EN PRIMERA PERSONA: Macarena Sánchez, Referente Joven del Consejo Territorial

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Entrevista a la nueva Referente Joven del Consejo Territorial, Macarena Sánchez

Macarena Sánchez (Sevilla, 1999) quiere tanto a la ONCE que decidió estudiar el doble grado en Graduado Social+Educación Social en la Universidad Pablo de Olavide para devolverle parte de lo mucho -dice- que ha recibido hasta ahora. A los cuatro años le diagnosticaron una retinosis pigmentaria y hoy le queda ya muy poco resto visual. Hace apenas cuatro años le impidieron entrar a una fiesta, en la Nochevieja de 2019, por llevar bastón. Desde el pasado mes de marzo es la nueva la Referente Joven del Consejo Territorial de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla. Sabe lo que quiere y tiene las ideas muy claras.

 

  “En la ONCE importamos los jóvenes”  

 

¿Por qué te decidiste por Trabajo Social? 

Bueno, siempre digo que Trabajo Social no es la profesión en la que se obtiene un salario más remunerado, ni da mucho mayor prestigio, ni poder, pero sí es verdad que es una profesión muy vocacional. Yo desde pequeñita he sido afiliada y he sido atendida por los Servicios Sociales de la ONCE. Y me han atendido tan bien y he notado un progreso tan grande en mí que siempre pensé que yo querría reportar lo mismo a la gente y que quería devolver todo eso que a mí me dieron a la sociedad. 

¿Qué te preocupa como joven y como joven con discapacidad?

Es complicado desvincular ser joven y ser joven con discapacidad, porque al fin y al cabo nos preocupan las mismas cosas. Y nos preocupa que tengamos una educación de calidad para poder encontrar un empleo de calidad, un empleo remunerado unido a la discapacidad, un empleo que podamos desempeñar, que el puesto sea accesible o que la empresa proporcione esos ajustes razonables para que podamos trabajar en igualdad de condiciones que el resto de nuestros compañeros. Me preocupa también la soledad no deseada de los jóvenes. Los últimos informes nos reportan resultados de que el 69% de la población española juvenil se ha sentido en situación de soledad no deseada. Y los jóvenes con discapacidad suelen sentirse más aislados o suelen tener menos apoyo. Esos datos me parecen muy alarmantes. Me preocupa que no seamos escuchados, que nuestra voz no sea atendida por la población general que consideren que nuestra voz minusválida o menos sabia por la edad que podamos tener. Esos son los ejes que más me preocupan ahora mismo, educación, empleo, soledad y escucha. 

¿Piensas que los jóvenes con discapacidad lo tenéis más difícil que el resto de los jóvenes? 

Sí, sí, lo tenemos más difícil porque al final la sociedad tiene una concepción todavía de la discapacidad muy negativa. A pesar de que el artículo 49 de la Constitución se ha cambiado de disminuido a personas con discapacidad, la concepción de la sociedad todavía es de una mirada de lástima, no de igual a igual. Es una mirada de “pobrecita, esa persona que tiene una discapacidad”, o de admiración; “Guau, esa persona a pesar de su discapacidad hace lo que hace”, en lugar de mirarnos como de un igual a igual. Sea por una cosa o por otra que no nos miren de igual a igual hace que siempre lo tengamos más difícil para desempeñar una labor, para integrarnos en un grupo y al final pues eso revierte en todo lo demás. 

Hablando de soledad, uno de cada cuatro jóvenes españoles de entre 16 y 29 años aseguran sentirse solos, según el Estudio sobre juventud y soledad no deseada en España realizado por Fundación ONCE y Ayuda en Acción. ¿Es un dato tremendo, ¿no? 

Es un dato muy alarmante. Ahora mismo en España se habla mucho de las personas mayores que se sienten y viven solas, pero las personas jóvenes, a pesar de estar rodeadas, de tener familia, y de poder acudir a clase rodeada de personas se sienten solas. Es una sensación brutal porque claro, por mucho que tú vayas a un aula, si luego fuera de ese entorno reglado, no tienes una red de apoyo sólida, al final, ¿con quién compartes tus inquietudes, tus necesidades, tus problemas, tus alegrías, tus penas? Y eso es un problema brutal. Hemos conseguido la integración en el aula, pero todavía nos falta esa inclusión fuera del aula, el poder salir con compañeros, poder conversar, tomar apuntes, no porque haya un alumno colaborador, sino porque tengas compañeros que por iniciativa propia te faciliten esos apuntes. Ahí también creo que hace falta mucho trabajo de habilidades sociales, de autoestima de la propia persona, para que seamos impulsores de esa integración. 

Esa soledad afecta sobre todo a jóvenes en desempleo, en riesgo o situación de pobreza, que han sufrido acoso escolar o laboral, con mala salud física o mental, con discapacidad, origen extranjero o que son LGTBIQ+. ¿Qué hacemos mal como sociedad? ¿Qué falla?

Nos falla la mirada, esa concepción de la discapacidad como una persona o menos válida o heroica por las cosas que realiza, no como una persona de igual a igual con la que te podrías tomar un café o podrías salir a una discoteca sin ningún problema Falla, quizás también, en la propia mente de la persona con discapacidad pensar; ‘Ay, ¿podré hacerlo? ¿Tendré amigos? No les digo de salir porque seguro me van a decir que no. La anticipación mental también es un problema de las personas jóvenes. ¿Qué más falla? El sistema en sí, que se hable como algo excepcional que una persona con discapacidad visual entre en la Universidad, por ejemplo.

“Aspiro a escuchar a todos los jóvenes”

Macarena Sánchez en los pasillos de la Delegación Territorial

"En la ONCE los jóvenes nos sentimos escuhados", afirma Macarena Sánchez 

Esa investigación, la primera que se hace en España en este sentido, revela que la soledad juvenil afecta más a las mujeres que a los hombres. ¿Qué te sugiere ese dato?

Al final es lo que hablamos, la mujer históricamente ha estado más ligada a los espacios privados, al hogar, a la casa. Y todavía eso continúa. Si vemos, todavía hay más mujeres con discapacidad que se encargan del cuidado de sus hermanos o de sus padres, son las que menos encuentran estudios superiores y empleos cualificados. Y todo eso revierte en quedarte en casa haciendo labores del hogar, con lo cual, al final, tu grupo de iguales se ve mucho más reducido. 

Repensar el activismo juvenil desde la discapacidad va a ser el asunto central del primer Congreso Estatal de Juventud que se va a celebrar en Zaragoza en septiembre. ¿Cómo valoras ese activismo de los jóvenes con discapacidad? 

Los jóvenes con discapacidad estamos muy presentes actualmente en el mundo asociativo y en el activismo en sí. Aquí en la ONCE, los jóvenes con discapacidad visual estamos muy inmersos en actividades. Yo, por ejemplo, formo parte de la vocalía de una Asociación de Mujeres Jóvenes. Pero también hay muchísimas asociaciones universitarias, está el Consejo Estatal de la Juventud. Y cada año se celebra el evento europeo de la Juventud, donde se tratan temas muy relevantes como el feminismo, el ecologismo o el liderazgo juvenil Si observamos e investigamos un poquito en redes hoy día el activismo juvenil está muy presente. Y los jóvenes estamos ahí. 

¿Vosotros en la ONCE os sentís escuchados? Antes te quejabas de que no se os escucha en la sociedad. En la ONCE ¿os sentís escuchados?

En la ONCE sí nos sentimos escuchados. El hecho de que exista una figura como la Referente Joven que sirve de canal de comunicación bidireccional entre los jóvenes y el Consejo para trasladar todas esas quejas, sugerencias, propuestas, es una pequeña señal de que aquí importamos los jóvenes. La cantidad de programas y proyectos para mejorar el empleo y la formación de las personas con discapacidad visual afiliadas aquí en la ONCE es otra prueba de que aquí los jóvenes importamos.

¿Con qué ánimo asumes esta responsabilidad y qué te propones como nueva Referente Joven del Consejo Territorial? 

Pues para mí es todo un orgullo que hayan pensado en mí para ejercer esta figura y representar a todos los jóvenes de Andalucía, Ceuta y Melilla en el Consejo Territorial. Lo afronto también con humildad porque hay muchísima gente preparada que realmente podría desempeñar esta función. Lo único que aspiro es a escuchar a todos los jóvenes, trasladar todas las propuestas y orientarlos en todo lo posible que esté en mi mano. Tenemos proyectos en mente muy interesantes como el de impulsar la aplicación de Club ONCE. Somos el colectivo más conocedor de la tecnología y esto ofrece muchísimos recursos para nosotros que todavía no se han explotado como podría. En Andalucía también estamos inmersos en un proyecto de investigación muy interesante sobre el voluntariado y los jóvenes, que lo pueden solicitar todos los afiliados independientemente de su edad. Sin embargo, son quienes menos solicitan. Entonces queremos hacer un proyecto de investigación para saber por qué no lo solicitan, si es porque no quieren, o no les gusta, les da vergüenza, porque sienten que los servicios de voluntariado que hay no se adaptan a sus necesidades. Y ver a partir de ahí, cómo podemos orientar este servicio de voluntariado para que sea más usado por los jóvenes. 

¿Macarena cómo valoras el grado de implicación de los afiliados con la cultura institucional de la ONCE? 

El grado de implicación de los jóvenes es bueno. La cultura institucional se inculca desde pequeños. Desde arriba, los más mayores que nosotros, conocedores de la historia y de la cultura de la ONCE, poco a poco nos lo van transmitiendo. Lo vemos en cada actividad que hacemos, en cada conferencia a la que acudimos, incluso en cada conversación informal que podamos tener con alguien que lleva trabajando o como afiliado muchísimos años aquí, y también lo vemos entre afiliados que llevan desde pequeñitos afiliados a la ONCE hacia otros jóvenes que recientemente se han afiliado. Desde aquí, hemos hecho varias actividades para acoger a jóvenes que se han afiliado recientemente o que no tenían relación anteriormente con la ONCE y hacemos a lo mejor un desayuno, una comida o simplemente una charla para presentarle jóvenes que llevan toda la vida aquí. Y demostrarles el sentimiento de pertenencia y lo que queremos a esta Casa. Para que vean que ellos también pueden formar parte de todo esto. 

“Las redes sociales no entorpecen la inclusión”

Macarena Sánchez en el patio de la Delegación Territorial

La nueva Referente Joven se plantea cultivar el sentimiento de pertenencia a la ONCE entre los jóvenes afiliados

Quieres cultivar el sentimiento de pertenencia entre los jóvenes.

Sí, sí, sí, sí podemos cultivar el sentimiento de pertenencia de los jóvenes, no solo por mi parte como Referente Joven, sino por parte de todos aquellos jóvenes que ya llevan mucho tiempo siendo afiliados en esta Casa. 

¿Y las redes sociales, qué papel juegan? 

Desde Facebook de ONCE Andalucía y las redes de la ONCE se comparten noticias, eventos y toda la actualidad de la ONCE en este en este ámbito, en esta Comunidad Autónoma. Lo que tenemos que hacer es compartir y que la voz de los jóvenes y de la ONCE llegue al máximo número de personas posibles. 

¿Tú dirías que ayudan o entorpecen la inclusión? 

No, las redes nunca entorpecen la inclusión, todo lo que sea información, compartir, siempre apoya y más una información contrastada, como pueden ser las redes propias de la ONCE que no son palabras de una persona que no tiene ni idea, son la voz de profesionales y de la institución.

¿Los hates, los comentarios que generan odio, no te no te preocupan? ¿Ves más bondad que maldad a las redes?

No, no creo que esos hates tengan la suficiente fuerza como para desmontar todo lo que la ONCE realmente hace y es. 

¿Cuántas horas le dedicas al móvil? 

Pues le dedico como una hora al día, una hora. 

No me lo creo Macarena. 

Poquito para el ocio, para el ocio, sí. ¿Una horita? Pon la hora y cuarto, pero de verdad no más. 

Vivimos tiempos de mucha radicalidad y de mucha crispación. ¿Tú crees que los jóvenes huyen de esa realidad o son participes de esa crispación? 

No, los jóvenes, como personas que estamos inmersas en la sociedad, por supuesto que somos partícipes. Algunas personas serán más participes de esa realidad polarizada y habrá otras personas, como pasa en toda la sociedad, que huya de esta realidad en la que estamos inmersos. Y hay personas, pues que luchan para que esa polaridad no sea tan fuerte.  

¿Y por qué crees que a las empresas les cuesta tanto confiar en el talento y la capacidad de las personas jóvenes con discapacidad a pesar de tener una formación extraordinaria?

Pues yo creo por miedo y por desconocimiento. Al final los seres humanos tenemos miedo a lo desconocido. Entonces, entre elegir a una persona sin discapacidad con un buen currículum a una persona con discapacidad con ese mismo currículum siempre, por lo general, van a coger a una persona sin discapacidad. En nuestra labor, tenemos que alzar nuestra voz. Y aquí, las redes sociales juegan un papel esencial. El activismo juvenil también juega un papel muy importante y estar ahí tomando medidas en común entre todos los jóvenes para demostrar que podemos, que realmente estamos preparados para desempeñar cualquier actividad para la que hemos sido formados. 

En Andalucía hay más de 1.500 afiliados entre 18 y 34 años. ¿Qué mensaje les trasladas?

Que vengan, a la ONCE, ese es mi mensaje. Yo viniendo a la ONCE es como he conseguido tener este sentimiento de pertenencia y querer tanto a la ONCE como para querer devolverle todo lo que a mí me ha dado. Van a encontrar muchísimo apoyo, muchísimas oportunidades y van a encontrar una familia. 

| LUIS GRESA

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