FIRMA INVITADA: Francisco Oliva, rector de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla

El siglo XXI tiene que ser el de la inclusión

Para la Universidad Pablo de Olavide es un orgullo que el cupón del día 25 de enero esté dedicado a nuestro 25º Aniversario. En esta fecha, conmemoramos el Día de la Universidad, que este curso será especial con motivo de la efeméride que celebramos bajo el lema ‘Olavide, x25+’ con el objetivo de agradecer a todas las personas, entidades e instituciones que han hecho posible los primeros 25 años transcurridos desde que fue creado nuestro campus en 1997.

En la UPO, como nos referimos a ella quienes la vivimos de cerca, presumimos de un marcado sentido de comunidad porque aquí, no solo se han construido profesiones, sino también vidas. Y se ha hecho bajo el prisma de unos valores fundamentales que ha promocionado la institución desde sus orígenes: docencia de calidad, excelencia investigadora y compromiso social.

La Olavide se ha consolidado en menos de tres décadas como una universidad pionera, cercana, flexible, con un campus único que supone un modelo para otras instituciones europeas y que es referente por su apuesta en el ámbito social, lo que se refleja de manera determinante en sus Estatutos y en los distintos Planes Estratégicos aprobados a lo largo de su historia.

Para ello, caminamos de la mano de las entidades del tercer sector, como es el caso de la Fundación ONCE, con la que este mismo año hemos firmado un convenio de colaboración con el objetivo de avanzar hacia una universidad y una sociedad más inclusiva y trabajar en la mejora de la igualdad de oportunidades, la accesibilidad universal y la no discriminación de todas las personas. En definitiva, tenemos unos valores compartidos que nos han llevado a aunar esfuerzos en favor de las personas con discapacidad.

El siglo XXI tiene que ser el de la inclusión. A la introducción de cláusulas de contenido social en la contratación pública y el impulso a un reglamento interno sobre medidas de acceso de las personas con discapacidad a los cuerpos docentes, investigadores y de la administración y servicios, sumamos nuestro trabajo para conseguir una mayor presencia de alumnado con discapacidad en la educación superior.

El diagnóstico de la situación de las personas con discapacidad estudiando en las universidades andaluzas arroja un 1,4%, un dato que hay que revertir porque los estudios superiores suponen mayores posibilidades de empleo y, por tanto, de vida autónoma. Desde las instituciones académicas, tenemos el deber moral y legal de abordar la realidad de la discapacidad a través de un enfoque multidisciplinar y transversal, como recogen los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Este ha sido el camino de la UPO durante 25 años y lo seguirá siendo con este equipo de Gobierno y con los que lleguen, porque así lo enraizó en el corazón de esta universidad nuestra primera rectora, Rosario Valpuesta. Es lo que somos y lo que nos ha hecho alcanzar nuestras metas.

De otra forma, la UPO no sería la UPO.

Francisco Oliva

Rector de la UPO