FIRMA INVITADA: Emma Camarero, historiadora

El regreso de la Victoria, origen de la globalización

El 6 de septiembre de 1522 llegaba a Sanlúcar de Barrameda la nao Victoria comandada por Juan Sebastián Elcano, con dieciocho hombres como única tripulación. Hacía ya tres años que, desde Sevilla, habían partido cinco naves y doscientos treinta y nueve hombres al mando de Fernando de Magallanes. La Victoria fue la única embarcación de aquella expedición que había sido capaz de completar la primera circunnavegación de la Tierra. Dos días más tarde, el 8 de septiembre, era remolcada a Sevilla poniendo fin a uno de los viajes más extraordinarios y de mayores repercusiones que haya realizado la Humanidad.

La ONCE, fiel a su espíritu de conmemorar acontecimientos relevantes y hacer de su innegable apuesta social un motivo además para divulgar la Cultura y la Historia, ha querido que la Primera Vuelta al Mundo, sus repercusiones y su legado, estén presentes también este año en su cupón.

Probablemente ni Magallanes, que había muerto en la isla de Mactán -actual Filipinas- en 1521,  y mucho menos Elcano -quien jamás imaginó dirigir la expedición cuando se embarcó a bordo de la Concepción-   fueron conscientes de la importancia que esta gesta tendría en los siglos venideros.

La redondez de la Tierra y sus dimensiones reales ya no eran discutibles. Desde entonces, sabemos que navegar hacia Occidente nos hace retornar por el Oriente a nuestro lugar de origen. El mundo se hizo más ancho, y, a pesar de ello, más asequible. Se abrieron nuevas rutas comerciales y culturales por donde conocimos lugares y pueblos inimaginados hasta entonces. Nos descubrimos y nos descubrieron. Intercambiamos objetos, ciencia, arte, sabiduría, conocimiento.

Pero también fue este viaje, qué duda cabe, una nueva caja de Pandora que se abrió para dar paso a la más feroz competencia, a la lucha por los recursos naturales a cualquier precio, a la explotación de pueblos y al enriquecimiento,  no siempre lícito, como único fin.

Este periplo casi imposible marcó el inicio de la llamada globalización, ese concepto que hoy está más vigente que nunca y que nos habla de un mundo sin -teóricas- fronteras, donde las economías de los países se integran y es el comercio y los flujos financieros los que marcan la geopolítica mundial. En 1522, cuando esos dieciocho hombres desembarcaron famélicos, enfermos y agotados en Sevilla, nadie podía imaginar que este viaje, considerado una quimera por la mayoría, sería el inicio de un nuevo orden mundial basado en los intercambios comerciales.

A Magallanes y Elcano habían precedido otros expedicionarios como Cristóbal Colón, Vasco de Gama o Nuñez de Balboa. Viajes y descubrimientos que vinieron a sumarse a ese cambio de mentalidad que nos llevaría de una concepción gremial de la economía hasta el capitalismo global que hoy impera en esta Tierra que, por primera vez, se circunnavegó entonces. En realidad, a Magallanes y a quienes desde la corona española apoyaron esta expedición, les movía el sueño colombino de llegar a Asia navegando hacia Poniente, encontrando así una ruta nueva y libre por la que comerciar. Pero el Mar del Sur resultó ser mucho más inmenso de lo previsto, el rumbo de la flota se tornó insólito, se tomaron decisiones asombrosas e impredecibles,  y esa fue la suerte de una aventura que culminó con un éxito sin precedentes. Una gesta cuyas consecuencias siguen siendo visibles hoy, abriendo una hoja de ruta donde los intercambios continuos entre los pueblos marcarán el futuro de nuestra historia común. 

Hoy, la ONCE quiere rememorar este acontecimiento dedicando su cupón diario a esos hombres que marcaron nuestro presente a través de una aventura extraordinaria.

Con la llegada de la nao Victoria a Sanlúcar de Barrameda ese 6 de septiembre de 1522, por primera vez empezamos a hablar de una historia universal, de un  proceso irreversible que llevará aparejada la concepción de un único mundo interconectado.

Emma Camarero Calandria

Historiadora. Doctora en Arte y profesora de Comunicación de la Universidad Loyola