FIRMA INVITADA: Javier Menéndez, director general del Teatro de la Maestranza

Nuestro poder de transformar

Para un teatro, es fundamental sentir el apoyo y la cercanía no solo de sus espectadores sino también de las organizaciones sociales de su ciudad y su entorno. Porque un teatro, acudir a un teatro, sentarse en un teatro, es una forma de hacer comunidad, de sentirnos vinculados por la experiencia común de la cultura, que siempre es una experiencia de disfrute, de formación y de progreso colectivo. Que esa experiencia sea respaldada, apreciada y protegida por la sociedad civil a la que va destinada es crucial. Sencillamente, un teatro que no conquiste y no goce el calor de ese respaldo ni está conectado con su comunidad ni es un teatro vivo.

La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), una entidad ejemplo de modernidad, renovación y dinamismo, vuelve a convertirnos en protagonistas de su cupón, que es un auténtico hit social, una forma extremadamente popular de estar en las manos del gran público a través de unos cinco millones de billetes distribuidos por sus más de 20.000 vendedores. Me gusta mucho la idea de que el Teatro de la Maestranza, en el 30 aniversario de su trayectoria, se roce en las manos de tantas personas que, junto a una expectativa de fortuna, también depositan en ese boleto un compromiso con la formidable actividad social de la ONCE que el cupón financia. También nuestros espectadores, cuando adquieren una localidad, se comprometen, aunque sea por un día, con el proyecto de transformación y progreso social encerrado en la cultura encarnada por el Teatro de la Maestranza. Un cupón. Una localidad. Distintas maneras de encarnar un sueño, ya sea digital o impreso en papel.

Se que tenemos espectadores invidentes, por supuesto. Algunos, muy fieles al Teatro desde hace mucho tiempo. Y, al igual que con todas las personas en situación de algún tipo de discapacidad, hacemos todo lo posible por facilitarles en plenitud la experiencia de acudir al Teatro de la Maestranza. Un coliseo que este año ha elegido “El poder de transformar” como leitmotiv de la temporada es un teatro convencido de la capacidad de la cultura para intervenir socialmente en la comunidad en términos de integración, de no discriminación, de inclusión, de avance y de progreso. Saber que en esa tarea contamos con la fraternidad y el respaldo de una organización como la ONCE nos llena de aliento y de orgullo.

Desde la irrupción de pandemia, y ajustándonos siempre a los vaivenes de la situación sanitaria, estamos demostrando que hacer cultura, ver cultura, es una experiencia segura. Para todos los espectadores, sin distinción alguna. También para las personas ciegas o con discapacidad visual grave. O incluso, este año, para las personas videntes a las que vamos a someter a la experiencia, para ellas radical, de asistir a un espectáculo a oscuras llevándolos hasta los límites de su percepción. El espectáculo se llama Es lo contrario, tiene música de César Camarero y está basado en Los ciegos, una pieza célebre de Maurice Maeterlinck. Viéndolo, probablemente muchos espectadores crucen un umbral y descubran algo que certificó Oliver Sacks y que vosotros conocéis sobradamente: que los trastornos, aún pasajeros, pueden llegar a desarrollar nuevas e insospechadas capacidades. Aún por una hora, será una gran aventura mostrarles a esos espectadores vuestro mundo.

Nuestro teatro es vuestro teatro. En él encontraréis el mismo trato personal y cordial con el que tratamos de recibir a todos los espectadores. Porque no hay muchos espacios públicos donde, como ocurre en el Maestranza, se consagre tanto la igualdad de ser todos ciudadanos en la oscuridad feliz de un patio de butacas. Me gustaría creer que esa es nuestra invisible contribución a vuestra plena integración y absoluta normalidad.

Javier Menéndez Álvarez

Director general del Teatro de la Maestranza