Todo un icono en Rota

Francisco Javier Rodríguez es uno de los 36 vendedores que la ONCE tiene en Rota. El municipio de la Bahía de Cádiz, situado entre Chipiona, Sanlúcar y El Puerto, cuenta con 30.000 habitantes y triplica la población en verano, pero ahora, ya en otoño, camino del invierno, recupera su verdadero sentimiento de pueblo, con un ritmo mucho más pausado, más alejado de bullas y guiris, y vuelve a ser ese espacio común de convivencia donde todos se conocen y se saludan.

En Rota todos conocen y saludan a Javi, una persona sorda y con parálisis de cerebral de nacimiento, que forma parte ya del paisaje de sus calles blancas. Desde hace 20 años el vendedor coloca su expositor en la esquina de Charco con la Plaza de Andalucía, en el corazón más antiguo del pueblo, y de lunes a viernes, mañanas y tardes, vende encantado los productos de juego de la ONCE. No hay cliente que eche un rato con él antes o después de comprar su cupón o su Rasca. “Es que es muy entrañable y se deja querer”, resume una de sus clientas habituales, María, sonriente, un viernes de Cuponazo.

Enseguida Javi presume de haber dado un premio de 350.000 euros a sus vecinos en 2019.  De hecho, entre sus cupones todavía exhibe el recorte de prensa con la noticia plastificada publicada por el Diario de Cádiz. Y todos los días piensa que puede volver a dar otra alegría de las grandes a los suyos. Es feliz en su puesto. Se le nota. Aunque se le entienda con dificultad, los clientes no escatiman en cariño hacia él. Al contrario, las muestras de afecto son constantes. “¿Qué pasa Javi?”, pregunta alguien que no se detiene a comprar ese día. Y a todos responde con un gesto y con una sonrisa.

Antonio Ávila, gestor comercial de la ONCE en Cádiz, cubre el área de El Puerto de Santa María y Rota, y conoce bien a Javi desde que comenzó la venta.  “Él es una institución aquí, un cliente me llegó a decir que Javier es más conocido que cualquier alcalde que haya tenido la población, que cambia cada cuatro años, y él sigue aquí, perenne en esta esquina, es como si formara parte del mobiliario urbano”, reconoce. Ávila, que ha sido vendedor de la ONCE antes que gestor, asegura que Javier se sabe el nombre de todos y cada uno de sus clientes y se preocupa por ellos. “Lo que le hace especial es el trato que tiene con sus clientes, que se han convertido en amigos, podríamos decir casi que en familia”, subraya. A su juicio su actitud es un ejemplo para toda la red de ventas “por la fortaleza que tiene, es muy valiente todos los días saliendo a trabajar, es un ejemplo de persona ONCE”, señala.

Su maceta, "un exitazo"

Al atractivo natural de Rota se ha sumado un nuevo aliciente para sus paisanos y para los turistas que frecuentan y repiten, año tras año, su destino; los maceteros roteños, una obra del artista local Julio Malvido que ideó en 2016 para rendir su particular homenaje a los personajes más populares y queridos de la población y que han cobrado aún mayor valor tras la pandemia.

Malvido, que trabajó durante años como bibliotecario de la base estadounidense, dedica ahora su tiempo a pintar rostros y paisajes y a dar forma de maceta a los rostros de personas que se han ganado el respeto, el cariño y la admiración de sus conciudadanos. Hasta 70 macetas roteñas ha colgado ya en las paredes blancas del municipio gaditano, una de ellas, desde hace un par de meses, con la cara de Francisco Javier Rodríguez, ubicada en su calle Charco, junto a la maceta de Frida Kahlo, que no tiene vinculación alguna con Rota, pero que el escultor ha querido situarla al lado de la de Javi.

En su proceso, el escultor va recubriendo con unas vendas de escayola, desde la frente por los laterales hasta las orejas y el cuello, para captar los rasgos del rostro. “Como la cara del modelo lleva vaselina, sale muy bien, y con eso se obtiene el molde”, explica. Después lo refuerza, deja que seque bien, mete barro y hace el molde definitivo con los ojos cerrados, que luego pintará, reconstruyendo el cuello. Así lo hizo con su hijo que fue la primerade las macetas. 

El trabajo está resultando tan exitoso que le han llovido encargos privados desde Alemania, Reino Unido, Dinamarca, Francia, y de toda España, y eso sin tener redes sociales, solo a través del boca a boca. Las que coloca en las calles las pone gratis, aunque los encargos personalizados los cobra. “La maceta de Javier ha sido un exitazo porque como es tan querido”, reconoce. “Es uno de los personajes más entrañables que hay en Rota, todo el mundo lo conoce desde que se hizo cuponero”, explica el escultor.

“La gente me aprecia mucho”, admite orgulloso el vendedor de la ONCE, entre un cupón y otro. “Esta maceta significa mucho para mí, es que me quieren y yo les quiero a ellos”, añade feliz. “Todo el mundo me quiere mucho porque yo confío mucho en la gente de Rota”, matiza. Y no tiene pudor en reconocer que si él cuenta con una maceta “es que soy muy importante en Rota”, se ríe.

“Este homenaje parte del pueblo y da a entender hasta qué punto Javier es una persona importante y querida en el pueblo -concluye Antonio Ávila-. Aquí no se pone a uno por ser un cargo sino por tener un carácter muy humano y a eso a la gente del pueblo le ha llenado y lo tienen aquí como un hijo predilecto. Es un icono en Rota, una persona muy querida”.

| LUIS GRESA