La Orquesta de Plectro Ciudad de los Califas estrena un repertorio de película

BOLETÍN 197 MAYO 2025

La Orquesta de Plectro los Califas, adscrita a la ONCE de Córdoba, estrenó su cuarto disco de estudio a finales del pasado año, un repertorio que ahora interpreta en vivo. Un álbum que recoge once covers 'de película' desde ‘El feo, el bueno y el malo’ hasta ‘El Padrino’, todas tocadas por su 'peculiar' elenco, donde al menos la mitad de los músicos tienen discapacidad visual.

Fundada en 1941, la Orquesta Ciudad de los Califas es una agrupación de plectro (formada exclusivamente por instrumentos de púas) nutrida por afiliados de la ONCE en Córdoba, con la particularidad de que, en todo momento, está formada por al menos un 50% de discapacitados visuales.

Dieciocho intérpretes (diez de ellos ciegos parciales o totales) grabaron el cuarto disco de la agrupación, que llevaba desde 1999 sin meterse en un estudio. El repertorio de este álbum, basada en adaptaciones de bandas sonoras de la gran pantalla, supone un notable giro a la temática de los anteriores tres trabajos de la Orquesta, de corte más clásicos.

La Orquesta gira por distintos puntos de Andalucía y España con su nuevo repertorio

Y es que este es un disco que obedece, en palabras de su director, a las necesidades de una orquesta en constante renovación. Durante los más de 30 años en los que Rafael Romero, su director, ha estado al frente, la agrupación ha sido una especie de barco de Teseo: las piezas han ido cambiado y al momento, ya queda poco más que el timón original. Sin embargo, lejos de mutar, la orquesta permanece fiel a una identidad forjada en ensayos semanales y cooperación.

La historia de Rafael con la música, desde que empezara a atinar las primeras notas en la rondalla de Peñarroya-Pueblonuevo, ha sido un idilio largo y fructífero. Experto en los intrumentos de púa, el cordobés dirige, además de la agrupación de la ONCE, los talleres de guitarra de la Organización en Córdoba, donde intenta “guiar la pasión de los afiliados por la música” y “reclutar a los que pueda”, bromea.

Una agrupación especial

Rafael llegó a la ONCE con diecisete años, en los ochenta, cuando aún era director de la orquesta Rafael González (quien más tarde fundaría la agrupación homóloga en Huelva). Formó parte de ella como intérprete hasta septiembre de 1991, fecha en el que tomó la batuta y asumió las labores de director.

Desde entonces, el peñarriblense ha luchado por mantener el legado musical de la Orquesta e impulsarlo, una tarea que no siempre ha sido fácil. “Ha habido períodos en los que hemos tenido que disolverla” confiesa - “La cuota del 50% de afiliados, en algunas rachas, nos ha complicado bastante las cosas”.

La orquesta está formada sólo por instrumentos de cuerda

Pese a ello, la Orquesta de Plectro Ciudad de los Califas toma impulso con este nuevo proyecto, que aspira “a llegar mejor al público general” y “acercar el repertorio a las personas más de a pie”. La publicación del disco fue sólo el pináculo de un proceso largo y laborioso, desde los arreglos de Rafael hasta pulirlo al detalle en los ensayos. Concretamente, el director afirma que el repertorio del álbum, con mínimas modificaciones, lleva en el atril de los músicos desde septiembre de 2020, fecha en las que las restricciones por el coronavirus les permitieron volver a reunirse. Hasta 2022 no se planteó el trabajo como un disco de estudio, pero de ahí en adelante, Rafael no dejó “ni una nota fuera de tono” para la grabación. “En el directo hay cosas que pueden pasar desapercibidas, pero si íbamos a grabar un disco, había que hacerlo perfecto” asegura.

“El trabajo de la orquesta pasa desapercibido”

La rutina de la orquesta no es la común, asegura Rafael. “Contamos con músicos ciegos, lo que quiere decir que tienen que aprender de memoria las piezas” recuerda. “Son intérpretes maravillosos y con una capacidad de memorizar muy superior a las personas que sí ven, pero eso plantea situaciones particulares” afirma. Entre otras, el director destaca las dificultades que entraña para ellos cambiar de repertorio o incorporar piezas nuevas. “Nadie sabe el trabajo que tiene esta orquesta, más que nosotros” afirma. “Admiro a los afiliados, que muchas veces tienen que ensayar horas y horas en su casa para traer las obras preparadas” admite.

La Orquesta participa en conciertos de la Federación Andaluza de Ateneos

El de Peñarroya lamenta que la orquesta, como concepto, cada vez atraiga menos a las nuevas generaciones. “Cada vez entra menos gente desde las rondallas” confiesa preocupado “no sé si es porque la música en general interesa menos, o porque lo serio de la Orquesta los echa para atrás, pero a veces tenemos que hacer cábalas para ser suficientes” dice. “Eso sí, los músicos que quedan tienen un compromiso férreo con la agrupación y lo que hacemos” afirma orgulloso.

Un compromiso que pasa, muchas veces, por vicisitudes inherentes a la propia discapacidad de los afiliados. Dependiendo del tipo de discapacidad visual, para muchos músicos es imposible seguir una partitura leída, por lo que no les queda otra opción que memorizarlas. “Es una acumulación de horas inmensa, lleva mucho trabajo aprender obras, pero también mantenerlas” destaca. Pese a ello, el director no tiene dudas “soy parte de una orquesta trabajadora, pero también talentosa”.

El arbolito, desde chiquitito

Inmaculada Pareja afiliada, es guitarrista en la Orquesta de Plectro Ciudad de los Califas. Su camino ha sido guiado de cerca por el director, con el que tuvo un primer contacto en los talleres de guitarra que organiza la ONCE en Córdoba, y que dirige el mismo Rafael. “El objetivo de los talleres es preparar a los músicos para entrar a la orquesta, y, aunque al principio no estaba muy segura, di el salto porque confiaron en mí”.

Grabación del disco en el Salón de Actos de ONCE Córdoba

Además de la orquesta, Inma tiene formación en el Conservatorio, aunque confiesa que lo dejó “porque no le parecía estimulante”. Maestra de profesión, el desempeño artístico de la guitarrista no se limita a la agrupación de la ONCE. También tiene nociones de guitarra flamenca, y se considera una persona con inquietudes que ha encajado en la orquesta. “Tocar es un reto, pero uno que me gusta” admite.

Valora el compromiso de la orquesta con los discapacitados visuales. “Me llevan de la mano en el proceso” dice y expone sus dificultades “tocamos todo de memoria, pero los que sí ven nos ayudan también ahí”. Admite que el repertorio actual le gusta mucho, en especial las BSO de ‘El bueno, el feo y el malo’, ‘Juego de Tronos’ o ‘Forrest Gump’ y confiesa que le gustaría incorporar piezas nuevas de otras películas, como ’Memorias de África’.

“Esta no es mi orquesta, es mi familia”

La sensibilidad (musical y humana) de Rafael como director trasciende las fronteras de la capital cordobesa, y llegaron a conectar con José Manuel Muñoz, natural de Almodóvar del Río. Aunque quiso unirse a la agrupación ya en 1987, antes de que asumiera el mando el actual director, no pudo hacerlo hasta 2014 que se mudó a Córdoba. “Siempre mantuve el contacto, y por eso poder formar parte de la orquesta para mí es una sensación única” dice el intérprete.

El ahora laúd de la Orquesta de la Ciudad de los Califas siempre estuvo relacionado con la música, y formó en 1982 una rondalla en su pueblo, en la que ejerció como director. Una rondalla con la que todavía conserva la relación, y que le sirvió, dice “para apreciar mucho más ahora la labor que hace esta orquesta”.

José Manuel sostiene que “esta orquesta es muy distinta a todas las demás” y argumenta que es “mi familia, prácticamente”. Comparte otros proyectos con integrantes de la agrupación, como los ensayos en el Real Centro Filarmónico de Córdoba, con el director, y varios proyectos de investigación sobre la música en Almodóvar del Río con otros intérpretes de la orquesta.

La Orquesta de Plectro Ciudad de los Califas en Almedinilla

El músico, apodado “Bethoven” en su pueblo, pone en valor el trabajo detrás del disco publicado. “El cariño y la delicadeza a la hora de preparar las piezas, de guiarnos, se nota en cada nota” sostiene orgulloso. Cuenta que la preproducción del álbum fue tan dedicada que, de dos días y medio proyectados para la grabación, lo terminaron en poco menos de ocho horas. “Cuando estás en sintonía, se puede escuchar” afirma el músico.

Además de intérprete, José Manuel también es manager de la orquesta, y se encarga de agendar los conciertos. “Pronto anunciaremos bastantes cosas” asegura. Pertenece a la Federación de Ateneos de Andalucía, y giran con asiduidad por el territorio andaluz. “Nosotros trabajamos mucho, pero el público disfruta más aún” afirma, y añade que “grabar y tocar en vivo son cosas distintas, pero me gustan las dos”.

 

| CRISTÓBAL ANGULO

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