'Merendamos y el cuerpo meneamos'

El Centro de Recursos Educativos de la ONCE en Sevilla celebró el pasado 12 de noviembre una jornada de convivencia de Atención Temprana bajo el lema ‘Merendamos y el cuerpo meneamos’ en la que los más pequeños tuvieron oportunidad de eso, de mover sus cuerpos mientras merendaron, con el objetivo de reforzar su autonomía y su capacidad de disfrutar y conocer el entorno.

El martes 12 de noviembre por la tarde, celebramos en nuestro CRE la Merienda de Otoño de Atención Temprana, ‘Merendamos y el cuerpo meneamos’, donde nos encontramos para compartir un rato de convivencia entre niños con discapacidad visual y sus familiares.

El objetivo de este encuentro es propiciar la convivencia entre las familias, para lo que se organizó una pequeña merienda en el comedor seguida de una actividad basada en la psicomotricidad.

Pensamos que es, a través del movimiento, como nuestros pequeños aprenden a explorar y a disfrutar del entorno que les rodea, para ello planteamos nuevas formas y recursos metodológicos que se lo faciliten, siempre guiados y acompañados por sus familias, que a la vez, pueden llevarlas a su entorno cotidiano.

Un árbol del otoño decorado con tallos y hojas

Se organizaron varios espacios seguros teniendo en cuenta las edades de los niños, donde todos pudieron participar con sus papis y hermanos, disfrutando un montón.

Se plantearon diferentes niveles de dificultad en la ejecución para que todos disfrutaran  lo máximo, propiciándose la interacción padre-niño, el placer del movimiento y, al mismo tiempo, la creatividad e imaginación.

La merienda comenzó en el comedor, donde alrededor de unos batidos, zumos y cafés, nos saludamos y charlamos  un ratito antes de empezar a “menearnos”.

Después del saludo del Coordinador de Integrada del CRE a todos los asistentes, salimos al patio siguiendo el camino de hojas caídas en el suelo hasta la zona de juegos, allí nos esperaba Marian con su guitarra para cantar en corro la “Canción del Otoño”  y  “Cuando el reloj” que nos animó a todos a bailar y mover el cuerpo.

Dos alumnos pequeños en la zona de colchonetas

Una vez activados,  pasamos a disfrutar de los diferentes rincones creados:

“La fábrica del otoño” dónde se decoraban hojas que luego se podían pegar en el gran árbol otoñal que presidía la zona de actividades.

“El espacio Despacio” aquí todo va despacio, descalzo, sin prisas y sin movernos rápido, hay muchos detalles por descubrir en la pared y en el suelo: piscina de bolas, cojines, serpientes, aritos....

“La ciudad blandita” aquí nos movemos más y todo está blandito, cajón gigante con pelotas de playa y pompitas para pisar, pelotas de pilates, cacahuete, tienda de campaña...

“La Casita” aquí se puede corretear y jugar en la casita, la barca de madera, subir al tobogán...

“El Bosque” un nuevo espacio dónde atravesamos aros, lianas de colores y obstáculos colgantes, es muy divertida la sensación de esquivar objetos.

“Cruzar el río” una zona para los más mayores y los hermanos donde jugar al equilibrio, tirar la lata, andar en zancos...

“Creatividad” un gran panel negro en la pared donde dar rienda suelta al artista que llevamos dentro con tizas gigantes de colores.

Fue muy divertido y antes de darnos cuenta, ya estaba Marian con su guitarra otra vez allí para volver a cantar nuestras canciones otoñales y despedirnos hasta la próxima convivencia.

Agradecer a todas las familias su participación, ya que esto nos da energía para organizar nuevas actividades y a todos los compañeros que se volcaron en la organización de la misma para que todo saliera a pedir de boca.

¡¡Nos vemos en la Merienda de Primavera!!

| Equipo Pedagógico del CRE de Sevilla