EN PRIMERA PERSONA: Joaquín Crespo, cantautor

Secciones: Entrevistas Secciones: Vendedores
Entrevista al cantautor malagueño, vendedor de la ONCE, Joaquín Crespo

A Joaquín Crespo (Málaga, 1985) le ha gustado cantar desde pequeño. Cantar, escribir y dibujar. Siempre ha tenido arte en la cabeza. De repente, un accidente con la moto lo cambió todo. Ocho intervenciones quirúrgicas en seis años de baja y una discapacidad física sobrevenida torcieron definitivamente el rumbo de su vida. Emergió otro Joaquín. Entró en la ONCE como vendedor, recuperó su guitarra y brotó el artista y compositor que llevaba dentro. Hoy, el cantautor malagueño se desnuda en cada canción para declararse al amor o plantar cara al desamor, para compartir sus miedos y su dolor, o para ahogarse en su barro y soñar despierto. Y lo hace con la timidez y la humildad de los grandes artistas. Las suyas son ‘Canciones sacadas del cajón’ de toda una vida. Y el suyo es, como su último videoclip, un Corazón Valiente.

 

  “Simplemente quiero compartir mis canciones”  

 

Joaquín, ¿cómo empezó todo? 

Pues prácticamente de chiquitito. Siempre canto y siempre he hecho mi ratito en casa pero ya más serio cuando tengo un accidente de moto a los 23 años. Ahí empiezo a darle más atención a una guitarrita que tenía en casa.

Antes de ese accidente, las canciones ¿formaban parte de su vida?

Cantaba mucho sobre todo en casa obviamente y, bueno, en las fiestas, cada vez que iba a una fiesta terminaba canturreando siempre un poquito, pero todo muy aficionado. 

¿Qué escuchaba? 

De todo, de todo, desde fandangos, bulerías, música más moderna, rap, de todo. 

¿Se identificaba ya con algo?

No, en ese momento simplemente cantaba lo que iba escuchando carnavales que ponía mi padre en casa, por Camarón, por Tijerita, estoy hablando hace muchísimos años, y rap también tenía muchos amigos que bailaban eso y yo escribía mis cosillas, rapeaba y bueno, de todo un poco.

¿Antes del accidente, ya escribía canciones? 

Tenía dos o tres canciones escritas, pero sin instrumento. Era un poco todo de cabeza y de oído. 

Su punto de inflexión fue ese accidente.

Trabajaba en el Meliá Costa del Sol. Iba al trabajo y tuve una caída con la moto, me cayó encima de la pierna con muy mala suerte porque realmente no fue aparatoso. La luxó muy agresivamente. Pero al final fueron 8 operaciones durante 6 años de baja y me discapacitaron. Lo que venía siendo para el puesto de trabajo y eso por ley era el 33%. 

¿Costó asumirlo? ¿Cómo gestionó ese cambio en su vida?

Primeramente muy bien, porque yo jugaba bastante al fútbol, había escuchado esta lesión, pero claro deportivamente, es mucho más light que cuando te cae una moto encima de tantos kilos. Entonces sí tenía en la cabeza recuperarme para volver a jugar al fútbol. Solo que a raíz de la primera o segunda operación, seguía habiendo problemas. Aun así seguía pensando siempre en la recuperación, en una vida totalmente normal hasta que empezó a complicarse con las infecciones hasta el punto de que a los 5 años casi se nombra un poco la posibilidad de amputación incluso. Pero bueno, se ve que vino aquí un doctor caído del cielo que me limpió bastante bien y se me quedó bien, pero discapacitado. 

El carnet de discapacidad de persona con discapacidad oficial ¿marca en algo?

No, yo diría que no, lo llevo con bastante normalidad, ni para bien ni para mal, todo bien.

 

“Cuando sufres las canciones salen solas”

Joaquín con su guitarra en primer plano y el fondo de la playa de La Malagueta

Joaquín Crespo ha compuesto más de 50 canciones que todavía no ha sacado aún de su cajón | Reportaje gráfico: Alex Zea

¿Cómo es el Joaquín que sale del accidente?

Bueno, me convierto en una persona mucho más sensible, porque empiezo a valorar un montón el día de hoy, el presente  más que el futuro, antes siempre iba planeando. Ahora vivo muchísimo más el día a día. Y me vuelvo mucho más sensible. También pierdo a mi padre justo al año siguiente y me voy convirtiendo en una persona mucho más sensible. Escribo con mucha más sensibilidad y empiezo a valorar toda la vida en general muchísimo más que antes. 

¿Cree que hay que sufrir para componer o eso es un tópico? 

Hombre, cuando sufres las canciones salen solas la verdad, pero cuando estás feliz también, a veces cuesta un poquito más encontrarlo pero también salen. 

Y más de un desgarro emocional. 

Claro, con el tema de mi padre, le he escrito muchísimo, escritura libre, tengo de él muchísimo desahogo. Tengo tres canciones. Una que nunca salió. Otra que está en ‘Canciones sacadas de un cajón’ y otra más, es que cada 2 por 3 me sale una canción de él porque lo he hecho muchísimo de menos en mi día a día.

Diría que en su caso, la música ha sido terapéutica.

Totalmente, totalmente, no tengo ninguna duda. A mí la música me ha curado. Yo todo lo que no he contado lo he cantado y eso es como cuando vas realmente a un psicólogo. Al final lo que hace es contar y desahogarte. Aquí con la música lo que hacía es cantarlo y contarlo a la vez, ayuda muchísimo. 

¿Cuándo decide sacar del cajón la primera canción? 

¡Me pilla lejos, eh! Yo saco canciones, las voy componiendo y las primeras canciones las grabo con 27 años así ya algo más serio, pero no llegan a salir porque empiezo a trabajar en la ONCE y lo aparco todo. O sea, hay tres o cuatro temas grabados que nunca llegaran a salir, eso sí que nunca han salido. Y después ‘Canciones sacadas del cajón’ salen hace dos tres años. Cuando lo saqué apenas lo pude mover y hora es cuando estoy reactivándolo todo y grabando temas nuevos.

Sufrió ese accidente en 2009 y entró en la ONCE como vendedor en 2015. En ese intervalo de tiempo, ¿cuándo empieza su proceso creativo? 

En el 2009 empecé a componer muchísimas canciones y voy creando, voy creando, pero no las voy sacando, y tengo un montón de canciones.

Entre 50 y 80 ha dicho en alguna entrevista.

Probablemente, es que no las cuento, pero sí, sí, y unas pocas más que son de aprendizaje, que se quedan ahí, esas no las tengo como canciones, pero sí que lo fueron en su día.

 

“El amor y el desamor es lo que más me inspiran”

Primer plano de Joaquín sonriente con su guitarra al hombro

El malagueño considera “un lujo” que su voz y su melodía recuerde a Manuel Carrasco

¿Y cómo se plantea el proceso de crear una canción? ¿Hay una planificación previa? ¿Es todo improvisación?

No tengo un protocolo la verdad. A veces escribo, pero sí que lo intento escribir, digamos dentro de una estructura, y otras veces creo música. Otras veces en mi cabeza crea una canción con letra y música y la grabo corriendo en el móvil. Después lo que hago es sentarme con ellas a trabajarlas obviamente a cambiar palabras, a que suene mejor la melodía, pero muchas veces nace solas así. Y bienvenidas. 

O sea, a veces viene el texto primero y luego viene la música, y otras al revés.

Sí, sí literal. A veces en 20 minutos ha salido prácticamente la canción y esos son los días que te vas diciendo ¿y esto por qué? 

¿Qué le que te inspira más? 

El amor, el desamor al final es lo que vivimos desde que nacemos siempre andamos buscando inconscientemente esa pareja, siempre estamos liados y yo creo que el amor y el desamor al final todo anda por ahí. Después, obviamente  un montón de cosas. Enfermedades, personas mayores, familiares que se van.  En lo nuevo que estoy grabando hay bastante amplitud, no solo amor y desamor,  a los miedos, a las metas, todo eso.

¿Qué miedos tiene? 

Hay un montón. Primeramente soy una persona tímida y eso hace que muchas veces me imagine muy oscuro al público. Yo soy una persona que empatizo mucho con el de enfrente, soy muy exigente también, quiero que quede todo genial como me gustaría a mí. Entonces eso al final me crea esa inseguridad, por así decirlo. Y eso pues conlleva también un poquito a los miedos y tal pero bueno, se sobrelleva. 

¿Y la masa del público inquieta mucho o prefiere un directo más cara a cara? 

Pues he tenido la suerte de vivir las dos opciones. Cuando hay mucho público normalmente los escenarios son más grandes y tiene mucho foco apuntándote, entonces hacia fuera prácticamente no ves mucho. Te quedas con tu historia que estás contando y con los compañeros que llevas a los lados, como mucho la primera o segunda fila. Y los locales pequeños, donde yo los vea a todos, para mí impacta más, es más guay. A mí me gusta también ver la sonrisa de la gente, las caras, ese disfrute, la verdad que está genial. 

¿Por cómo empezó y a dónde ha llegado, a qué artista admiras más?

Pues tengo dos. A mí Manuel Carrasco ha sido siempre mi referencia desde Operación Triunfo por sus canciones con su guitarra, me han llamado muchísimo la atención, me inspiraba bastante. Y otro es Antoñito Molina, que es un chico de Rota. Tengo la suerte de decir que es mi amigo. Y es un chico que fue muy valiente a la hora de salirse del camino que lo tenía prácticamente todo hecho para luchar por sus canciones. Y la gente ahora le está gustando y le están valorando. Es un luchador nato, un trabajador y un currante. 

Sus canciones llevan de alguna manera a las suyas.

Mucha gente me ha dicho que les recuerdo a ellos. Para mí es un placer y un lujo. 

¿Ha soñado alguna vez con un éxito así? 

No, sinceramente, no. Nunca. Yo tengo un poco ese pudor, siempre pienso que no valgo mucho, que no canto tanto, que no compongo tanto. 

Eso tendrá que dejar que lo decida el público, ¿no?

Sí, supongo, pero es como decir ¿cómo voy a ser si yo  tampoco canto tanto? Pero parece que sí, que a veces que gusta. 

 

“Intento disfrutar la vida a cada instante”

Crespo en la playa de La Malagueta

El cantautor malagueño reconoce que hace las canciones “como las intento ver en mi cabeza”

¿Cuesta mucho definir un estilo propio dado como está el panorama musical en España? 

No lo sé, porque yo directamente no lo busco, yo hago las canciones como me salen y como las intento ver en mi cabeza. O sea, toda la preproducción de todas mis canciones se la intentó explicar al productor y hacemos como una preproducción de todas mis ideas, porque si no, no quiero eso. Me ha pasado alguna vez que he entregado un tema y lo han producido y cuando me ha llegado no era mi canción. Entonces desde hace muchos años me dedico a preproducirlo con el productor, explicarle realmente cuáles son mis ideas, de cómo nacen en mi cabeza. Después obviamente tienen su vía libre para para hacer también sus cosas pero siempre dentro de una línea que yo veo en mi cabeza, porque si no, no serían mis canciones. Yo hago lo que a mí me nace en la cabeza.

¿Nunca se ha planteado componer para otros? 

Sí, pero no es fácil. En este mundo después muchas veces te quieren cambiar tres frases y quedarse con parte de los derechos con tres frases ¡y el tema es tuyo! Prefiero apartarme. 

No le seduce la industria discográfica.

No, nada. La he visto de cerca y la verdad es que no, prefiero ahora mismo ir un poquito por libre y a dónde un poquito la vida me lleve, pero tengo mi trabajo, soy feliz, tengo mi pareja, mi familia, mi vida, y ahora mismo simplemente quiero compartir mis canciones. 

Dice que está en fase de reactivación de recuperar lo aparcado.

Sí. Siempre digo de subirme un poquito al tren, no me importa la velocidad que lleve. Ese paso cuando estás en el suelo y en la vía ya en el tren, ese escalón, subirme ahí, y el tren que vaya a la velocidad que quiera ir, pero sentir que estoy ya subido. 

Diría que está en un buen momento como Nebulossa.

Yo estoy en la vida, yo no sé si es buen momento malo, intento disfrutarla a cada instante. 

Las redes sociales en su caso, ¿ayudan o perjudican?

Bueno, es una ventana gratuita y un espejo al que mirarte también. No soy yo el más activo en las redes sociales, pero poco a poco. 

¿Qué será lo siguiente? ¿Qué viene después de ‘Canciones sacadas de un cajón’?

Ahora estoy grabando cinco temas nuevos, bueno seis con el himno malaguista que hice. La primera se será ‘Empezar de cero’ que es un tema inédito, que estará ya en agosto. Como no tengo una discográfica que vaya por detrás empujando, pues es cierto que no tengo una escaleta de cuándo, pero pronto aparecerá ‘Empezar de cero’ y a los próximos meses volveré a sacar otro tema, y así durante este tiempecito vamos a estar escuchando canciones nuevas. 

“Mi ambición es ser feliz”

Joaquín Crespo junto a su quiosco de la ONCE

“Sonreír es fundamental para ser un buen vendedor de la ONCE”, afirma Crespo

¿El quiosco también inspira para componer? 

El quiosco hay momentos que te da para componer si, a mi como me nacen cosas, pues las grabo allí también. Al tener el móvil es más accesible a la hora de poder grabar rápido. 

¿Qué aprecia más de su trabajo como vendedor de la ONCE?

Lo mejor en el día a día, el contacto con la gente, los días no suelen ser iguales. Conocer a muchísima gente, la ilusión de muchísimas personas, y esta oportunidad de poder tener un trabajo digno.

¿Cuáles diría que son las claves para hacer un buen vendedor? 

Sonreír. Es fundamental tu actitud y ofrecer, tampoco está haciéndole daño a nadie, estás ofreciendo un juego y la suerte de que te toquen. Se crean muchas conexiones personales con los clientes.

¿Diría que es un hombre con suerte? 

Seguro, segurísimo, seguro, no sé por qué, pero en algún momento siempre tenemos suerte. 

¿Qué cree que tiene Málaga? ¿Qué tanto inspira dado esta? Yo qué sé, Pablo López, Pablo Alborán, Vanesa Martín, Denia Navarro. Que tiene Málaga para que tanta cuna de artistas. 

No sé, la verdad. Yo creo que este clima hace que estés mucho en la calle, que estemos compartiendo muchísima música, muchas terrazas, el Paseo Marítimo. Estoy seguro de que le ayuda a todo el mundo. Intuyo que el clima y el pensar de la gente, están siempre sonriendo y siempre suele haber buen ambiente.

Siempre dice que vivimos buscando el amor y tenemos muchos desamores. ¿Siempre es su principal fuente principal de inspiración?

Bueno, sí, también cuando no es mía, directa, es de algunos amigos que también lo sufre y vienen a contármelo que también me ayuda. Es verdad que yo desde hace muchos años estoy enamorado y muy bien, pero también he sufrido desamores como todo el mundo. Y de todo se aprende. Al final la vida es un aprendizaje. 

Ahí nos igualamos a todos.

Al final es como te las quieras tomar. Todo el mundo se enamora y se desenamora. Todo el mundo sufre un amor correspondido, uno que no es correspondido. Al final es como te lo vayas tomando. Al final hay que quererse uno, creo que queriéndote a ti mismo y teniéndote a ti en valor, eres capaz de dar lo mejor de ti y sacar lo mejor de la persona que tiene enfrente, incluso de los de tu alrededor. 

¿A qué aspira ahora? 

A ser feliz siempre. Yo soy feliz y quiero seguir simplemente seguir siendo feliz. Muchas veces parece que soy poco ambicioso, pero es que mi ambición es ser feliz, que no es poca. 

| LUIS GRESA

Visor de contenido web (Global)

Compartir :

Publicador de contenidos

Podcast - Andalucía podcast

Logo del Podcast

Calendario

Suscripcion

Suscripción

Suscríbete al boletín de Noticias ONCE de la Comunidad de Andalucía
Te informamos de que los datos de carácter personal que nos proporciones al rellenar el presente formulario serán tratados por Política privacidad

Publicador de contenidos