EN PRIMERA PERSONA: Fernando Escalante, dibujante e ilustrador

De pequeño era el que dibujaba bien de la clase. Los volúmenes en el espacio y el dibujo técnico siempre se le dieron bien. Pero Fernando Escalante (Málaga, 1987) no percibe el color. Ve los colores y no sabe cuáles son. Así ha sido de nacimiento. A su falta de memoria de color le añade un poquito de miopía, de astigmatismo, de nistagmo y fotofobia y el resultado es una acromatopsia que distorsiona mucho su campo de visión, un trastorno poco común, que le hace ser un artista “quizá peculiar”, admite. Afiliado a la ONCE desde 1998, de lejos no ve, pero a un palmo del lienzo o el papel, es el rey del dibujo y la ilustración, un artista de primer nivel con un futuro muy prometedor por delante, aunque sea de Málaga y no le guste Picasso. 

    "Aspiro a que me acepten como soy"    

¿Qué dibujabas de pequeño?

De pequeño siempre hacía monigotes, gente en Skype de algún videojuego, o de alguna serie, nada serio. Ya cuando hice Bachillerato hice uno de Ciencias Sociales que tenía Dibujo Artístico. Ahí fue cuando la profesora me dijo que ya no me podía enseñar nada, que dibujaba muy bien. Para aprobar los diferentes trimestres teníamos que entregar al menos tres dibujos cada trimestre y me acuerdo que en 2º le entregué en todo el curso dos y me puso un 10 igualmente, porque los dibujos estaban perfectos.

¿Crees que es una cualidad innata?

Puede ser que sea un don porque mis padres no saben dibujar nada. Parece ser que ese don no es hereditario, sino que a mí me gustaba dibujar y lo he seguido explotando un poquito.

¿Qué formación has seguido?

Después del Bachillerato hice un módulo superior de Administración y Finanzas y como me decían que dibujaba muy bien hacía algún retrato a modo de hobby y luego de 2009 a 2016 estuve en un taller donde la gente iba a dibujar y si tenías alguna duda te echaban una mano. Y como tenía suficientes retratos y paisajes hechos, la gente me decía que hiciera una exposición y la pude realizar. Ahí fue donde la gente me espoleó a estudiar Bellas Artes,  Ilustración o Diseño Gráfico. Y así, pude entrar en la Escuela de Arte San Telmo para hacer Ilustración durante dos años que resultaron estupendos de experiencias, agobios, entregas apuradas, pero, sobre todo, de grandes compañeros. Después vinieron algunos cursillos y un máster en Ilustración Digital y Animación 2D.

¿Por qué el dibujo artístico frente a otras disciplinas de las artes plásticas?

A mí el dibujo técnico me gusta, pero requiere una precisión y yo soy muy lento haciendo las cosas. Se me da bien, pero estoy forzando siempre la vista y me lio al medir. Y en el dibujo artístico eso no pasa, no tiene la precisión exacta que requiere el dibujo técnico. En cambio, el dibujo artístico te da una libertad de expresión que otras disciplinas no tienen, te permite dibujar a tu ritmo, a tu manera, en blanco y negro, a color, en óleo, en lápiz, en boli. En otras disciplinas una cosa es una cosa y de ahí no puedes salir.

¿Cómo definirías tu estilo?

Yo soy siempre me considero realista, me gusta mucho el realismo. No soy hiperrealista, pero sí realista y a veces, de vez en cuando, un poquito impresionista. Pero realista al 90 por ciento.

Muy de Picasso no eres.

Para nada. Para nada. No me gusta nada Picasso. Si acaso Dalí. Pero Picasso no. Me gusta mucho más Antonio López, es una maravilla de artista que tenemos aquí en España. Y para mí un referente que no todo el mundo conoce.

Siendo artista gráfico y de Málaga, que no te guste Picasso suena hasta contradictorio. ¿Por qué no te gusta?

A ver, evidentemente es un genio, y pinta muy bien. El problema es que no me gusta hacia donde derivó porque él de joven pintaba genial, es de los mejores pintores del siglo, pero a mí el Cubismo y el arte abstracto no me gustan. Yo quiero saber lo que estoy viendo no hace falta que nadie me lo explique o darle tú una interpretación. A mí me gusta que la gente vea lo que me han pedido, no una interpretación, que el cliente pueda entender o sepa lo que está viendo.

Eres más de Goya entonces, que fue el gran retratador de su época.

Goya, junto con Velázquez, es uno de los mejores artistas que ha dado España. El primer dibujo que hice al óleo es una escultura suya.

“Lo abstracto es totalmente opuesto a mi idea de arte”

El artista malagueño se declara más de Goya, Velázquez, y sobre todo Antonio López, que de su paisano Picasso

¿Te consideras más dibujante que ilustrador?

Siempre es un poco difícil de definir porque claro, me gusta dibujar. Ilustrar hay veces que no sabes ilustrar; el dibujo infantil me sale muy forzado, me cuesta cambiar el estilo. Soy ilustrador para alguna temática, si es realista mejor que una infantil o una gótica. Yo cómic me puedo defender, pero no soy dibujante de cómic.

No te seduce el cómic.

Me gusta, pero hay que tener una serie de conceptos que mi tipo de dibujo no da. El realismo es más estático, no tiene esa narrativa o capacidad de movimiento que tiene el cómic. Mi cómic no transmitiría movimiento.

¿Qué dibujas sobre todo, retratos, animales, paisajes...?

Con lo que más disfruto es con el paisaje y el retrato siempre en tono realista. Últimamente la gente me ha pedido más retratos de animales que de personas. A mí me encanta dibujar animales y los paisajes, pese a que tardas muchísimo tiempo hacerlos, te da libertad de poner cualquier cosa. El retrato te realiza más porque la gente va a captar más una cara que un paisaje.

¿Y qué te inspira más?

En el actual modernismo todo queda más plano y simple, eso no me llama nada, no me inspira nada, pero un paisaje renacentista, un paisaje gótico, aunque sea más oscuro, me parece mucho más placentero que un estilo modernista de hoy en día. A la hora de hacer un paisaje intento emular lo que te puede evocar un paisaje de aquella época.

Y el mundo que nos rodea ¿qué te inspira?

El mundo que nos rodea a mí no es que me llame demasiado, más allá del mundo en sí, me gustan las personas. Hay multitud de tipos de personas y tú te vas quedando con las que más sumen y más te aporten. Tampoco soy muy abierto, pero con mis amigos lo que sea.

El mundo digital ¿ayuda o distorsiona mucho la realidad?

Las dos cosas. ¿Distorsiona? Sí. ¿Y me ayuda? Bastante. En el mundo digital puedes equivocarte, pero puedes retroceder. Te da la oportunidad de equivocarte para volverlo a retomar rápido. Si yo me equivoco en un dibujo de acuarela adiós dibujo. Si te equivocas en un dibujo digital no pasa nada. Control Z y a volver. No es lo mío. El 90 por ciento de todo lo que tengo es manual, pero sí que me ayuda muchísimo. Todo lo que hago a la hora de entregar lo paso por digital para poder dar el mejor resultado posible.

¿Qué no dibujarías nunca?

Abstracto. Nunca dibujaré nada abstracto. La gente me valora por la fidelidad que yo puedo dar. Abstracto es fiel ¿a qué? ¿A una idea?  ¿A un concepto? Lo abstracto es totalmente opuesto a mi idea de arte. Yo soy partidario de que la gente valore lo que ve, no la idea que yo tengo sobre ese concepto.

¿Cómo te planteas el trabajo artístico? ¿Cuál es tu proceso creativo?

Por lo general, si alguien me pide un encargo hablo mucho con el cliente, intento trabajar de fotos dentro de lo posible, trato de no dedicarle mucho tiempo seguido porque al final la vista se te va cansando y poco a poco eres más impreciso.

¿Necesitas silencio? ¿Música?

Música siempre a ser posible, rock, hard rock y Melody rock. Me encanta, siempre he dibujado con música porque me aísla. Cuando dibujo en la calle me pongo unos cascos para tener mi música siempre.

¿Se puede vivir hoy del dibujo y la ilustración?

Si, pero con mucho trabajo. Yo no tengo un trabajo fijo. Voy por encargos. Pero la gente que trabaja de esto en empresas, son los que menos, tienen un sueldo, pero en Francia por ejemplo cobran el doble.

¿Cuál sería tu aspiración?

Aspiro a que me acepten como soy. Una empresa normal en la que yo podría haber entrado requerían que los colores fuesen precisos. A mí me cuesta horrores abrirme a ofertas de trabajo que no sé exactamente qué esperan de mí. Siendo daltónico no puedo dar la exactitud del color que quieren. Y necesito un sitio que me valoren por el trabajo que hago, aunque sea daltónico.

¿Condiciona mucho la discapacidad?

Salvo por el daltonismo, el resto de las cosas no habría problemas.

Ser daltónico te cierra puertas.

Yo también me las cierro, ¿vale? En la empresa que podría haber entrado no quise entrar. No quiero si no estoy seguro.  

“Quiero ser útil a la gente con lo que sé hacer”

Con lo que más disfruta Fernando Escalante es con el retrato, el paisaje y el ajedrez

¿Cuál sería tu ideal de trabajo?

Ojalá pudiese vivir expresamente solo de esto como un trabajo normal como pueda ser informático, administrativo o periodista. Tener algo fijo, Porque esto de ser tan volátil, con semanas que no paro y otras sin ningún encargo, no me gusta nada.

Has sido durante siete años entrenador de ajedrez en la ONCE de Málaga. ¿Qué te aporta el ajedrez?

Paciencia, saber esperar y saber darle tiempo a cada cosa. Te ejercita la memoria también. En ajedrez es un valor que se valora mucho. Siempre ayuda. Todo el mundo quiere ya, ya, todo ya, y yo necesito el tiempo que requiera cada cosa. Y el ajedrez siempre me lo ha ofrecido, la capacidad de dedicar el tiempo que requiera cada cosa.  

¿Qué tienen en común el ajedrez y el dibujo?

No suelen ir de la mano, porque una cosa requiere mucho cálculo y otra más imaginación, pero sí que requiere esa visión abstracta de ver lo que tú quieres. Tú tienes que imaginarte esa posición en la jugada, en cambio en el dibujo, pese a que no tiene nada de matemáticas, más allá de la geometría que puede tener o una perspectiva, sí que tiene esa capacidad para imaginar situaciones, hacer imágenes desde cero, con el papel en blanco tú te imaginas el dibujo ya hecho. ¿Cómo lo vas a hacer? En el ajedrez pasa eso.

En ambos casos hay una estrategia detrás.

Claro, si quieres llegar a X tienes que pasar por A, por B o por C. Pero en el ajedrez tú tienes muchos caminos, puedes llegar a X desde diferentes maneras, porque a nada que uno de los caminos no te sirva, tienes que descartar los demás porque siempre tienes que pensar que el adversario va a hacer siempre la mejor, no va a ser la que tú quieres. Y en el dibujo, sí que es verdad, que tú piensas de una manera, pero no siempre sale como tú lo has pensado. En el lápiz igual no es el caso, pero en la acuarela tú piensas que lo vas a hacer de una manera y no te sale.

Como jugador profesional ¿por qué recomendarías el ajedrez a una persona ciega?

Primero sobre todo porque es el deporte más adaptado que hay, no hay deporte semejante. El ajedrez lo puedes practicar a los 8 o a los 80, en tu casa o con un amigo que vive en la otra punta del país, encima te ejercita la memoria, haces trabajar al cerebro, te mantiene activo. Hay gente más cualificada y menos, pero si la gente se divierte, ¿qué más da?

¿Y el dibujo también lo recomiendas a las personas con discapacidad visual grave?

También. Si una persona tiene muy poco resto puede intentarlo, aunque sea solo un poquito, la idea de poner mezclar colores, hacer tus formas, no tiene por qué ser exacto, puede intentarlo, aunque no sea preciso.

¿Crees que eres mejor artista por tu discapacidad visual?

La gente piensa que sí, creen que pinto colores que ellos no ven. La gente me valora que los colores que yo pongo dan un volumen que queda curioso y novedoso. Yo por ejemplo el rojo lo veo un color oscurísimo y lo uso para las sombras. A la gente le parece el color más llamativo del arco iris y para mí el que menos.

¿A qué aspiras como artista?

Aspiro a intentar ayudar. Yo quiero ser útil a la gente con lo que sé hacer. Pídeme dibujar, sé hacer lo que sé hacer. Si puedo ayudar sabiendo mis limitaciones, si estoy ayudando a alguien estoy contento, pero si tengo que hacer algo por obligación, no quiero aspirar a algo que no tenga la ilusión de hacerlo. Me gustaría tener algo con lo que estar contento con mi trabajo, sea porque tenga más tiempo o porque me pidan una técnica que sepa hacer.

En Instagram: @n4ndo87

| LUIS GRESA