes asumían cargos como éste.
Domi del Postigo
Presidente del Consejo Audiovisual de Andalucía
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