EN PRIMERA PERSONA: Raúl Martínez, ‘El Ciego del Rapper’

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“La verdad duele”

Empezó pronto, desde chico, atraído por la música negra y el jazz. Y a los 14 años encontró ya en el rap una vía de escape para huir de un mundo que no le convence. Y ahí sigue, siempre de frente. Raúl Martínez (Almería, 1974) es un ser profundo, un poeta urbano que se rebela contra las superficialidades de esta sociedad a un ritmo armónico y provocador, cargado de mensajes que escuecen, porque las verdades arrojadas a la cara, aunque sean cantadas, escuecen de verdad. Él llama música de sentido común a lo que sería la canción protesta de este siglo tan raro, letras cargadas de valores que desnudan la hipocresía y demagogia de tantos. Es tan frágil por dentro como duro por fuera. Es ‘El ciego del Rapper’, un rapero único, y no porque sea ciego. 

Raúl, ¿cómo empezó todo?

Desde chico, desde que tengo uso de razón siempre me ha atraído la música negra, el jazz, el rap, todo lo influyente. Y aunque no entendía, lo que decía me atraía la música. A los 14 o 15 años empezó todo.

¿Y qué es lo que más te atrae?

Aparte de las instrumentales que se puede llegar a producir, sobre todo la letra. Mucha gente confunde lo que es el rap con delincuencia o con lo malo, pero es que lo malo también está en la política y en la sociedad. A mí, las letras del rap me han dado muchos valores. Es un tipo de música que molesta a los que tienen algo de influencia en esta sociedad porque se dicen las cosas claras, se reivindica, se lanza un mensaje, es una canción protesta, cosas que la mayoría de las músicas no hacen. Siempre es ‘te quiero mucho’, ‘te echo de menos’ y baila y muévete, en ese rollo, un poco para que te muevas sin escuchar la letra. La letra es lo que más me ha atraído siempre, la letra. Aunque empecé con rap americano que no entendía, pero la manera de rapear me molaba. Y en rap español hay gente que tiene muy buenas letras y aprende uno mucho de la música. Te inculca valores, principios, respeto hacia lo demás, aunque no se comparta lo tuyo. Engloba mucho.

Es expresión de lucha y rebeldía, sobre todo, ¿no?

Es lanzar un mensaje, una canción protesta, reivindicar valores sociales, justicia. Lo veo más como música de sentido común. El rap no tiene las salidas mediáticas que puede tener el reguetón. Pero si te pones a analizar y al reguetón le quitas la música, puedes encontrarte una canción como de un violador en plan machista hacia la mujer. Yo defiendo la igualdad, pero no puede ser a haya mujeres que defiendan la igualdad y luego están bailando esa música o permitiendo que sus hijas escuchen esa música. Y luego reivindican una lucha que no tiene nada que ver con la música que escuchan. La gente que identifica al rap con delincuencia no tienen ni idea. Es porque la verdad duele y porque a la gente no le gusta que le reconozcan las cosas. Si tú haces algo mal, y yo te hago una canción diciendo lo malo que eres, eso a tí te va a molestar muchísimo.

Crees que merece más respeto como expresión artística.

Es que, aunque no tuviera respeto mayoritario el rap vino para quedarse. Y ahora están saliendo otros estilos musicales pero el rap será como el heavy, siempre estará ahí. Irá evolucionando, pero permanecerá.

Para ser rap, ¿debe molestar al poder?

No tiene por qué molestar. El rap es una herramienta de conocimiento, de dar a conocer a la gente que vive en su burbuja. A la gente no tiene por qué gustarle toda la música que escucha, pero el rap yo lo veo como una música reivindicativa, llena, no vacía. Yo veo al pop y al reguetón como músicas vacías. Es música que la puede hacer cualquiera, muy facilona, con todo muy calculado. En el rap veo más respeto hacia lo que se hace, de dar a conocer lo que pasa y eso en instituciones no gusta. A un político no le gusta que le hagan canciones diciendo que es un ladrón y que roba y que no hace nada por los ciudadanos. No le gustaría que esa canción, que es lo que pensamos todos, tuviera una popularidad muy grande y la gente pudiera ser influenciada por lo que dice esa persona.

Los Pablo Alborán, Manuel Carrasco, Alejandro Sanz te parecerán como muy de almíbar entonces.

Los veo producto de una industria. Los respeto, pero a una persona que le dan una canción para que tú la cantes, que te den todo el trabajo hecho, que lo único que haces es poner tu voz, eres un producto, tú eres un mercado. Y esa gente sí, tiene popularidad #8211hablo desde la ignorancia y todo el respeto-, porque hace lo que te dicen que hagas. Si tú quisieras hacer lo que tú quisieras a lo mejor no tendrías esa popularidad porque no te apoyaría la industria. Todos esos artistas son recortables. Da igual que se llamen José Mari o Luisa María, todos son la misma manera de componer, de entonar, la misma temática. Es todo muy sobrecargado. Un artista lo explotan bien, tienen un rendimiento de dos o tres años, a lo mejor cedieron para conseguir algo, y al final no lo consiguieron y dejaron de ser ellos mismos.

¿No hay compromiso social?

Más que compromiso, yo la música la veo como entretenimiento social. A la industria le interesa una música fácil. Pero si haces una música para inculcar un mensaje eso no gusta.

Porque vivimos en una sociedad muy hipócrita.

Si, y demagoga, de no ser reales, o de girar según sople el viento. Un poco veletas somos. Y luego que todos tenemos un precio. Y hay gente que con tal de llegar a la fama sería capaz de contradecirse a él mismo. Yo prefiero mantenerme pobrecico como estoy, pero sentirme rico en personalidad, en respeto, valores y principios. Pero todo eso se pierde por el camino. Al final lo que queda es la persona.

¿Cómo compones? ¿Cómo surge y cómo se desarrolla ese proceso?

Sobre todo, es el tener ganas de hacer música. Eso es lo principal. Primero son las ganas y después buscar un instrumental que me llame la atención, que me guste. Luego según la instrumental, porque cada uno me habla de una manera o de otra, y voy sacando un poco la letra. O me imagino como quedaría en esa instrumental, la voy dibujando en mi mente, y la voy plasmando en una grabadora de casete que tengo de toda la vida que es como mi cuaderno, ahí es donde grabo y escribo, rebobino, grabo en lo alto y voy estructurando la canción.

“Tenemos miedo a enfrentarnos como somos”

"Vivimos en una sociedad muy hipócrita y demagoga", denuncia Raúl Martínez

¿Qué te inspira más?

A mí lo que me inspira más es sentirme bien con lo que hago. No decir algo que por dentro me estoy pegando el pegote. Los que no me conocen se pueden creer cualquier cosa que yo les diga, y antes de crearme un personaje, o vender algo que no soy, prefiero sentirme bien conmigo mismo. Y me da igual si solo me escucha mi familia y mis amigos que si me escucharan miles o millones de personas. No perdería el yo. El como yo soy. Para mí es lo principal. No tienes que dejar de ser tú por conseguir algo porque tengas algo o la vida te premie en algo. No sé por qué la gente cambia.

¿Hay mucha diferencia entre Raúl Martínez y ‘El Ciego del Rapper, entre la persona y el personaje?

¡Ahí me has pillao! No sé qué diferencia puede haber. A lo mejor Raúl es una persona que sufre mucho por dentro, que está un poco fastidiao con la vida, que no entiende el por qué de esa pena, y el rapper es como: “Me da igual lo que me pase en la vida, soy fuerte. Lo que me venga en la vida que me pase a mi antes que a mi familia que yo podré sobrellevarlo”. El rapper es la fuerza, el ingenio, la chispa, la salida graciosa, la palabra adecuada, el buen rollo, el crear positividad, animar a otros que están peor o animar a otros cuando yo estoy peor que ellos. Es estar para los demás, prestar mi tiempo, entender a la otra persona, ponerme en su personaje. A Raúl le conocen poco. A las personas hay que conocerlas de fondo, de fiesta no conoces a nadie. Cuando conoces a alguien es cuando te expresas con el corazón tal y como eres. Antes todo el mundo salía con máscara y ahora todo el mundo sale con mascarillas. Tenemos miedo a la sociedad, a enfrentarnos como somos realmente. Todos queremos ponernos una coraza para aparentar lo que no somos o querer aparentar lo que no podemos ser nunca y querer ser mejor que el vecino, competir y querer tener mejor coche que el jefe, el querer tener la novia más guapa, todas las mierdas, las superficialidades de esta vida. Parece que no eres feliz si no tienes el IPhone 18, si no estás ganando 2.000 euros al mes, es lo que te han pintado. Y eso no vale para nada. Eso no vale para nada cuando la vida te cruje y te pone en una tesitura que dices, he estado toda la vida engañao, pensando, queriendo unas cosas y al final, naces si nada y te mueres con lo puesto.

Te ha tocado sufrir mucho en la vida Raúl.

Aparte de la ceguera, pues sí. Ha sido una vida un poco complicadilla #8211rompe a llorar-. Pero bueno, como yo digo, el que de pequeño es guerrero, de mayor se hace bueno. Mi familia es humilde, mi padre ha estado toda su puta vida trabajando. Y ha sacado a una familia, a mí, a mis dos hermanas y a mi madre palante con su sueldo nada más. No hemos tenido tampoco lujos, una casa pequeña, pero me han dado lo más importante que hay en la vida que es educación, respeto y valores y cuando no tienes, sabes apreciar lo poco cuando recibes. Y ser agradecido. Y darte cuenta de lo que vale y lo que no en la vida. Me has abierto un poquillo el pecho ¿sabes?

(Se toma una pausa para continuar)

A lo mejor estás parado en un semáforo y ves cómo la gente cruza y no es capaz ni de preguntar si te pueden ayudar a cruzar. Somos egoístas, pasamos, solo nos interesa lo nuestro. Ahora con toda esta mierda (en alusión de la pandemia) cuando vaya por la calle, si me pierdo o me caigo, si antes la gente era un poco reacia, ahora con el distanciamiento será peor, y te da un poco de miedo de andar más lejos que antes por si acaso. Y eso también juega en mi contra. Y como somos, parece que cuanto más avanzamos y más evolucionamos nos volvemos más robóticos, en vez de más humanos. Mira que no veo, pero lo noto en el ambiente.

¿Cómo te quedaste ciego Raúl?

Yo también soy diabético tipo 1 desde los 8 años y me pongo insulina todos los días. El 15 de junio de 2007 me levanté con la vista un poco rara y ahí empezó toda la travesía infernal hasta el día de hoy. Me operaron cinco veces en Alicante, lo que suele pasar, te dan al principio un poco de ánimo, pero luego cuando llega la segunda, la tercera operación por las complicaciones con el azúcar, ya lo que quería es que terminaran ya de traquetearme y de tanto quirófano. Ya no pensaba en recuperar la vista solo quería que me tocaran más. Y mucho he llorado. Y mis papas, por lo que hemos pasao. Todo eso te hace duro. Y te hace replantearte muchas cosas. Y colocarte mejor la cabeza. Andar el camino correcto y no estar perdido.

“El rap es poesía urbana hecha música”

"A mí lo que me inspira más es sentirme bien con lo que hago", afirma el rapero almeriense

Ser ciego en el mercado del rap, ¿te ha abierto alguna puerta?

No sé a qué se le llamaría abrir puertas. La verdad es que no. ‘El Ciego del Rapper’ vino a través de un amigo. Yo siempre he sido la nota discordante, el que escuchaba algo más distinto. Imagino que sí que hay ciegos que hagan rap, pero que rapeen como yo, creo que no habrá ninguno #8211se ríe ahora-.

¿Cuál es el valor de tu diferencia?

A lo mejor la gente puede ver en mi a un ciego, pero no soy un ciego como los demás. Algo se me ve distinto a los demás. Sin ver a mis compañeros del gremio alguna diferencia se nota a simple vista.

¿Hay algo de poesía en el rap?

Todo. Todo, pero no a nivel literario. Es poesía urbana, de lo cotidiano, de lo habitual, de la jerga de la calle, de la juventud, de las personas, más que la poesía literaria que es otro mundo que abarca mucho campo. Pero si, el rap para mi es poesía hecha música.

¿Hay algún rapero que te motive especialmente?

Para gustos colores. Hay buenos artistas. Aquí en Andalucía el Zatu, de SFDK, uno de los últimos discos que ha hecho es un discazo, el sevillano Toteking, Capaz Fernández de Málaga. En el sur hay buenos raperos y reconocidos a nivel internacional. Y Kase.O de Zaragoza, en el rap es como Messi en el fútbol, sobre todo aquí en España, es historia del rap español, deja mensaje, crea conciencia, he crecido con él y es un buen ídolo porque su música enseña. Es buena gente. Y Nach, que es otro poeta.

Pero nadie que hable de superación de barreras.

Nach sí que tiene un tema que le dedica a un ciego que lo sacó antes de que yo me quedara ciego y me hizo llorar porque me vi reflejado en lo que decía. Que hablaba de un colega que con la edad de Sharon Stone que quedó ciego y se había quedado con esa imagen

¿No hay raperos sin tatuajes?

Sí que habrá, como todo, igual que habrá políticos o curas con tatuajes.

¿Los tuyos qué dicen?

Este que simula como maquinaria (se descubre el brazo) es como me siento por dentro, como una máquina. Por aquello de ¿A sí? ¿La vida te está golpeando? Pues yo te voy a guerrear.

¿Cómo llevaste el confinamiento?

Pues como todos, un poco anormal, inquieto, con mucha incertidumbre, no por mí, por todos en general, por la cantidad de muertos, por cómo se han hecho las cosas, todo se podría haber hecho mejor, al final parece que priorizan lo económico antes de la salud a las personas. Tanto tiempo solo y desconectado... Pero bueno, más tiempo me tiré yo con mi ceguera cuando me pasó y con otro ánimo. Este confinamiento me lo he pasado dando un paso adelante en la cocina, manejándome por mi mismo, limpiándome la casa, pegándome mis bailes con mi musiquilla de fondo, intentando evadirme de toda la mierda que había ahí fuera y de todo lo malo que estábamos pasando.

“No veo que hayamos mejorado como sociedad”

'El Ciego del Rapper' cruza con su bastón la calle Rueda López al modo de la portada de los Beatles en Abbey Road

¿Crees que hemos aprendido algo como sociedad con esta pandemia?

Me gustaría pensar eso la verdad, que todo esto sirva para cambiarnos como sociedad, mejorarnos, recuperar los valores, el respeto, la educación que hemos perdido. Ya antes de que pasara todo esto veníamos con un ritmo de mundo y de vida que no era normal. Y ha tenido que venir esto para frenarnos en seco a todos. Pero no veo que hayamos mejorado como sociedad. Si algo tenemos los humanos es que tenemos poca memoria o memoria selectiva. Y nos olvidamos muy rápido de las cosas. Yo siempre pienso que las alegrías duran esto, pero las penas, el sufrimiento dura toda la puta vida. Lo peor es lo que va a venir, que no es el virus, lo peor es morirte de hambre en la calle porque te han echao de tu casa. El virus va a seguir ahí, pero si no hay trabajo, ¿cómo pagas las facturas? A los bancos le da igual si tienes virus o no, te van a embargar la casa con virus o sin virus, si no pagas te van a cortar la luz. Si las eléctricas han subido la luz en una ola de frío. ¿Cómo te van a apoyar? Yo noto la indefensión que tenemos como ciudadanos ante las instituciones públicas. Al final es una cuestión de uno por uno como sociedad, como ciudadanos, como personas, como unos pensando en todos los demás.

¿Lo superaremos?

Estamos en una fase en la que hay mucha incertidumbre, a la vista está que prevalece más el capitalismo que la salud porque la economía no puede estar parada porque la gente esté enferma. Esto es un partido de frontón, te van a volver siempre la pelota. De aquí a que se invente la vacuna... no creo que eso sea la solución. ¿Y quién va a pagar esa vacuna? ¿Una empresa farmacéutica? Pero si lo que les interesa es un tratamiento de por vida, como yo la insulina, que ganarán más dinero que si sacan una vacuna que se inyecta y se acaba el problema. ¿Por qué no sacan otras vacunas para quitar otras enfermedades? Porque no interesa. Es todo económico. Y una vez que salga ¿va a estar al alcance de todo el mundo?

El bicho ¿se merece un rap?

Pues sí, pero es que yo pienso que el rap del bicho ya está hecho desde antes que empezara el rap; se llama mundo. Lo que hemos hecho en este mundo después de tantos años. ¿Qué queremos ahora después de 40 años que tengo yo ahora queremos no contaminar? Vamos tarde. Esto es un engañabobos.

¿La vida siempre de frente es tu lema?

Pues sí, para que voy a mirar para atrás si no voy a ver ná #8211se ríe-.

Al menos sabes hacia dónde vas, qué quieres hacer con tu vida.

Hace ya tiempo que mi vida es el día a día. No hago planes. Mi vida es levantarme hoy, intentar que vaya lo mejor posible, hacer lo que más pueda por mí mismo, sin ayuda de nadie, aunque la tenga, no es porque no la quiera, sino porque me viene mejor a mí, a yo sentirme bien. Esa es la fuerza. No es que no quiera ayuda. Sí. Ayuda siempre voy a necesitar. Pero todo lo que pueda hacer por mí mismo a mi autoestima le va de puta madre. Alguno pensara ‘pobre ciego’. ¿Pobre ciego? ¡Pero si tú a lo mejor tienes 56 años y aún te hace la cama tu madre! Yo no tengo que demostrarle nada a nadie. ¿Una ilusión? No es que pierda la cabeza por algo o me quite el sueño por algo. Lo único que me importa y me preocupa es mi lucha, valerme por mi mismo, y ser lo máximo independiente que pueda. Por cosas de la vida, no va a poder ser al 100%, pero en lo que puedo lo intento hacerlo por mí mismo. Esa es mi arma para tener esa fuerza, esa mentalidad, porque me creo capacitado y me siento realizado cuando consigo algo. 

LUIS GRESA

Visor de contenido web (Global)

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