FIRMA INVITADA: Lucía González, maestra del equipo educativo la ONCE en Granada

Inmersos de lleno en pleno verano, la maestra del equipo educativo de la ONCE en Granada, Lucía González Moya, se asoma a nuestra tribuna de Firma Invitada para recomendar a los alumnos cómo disfrutar de unas buenas vacaciones sin desconectar del todo con los valores del aula y ayudar de paso a que la vuelta al cole en septiembre sea mucho más llevadera.

   CÓMO EVITAR UNA INSOLACIÓN DE OCIO ESTAS VACACIONES:

   Recomendaciones de una maestra para disfrutar sin desconectar   

Por fin llegaron las vacaciones de verano y ya huele a playa, a salitre y a cloro de piscina. Guardamos las mochilas de clase y nos disponemos a disfrutar de nuestro merecido descanso. Al igual que reservamos un pequeño espacio en la maleta para una crema solar que nos proteja de los excesos del sol, debemos procurar también un breve espacio para mantener las habilidades adquiridas durante el curso y no sufrir una “insolación” por ocio.

Tanto sobrecargar con tareas escolares a los niños durante sus vacaciones de verano como dejarlos abandonarse a su libre albedrío parece igual de desaconsejable. Es algo que he constatado como docente y como madre a lo largo de más de treinta años (soy maestra del Equipo de Apoyo a niños ciegos y deficientes visuales de la ONCE de Granada y madre de dos hijas).

En mi opinión profesional, no se trata de privar a nuestros hijos o a nuestros alumnos de relajarse: es justo conceder una recompensa, en forma de descanso, a su esfuerzo durante el año escolar, especialmente teniendo en cuenta las dificultades visuales que presentan. A todos ellos, antes de nada: enhorabuena. Tanto si los resultados académicos han sido buenos como menos buenos, sabemos el gran trabajo que han hecho a lo largo del curso: utilizar un código de lectoescritura diferente, como es el braille, adaptarse al uso de las nuevas tecnologías o lidiar con actitudes poco inclusivas dentro del entorno escolar (por fortuna, cada vez menos frecuentes) supone un sobreesfuerzo al que sus compañeros de clase no tienen que someterse. Insisto en que ahora les toca descansar y disfrutar de todas esas cosas que metieron en el cajón de “para cuando llegue el verano”.

No obstante, y con objeto de evitar que los niños desconecten totalmente estas vacaciones, a continuación, planteo algunas recomendaciones para que la vuelta al cole en septiembre sea un poco más llevadera:

En primer lugar, y como el día es muy largo, propongo elaborar un horario semanal. Un horario que incluya actividades de ocio, actividades deportivas y tareas educativas, sobre todo si ha quedado alguna asignatura pendiente. También contemplaremos el uso de las tecnologías, pero evitando el uso excesivo, ya que, aunque es una herramienta muy útil, también puede ser adictiva. Será un horario flexible, que se pueda modificar en cualquier momento, porque los imprevistos en verano son frecuentes. De esta manera tendrán momentos de diversión y momentos en los que podrán reforzar habilidades y contenidos que han trabajado durante el curso.

También aconsejo tener siempre un libro a mano, porque, como decía Umberto Eco, leer alarga la vida (nos permite vivir, además de nuestra vida, las vidas que hay encerradas en los libros). Aunque Eco estuviera hablando de manera metafórica, la ciencia ha demostrado los incontables beneficios que la lectura nos reporta (estimula la creatividad y ejercita la memoria, entre otras ventajas). En pocas palabras: la lectura es a la mente lo que el deporte es al cuerpo. En la aplicación Club ONCE podrán encontrar nuestros alumnos un sinfín de títulos con los que deleitarse este verano. Y ya que hablamos de esta aplicación, también les recomiendo que se sumerjan en ella para descubrir todas las películas audiodescritas de las que podrán disfrutar, muchas de ellas muy actuales.

No podemos olvidar que este es un buen momento para fomentar las relaciones sociales. Aunque se deben propiciar a lo largo de todo el año, es cierto que las vacaciones son un periodo ideal para ello, ya que nuestros alumnos disponen de más tiempo libre para hacerlo. Ahora toca reencontrarse con amigos que conocieron en sus destinos vacacionales años anteriores (en la playa, en el pueblo, en los campamentos de verano…) sin dejar de estar en contacto con los compañeros de clase con los que han convivido todo el año. Dependiendo de circunstancias tales como la edad o la distancia, les animo a que busquen momentos de encuentro, preferiblemente de manera presencial (una excursión, una merienda, una visita cultural…) o que recurran a las redes sociales si no se puede en carne y hueso.

Por último, recomiendo a nuestros alumnos que disfruten de momentos de calidad. Durante el curso, están sumergidos en una vorágine de tareas escolares, refuerzos educativos, actividades extraescolares de idiomas, música, deporte… que les hace difícil saborear el tiempo libre. Con el verano llega el momento de disfrutar de ese tiempo libre, libre de estrés y de responsabilidades. Será el momento de dedicar más tiempo al deporte, a practicar esos hobbies que dejaron aparcados, a estar con la familia (seguramente en estas fechas podrán convivir con familiares que no han visto durante el curso como tíos, primos o abuelos), a ejercitar esas habilidades para las que nunca sacaron un hueco durante el curso (cocinar, usar algún aparato informático, algún instrumento musical, etc.).

Hay una expresión en inglés que dice to rest is to rust, “descansar es oxidarse”. No queremos que las habilidades académicas de nuestros niños se oxiden por abandonarse: queremos que den contenido a sus vacaciones conciliando el ocio y una razonable actividad productiva.

Lucía González Moya

Maestra del Equipo Educativo de la ONCE en Granada