EN PRIMERA PERSONA: Lete Ortega, escultor, ceramista y pintor
Su vida ha sido un caminar continuo, primero por la Sierra de Cádiz y Grazalema, que se conoce al dedillo, y las playas más vírgenes, cuando lo fueron, de Cádiz, esa arena tostada y el cristalino aturquesado de lugares de ensueño como Bolonia, Atlanterra o Caños de Meca. Playas de luz y montañas rocosas que marcaron un principio y una forma de entender la vida que continuó después, desde hace casi ya una década, por las tierras de Almería y el Cabo de Gata. Esos paisajes, la naturaleza, el mar y la mujer han perfilado y definido toda la obra de Lete Ortega (Jerez, 1958), una búsqueda incesante de la textura que la materia oculta. Escultor, ceramista, pintor, restaurador, artista de las Bellas Artes, ahora que Lete ve desdibujado su entorno por la falta de visión, ahora es cuando más libre se siente para crear. | LUIS GRESA