EN PRIMERA PERSONA: Margarita Rosado, pensionista
Margarita Rosado (Cuevas del Becerro, Málaga, 1947), nació sin visión en el ojo izquierdo y a los 18 años perdió también la visión del derecho. En plena Transición, año 76, inició su actividad laboral como vendedora de la ONCE en Málaga. A los 40, se quedó viuda con un hijo de siete años y, después de casi tres décadas como vendedora, ha superado con éxito una nueva barrera en su vida, adaptarse a sus implantes cocleares para mitigar su sordera total. Ha sido una activista del sindicalismo, siempre rebelde, siempre combativa, una mujer tan apasionada de la política como decepcionada de los políticos. Puro coraje. | LUIS GRESA