¿Tienes baja visión? ¡Ven a la ONCE!

Que la ONCE da cobertura social a las personas ciegas resulta casi una obviedad, pero todavía hay miles de personas con problemas graves de visión que desconocen que pueden optar a afiliarse a la ONCE para recibir los servicios que presta la Organización. A ellos va dirigida una nueva ambiciosa campaña que la ONCE va a lanzar para dar a conocer su realidad como prestadora de servicios también a personas que tienen baja visión.

O desconocen que pueden afiliarse a la ONCE o no perciben que la Organización pueda ayudarles en algún aspecto de su vida, motivos por los que no se acercan a la entidad. Y para paliar esa situación la ONCE se ha marcado como prioridad corregir esa percepción errónea para que esos miles de personas con patologías visuales que derivan en una agudeza visual de 0,1 o menor y/o un campo visual de 10º o menor (aproximadamente menos de un 10% de la visión normal con todas las ayudas ópticas posibles) conozcan los servicios, actividades y programas a los que pueden acceder afiliándose.

Se trata de un gran reto que la ONCE se pone por delante que implica un cambio de algunos conceptos sólidamente afianzados a lo largo de mucho tiempo y que considera necesario actualizar, manteniendo iconos ya tradicionales que se identifican con la labor social de la ONCE como la imagen del bastón o del perro guía.

“Sabemos que hay un sector de la población que, pudiendo ser afiliada, no se han planteado siquiera la posibilidad de la afiliación aun teniendo problemas de visión -explica el delegado territorial de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, Cristóbal Martínez-. Y por eso creemos que es importante llegar a esa parte de la sociedad para que sepan que estamos aquí para atenderles”.

En muchos casos esta situación es consecuencia de una creencia errónea acerca de que la ONCE centra su labor como prestadora de servicios sociales exclusivamente a personas ciegas, cuando la realidad es que únicamente el 15% de la población afiliada tiene ceguera total. “Nuestra imagen iconográfica es una persona con bastón o con perro guía, pero, afortunadamente, somos una minoría porque el 85% de la afiliación tienen un resto visual, mayor o menor, y sin embargo desde fuera hay muchos ciudadanos que siguen pensando que la ONCE es una institución que atiende a los ciegos totales cuando no es así”, reconoce Martínez.

Para la ONCE llegar a potenciales beneficiarios que aún no saben que lo son supone un gran reto, sobre todo y en principio, en términos de comunicación con la sociedad ya que conlleva cambios de algunos conceptos sólidamente afianzados a lo largo del tiempo y vinculados a la imagen del bastón blanco o el perro guía. Por ello, a lo largo de este año el Grupo Social ONCE está preparando una ambiciosa campaña transversal de comunicación -que incluye redes sociales, cartelería, productos audiovisuales, podcasts informativos entre otros soportes- para invitar a todas las personas que forman parte de la población con baja visión de nuestro país que, cumpliendo los requisitos marcados, quieran afiliarse y para las que existe un completo catálogo de servicios en el conjunto de la organización. "Tenemos que contar que no sólo atendemos a las personas ciegas totales, sino también a aquellas que teniendo una grave discapacidad visual no necesitan un bastón o un perro guía para desenvolverse, y a las que en muchas ocasiones o momentos la sociedad no comprende", explica el técnico de rehabilitación y asesor del Departamento de Autonomía Personal de la ONCE en Sevilla, David Reyes.

Los jóvenes son también un objetivo

A su juicio, es importante que las personas con baja visión conozcan los servicios que la ONCE ofrece para recuperar y ganar en su autonomía personal. “Se trata de una población a la que hay que llegar, para que sepan que su vida puede mejorar muchísimo -añade Reyes-. Porque hablamos de una atención especializada, personalizada y gratuita a través de programas muy específicos en todos los ámbitos -educativo, laboral (con la adaptación de los puestos de trabajo, por ejemplo), la accesibilidad al ocio y la cultura, etc.-, ofreciéndoles todas aquellas herramientas y recursos que les permitan seguir participando de forma más activa en el entorno en el que cada uno se desenvuelva”.

Por ello, cualquier persona que se encuentre en un proceso de pérdida visual debe pensar en la ONCE. También los jóvenes, un sector poblacional más reticente a acercarse a conocer los recursos que pone a su disposición. Por ejemplo, herramientas que les facilitan y agilizan el acceso a las nuevas tecnologías. Un ámbito que como destaca David Reyes es muy atractivo para ellos y que forma parte de su día a día. "Mucha gente joven que ha perdido visión, pero que mantiene un resto funcional, lo que quiere es manejar las tecnologías y eso es algo en lo que la ONCE les puede ayudar", afirma.

Por otro lado, la ONCE también asiste o atiende a parte de la población que, en el desarrollo de su etapa educativa, tenga una discapacidad que no es susceptible de afiliación pero que se encuadra en un abanico que comprende desde el 0,1 al 0,3 de agudeza visual. Un sector que también se convierte en sujeto de acción o atención dentro de sus servicios educativos, regulado en cada comunidad autónoma en función de los acuerdos que en este ámbito haya firmado la Organización con cada administración pública. 

La campaña, que se pondrá en marcha en los próximos meses, invitará por todo esto a la población con baja visión a algo tan sencillo como acudir a la ONCE y ponerse en manos de sus profesionales multidisciplinares, para mejorar su calidad de vida y, en definitiva, "no perder más tiempo en ser un poco más feliz", concluye el delegado territorial de la ONCE.